Para reflexionar… Fundamento Bien Construido

“Semejante es al hombre que edifica una casa, el cual cavó y ahondó, y puso el fundamento sobre piedra; y cuando vino una avenida, el río dio con ímpetu en aquella casa, mas no la pudo menear, porque estaba fundada sobre piedra” (Lucas 6:48).

Un hombre llamó a su albañil de confianza y le pidió para construir una azotea en su casa. Él lo quería para reunir amigos siempre que hubiese un motivo para festejar alguna cosa. El albañil, antes de comenzar la obra, verificó la estructura del inmueble y dijo al dueño de la casa: “No puedo construir una azotea aquí. La casa no tiene fundamento listo para la obra. Solo podré construir lo que usted desea si, en primer lugar, construir un fundamento.”

¿Y la construcción de nuestra casa espiritual? Sin una fundamento sólido, nada es posible. Delante de cualquier viento o tempestad, todo caerá. Sin lo fundamento adecuado, no hay seguridad alguna.

Nuestra vida necesita estar edificada en la persona y en las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo. Cuando confiamos todo a Él, estamos seguros y nada podra nos hacer caer. ¿Problemas? Tendremos… ¿Luchas? Tendremos… ¿Frustraciones? Tendremos… Pero, la certeza de la victoria nos animará y no nos dejará perder las esperanzas y ni desalentar. Cristo es el fundamento para una vida espiritual sólida e inquebrantable. Cristo es el fundamento para la verdadera felicidad.

¿Su casa espiritual posee un fundamento confiable?

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