“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).

“El arroyo perdería su música si elimináramos las piedras”.

¿Qué nos motiva a luchar y avanzar hacia nuestro objetivo de lograr grandes victorias? El desafío de superar las dificultades de la vida cotidiana, de superar los obstáculos en el camino, la satisfacción de enfrentar batallas y sobrevivir a ellas. Y esta victoria es aún más emocionante cuando nos damos cuenta de que todo podemos en Cristo, nuestro Señor y Salvador, que nos protege y fortalece.

Nuestros grandes problemas no son las piedras dl camino, ni las montañas que retrasan nuestro afán por alcanzar los objetivos, ni las tormentas que enfrentamos durante la caminata. Lo que dificulta el logro de las bendiciones es la falta de confianza en el Señor. Y sin fe, difícilmente llegaremos al puerto deseado.

Cuando nuestra esperanza se basa en el Señor Jesús, lo difícil se vuelve fácil, lo imposible se hace posible, nuestra vida es abundante y nuestra felicidad es verdadera y duradera.

¿Te quejas de las piedras o las superas hasta que alcanzas el destino deseado?

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