Para Reflexionar… Todos Los Días

“Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre” (Salmos 145:2).

Los días llamados carnaval se están acercando. En ellos, muchos se transforman y, desgraciadamente para peor. A veces, con máscaras en la cara, hacen aquello que no tendrían coraje de hacer en los demás días del año.

No necesitamos máscaras ni de días especiales para transformarnos. Necesitamos brillo – el brillo de Cristo en nuestros rostros. Cada día es día de ser una bendición en las manos del Señor. La alegría de la carne dura pocos días. La alegría de alabar al Señor dura para siempre.

Hablar de Cristo es mucho mejor que perder algunos días del año para cosas que no edifican ni a nosotros ni a nuestra casa.

Carnaval es fiesta de la carne. Hagamos, todos los días, la fiesta del Espíritu, que alegra y glorifica a Dios.

¿Su vida cristiana ha alegrado al Señor? ¿Todos los días?

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