Para reflexionar… Trabajo Hecho De Lejos

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra”
(1 Tesalonicenses 5:12, 13).

Giovani estaba trabajando con mucha disposición en determinado día. Paulo, su compañero de trabajo, era cristiano, como él y se puso impresionado con su alegría. “Veo que hoy está más feliz que el normal. Está alabando desde que llegó”, comentó el hermano. “Es que hoy yo estoy predicando el Evangelio en un país de África”, contestó Giovani. “Que tontería es ésa. Está en el mismo lugar donde estaba ayer y durante todo el semana”, dijo Paulo. “Es que mi iglesia tiene un misionero en África y yo estoy donando el salario de hoy para misiones”, concluyó Giovani, continuando a alabar.

¿Que hemos hecho en obediencia al Señor, para el crecimiento de Su obra? ¿Como hemos demostrado nuestro amor por los perdidos? ¿Como hemos exteriorizado nuestra gratitud a Dios por el mucho qué ha hecho por nosotros?

La voluntad de Cristo para nuestras vidas es que salgamos a predicar Su Palabra. ¿Hemos hecho eso? ¿Cómo? ¿Hemos ido personalmente buscar los qué caminan sin salvación? ¿Hemos contribuido financieramente para sostener los que se ofrecen para ir? ¿Hemos orado y alentado los que, con osadía y disposición, dejan sus intereses personales para que el nombre del Señor sea glorificado?

Y si hacemos eso, ¿por qué lo hacemos? Porque es nuestro deber cristiano o porque es un privilegio ser una bendición en las manos de Dios?

¿Ha predicado el Evangelio de cerca, de lejos, o nada tiene hecho?

Visitas: 3

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *