¿Qué podemos hacer por los jóvenes?

¿Qué podemos hacer por los jóvenes?

Autor: Jorge Nehemias Orozco Navarro

 

 

¿Qué podemos hacer por los jóvenes?

 

La pregunta de ¿por qué los jóvenes abandonan la fe y qué se puede hacer para lograr que vengan y regresen al redil? es común entre pastores y líderes en todo tipo de denominaciones. ¿Por qué muchos jóvenes no se acercan a una iglesia cristiana evangélica? A nosotros nos debe interesar mucho la vida de los jóvenes. Porque Satanás los está destruyendo aceleradamente.

Algunas consideraciones de por qué los jóvenes están fuera de la iglesia.

  1. A muchos les afecta las experiencias de la infancia, el pecado, han sufrido injusticias o la confusión doctrinal.
  2. Jóvenes que se pierden por razones intelectuales, los medios de comunicación y tecnológicos.
  3. Jóvenes que se pierden debido a la influencia del feminismo, el movimiento ecologista, el secularismo, el consumismo, el satanismo.
  4. Jóvenes que se pierden porque solo quieren estar en fiesta y pasar un rato alegre, pero sin nutrirse de la Palabra de Dios.
  5. El descuido del liderazgo de la iglesia que ha puesto poco interés y poca inversión de tiempo y recursos en los jóvenes.
  6. La facilidad para obtener los estupefacientes y la vulnerabilidad de las autoridades para no frenar este flagelo que está dañando mucho a la juventud.

 

La Biblia hace referencia de jóvenes que mostraron un claro ejemplo del valor que tienen en esa etapa de su vida. José (Gn. 37-50), Daniel (Dn. 1), Juan el apóstol inició su ministerio siendo joven, Juan Marcos (Hch. 12:25-13:5), Timoteo (1 Ti. 1:3-4, 4:12-16), mujeres jóvenes que tuvieron una vida y un ministerio exitoso Rut, Ester.  Jesús manifestó un profundo interés por la niñez y la juventud, el caso del joven rico (Lc. 18:15-30). Aunque nunca se acercó a dos personas de la misma manera, porque el evangelio no cambia, sino la forma en que lo compartimos.

Cada uno de los ejemplos mencionados obviamente tuvo mentores quienes se preocuparon y encargaron de ellos. Pero también tenemos que reconocer que “los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen” (Is. 40:30). Esto nos indica que solos no pueden que necesitan de una mano amiga, y que solo con Dios es que ellos tendrán nuevas fuerzas… (Is. 40:31)

Dios tiene en alta estima a los jóvenes, dice de ellos que han vencido al maligno…porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en ellos (1 Juan 2:13-15).

Hay una urgente necesidad de salvar a los jóvenes de manera integral.

  • Salvarlos de la terrible maldición del SIDA, de las enfermedades venéreas, diferentes clases de drogas, desde el pegamento, el alcohol, el cigarro, la mariguana, la cocaína, el crack; los juegos de azar, modas de vestir, de caminar, de hablar, el corte del cabello, los tatuajes, la música (este tema es muy amplio y diverso).
  • Salvarlos de embarazos en la adolescencia, el aborto, de los matrimonios a temprana edad.
  • Salvarlos de los programas negativos escritos, hablados, televisivos. Del material que se recibe por la internet y los móviles. Estamos prácticamente bombardeados por todos lados.
  • Salvarlos de la deserción escolar. De la obtención de dinero fácil.
  • Salvarlos de los problemas emocionales. Cada joven tiene problemas emocionales debido a los cambios en la adolescencia y en su búsqueda de identidad.
  • Salvarlos de los problemas económicos. Un estudio económico reflejó que las familias de Guatemala invierten el 18% de sus ingresos en telecomunicaciones.* Muchos de ellos no tienen ingresos, pero sí grandes egresos. La mayoría de jóvenes no tiene una cultura de dar, pero sí gastar.
  • Salvarlos de caer en los grupos delincuenciales.
  • Salvarlos del infierno mismo, ya que el Señor Jesucristo vino para darnos vida eterna, mientras que el diablo quiere destruirlos (Jn. 10:10)

 

Es tarea de la iglesia ayudar a la juventud a salir adelante y bien librados de todo mal que los aqueja. Los líderes debemos estar comprometidos con esta tarea de salvación.

El Buen Pastor, es quien se preocupa profundamente por los jóvenes y anhela su retorno.

¿Qué podemos hacer por los jóvenes?

  1. Orar por ellos. El mayor regalo que podemos dar a nuestros seres queridos que se han apartado de la fe, es el tiempo que pasamos en presencia de Dios en su nombre.
  2. Buscarlos. Y buscar métodos de cómo atraerlos a Jesús.
  3. Crear y programar actividades que satisfagan sus necesidades emocionales y espirituales.
  4. Involucrarlos en las actividades a fin de que los jóvenes descubran, demuestren y desarrollen su potencial. Permitirles que puedan involucrarse en ministerios de dramas, mimos, títeres, musicales, deportes, proyección social, otros.
  5. Creer en ellos. Hacerlos sentir que valen y que nosotros confiamos en ellos y que son ellos a quienes les estamos dejando el legado del liderazgo de la iglesia.
  6. Crear un espacio de consejería y orientación juvenil y al mismo tiempo promover confianza para que se acerquen a los consejeros.

 

Conclusión:

  1. La Iglesia del primer siglo no tuvo nada a su favor, todo estaba en su contra: el pueblo de donde surgió, el imperio romano, los políticos corruptos de su tiempo, los miembros eran pocos, humildes y de baja condición económica.  Pero contaba con el poder de Dios. Así triunfó.  Dejó buenas huellas, buen modelo a seguir.
  2. La Iglesia de hoy que tiene libertad y con los recursos suficientes debe trabajar, es la hora de la Iglesia, es la hora de dejar buenas huellas, buen testimonio.  Si así actuamos; entonces “…las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).
  3. Dios quiere ver en este tercer milenio jóvenes fuertes y fértiles y que vencen al maligno, (1 Juan 2:13-14).

*REFERENCIAS

Cristianos.Com 5 Dic. 2011, sección Noticias.

Publinews Guatemala, 11 de mayo 2010.

Lic. Jorge Nehemías Orozco es egresado del SBG Chimaltenango y del SETECA en Guatemala.

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