Para reflexionar… Una Granada Lista Para Detonar

“Mi pecado te declaré, y  no  encubrí  mi  iniquidad.  Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; Y  tú  perdonaste  la maldad de mi pecado” (Salmos 32:5).

“Alguien dijo, hace mucho  tiempo:  “Aquél  que  guarda  sus pecados, nada haciendo para librarse de ellos, es  como  una persona que  agarra  en  la  mano  una  granada  lista  para detonar.”

Podríamos decir, también: “Quien no busca el perdón de  Dios para  sus  pecados,  es  una  persona  que  le  gusta  vivir peligrosamente”. ¿Que  podemos  esperar  cuando  no  tenemos Jesús en el corazón? ¿Quien podrá nos proteger de  un  mundo lleno de cosas malas? ¿Quien podrá  nos  indicar  el  camino cuando no sabemos para dónde ir? ¿Quien podrá  nos  consolar cuando la angustia nos abate y cuando  necesitamos  levantar de una caída o frustración?  ¿Quien  tendrá  autoridad  para decirnos: “No tema qué yo te ayudo?”

Las luchas de la vida son tremendas, y muy mayores serían si no tuviésemos alguien en  quien  confiar.  Más  dificultades tendríamos si no tuviésemos la fe en Aquél que  nos  afirmó: “Son más que vencedores”. No daríamos un único  paso  si  no hubiese, en nuestros corazones, la esperanza  allí  sembrada por el Señor.

No tenemos una granada en la mano y sí la bendición de poder contar con Dios en cualquier situación. No tenemos el  temor de que el peor podrá acontecer a cualquier momento.  Tenemos la tranquilidad de saber que somos hijos de Dios,  herederos de las bendiciones celestiales, moradores de los  Cielos  de gloria, en el porvenir… para todo lo siempre.

¿Le gusta vivir peligrosamente?

Visitas: 4

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *