Para reflexionar… Puertas Cerradas Que Irán Si Abrir

“pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como [las] águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31).

“Estoy golpeando en muchas puertas, pero todas están cerradas para mí, estoy completamente desanimado”, dijo alguien a los hermanos que lo oían. Uno de ellos habló: “No hay nada que pueda hacer. Sólo, espere. A los que esperan, el tiempo abre las puertas.”

¿Y cómo alguien que golpea a una puerta, ansioso, hasta desesperado, puede esperar? ¿Hasta cuándo esperar? Sólo el Señor puede responder. Sólo Él puede dar tranquilidad y paciencia a la espera. Entonces, además de la experiencia de aprender a esperar, necesitamos el poder de la fe que nos dará la confianza en el Señor.

Pero, ¿cómo tener fe y paciencia para esperar si ya estamos cansados? El Señor renovará nuestras fuerzas. ¡Seguros en las manos de Dios, podremos incluso correr mientras esperamos! La carrera no nos cansará, la espera no nos cansará, la fe nos hará ver los milagros del Señor.

La puerta está cerrada, pero, se va a abrir!

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