Para reflexionar… No Deje Para La Última Hora

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” (1 Corintios 9:24).

Jaime solía dejar todo para la última hora. Siempre llegaba tarde a sus compromisos. Necesitó, cierto día, hacer un viaje al exterior. Compró los billetes — mucho caros — y preparó todos los documentos para esperar el día del viaje. Pero, como era su costumbre, salió de casa tarde, bajó del taxi corriendo y corrió lo más rápido que puede. Cuando llegó al portón de embarco, estaba cerrado. Alguien le dijo: “Usted no corrió lo bastante”. Él, lamentando, contestó: “Corrí mucho, sí, pero empecé a correr mucho tarde.”

Y nosotros, ¿como está nuestra corrida para la salvación y la vida eterna? ¿Muy despacio o aún ni empezamos a correr? ¿Somos aquéllos que dejan todo para la última hora y que creen que Dios es apenas para los viejos que nada más tienen a hacer en ése mundo? Es posible que empecemos a correr muy tarde, como Jaime, y corremos el riesgo de encontrar la puerta cerrada.

Quien empiece a buscar el Señor temprano, no necesita correr, evitará sustos espirituales y se quedará libre de encontrar el portón cerrado.

¿Cuándo usted va a empezar a correr? ¿O ya está andando despacio y tranquilo en la presencia de Jesús?

Visitas: 0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *