¿Es útil la educación continua de adultos?

¿Es útil la educación continua de adultos?

Autor: Julian Lloret

 

La educación continua de adultos es un término descriptivo del concepto o la filosofía de
educación que está ganando mucho apoyo con el fin de llenar las crecientes demandas en la
capacitación de adultos para el comercio, la industria, y otras organizaciones. La necesidad
común en estas organizaciones es la de actualizar continuamente las competencias de su personal
en esta época de rápido avance en tecnología y conocimiento.
Por fuerza esta capacitación es a corto plazo y está enfocada directamente en la necesidad
específica de los aprendices. Ellos exigen resultados inmediatos porque están aplicando lo
aprendido diariamente en su trabajo. Resulta entonces que estos mismos principios también son
muy apropiados en la capacitación de liderazgo para las iglesias de América Latina
Es importante recordar que a veces estos principios se consideran equivalentes al método noformal
de educación, pero no es así. Los programas no formales (a veces llamados educación
popular) han aprovechado bien los principios de esta filosofía, es decir la andralogía; pero lo
cierto es que esos mismos principios son aplicables en cualquier programa educativo, sea formal,
no-formal, o informal. Los principios enfatizan más el cómo del aprendizaje en los adultos que
el pensum o la organización de la educación. Llama aún más la atención la similitud entre estos
principios y la manera como nuestro Señor Jesús capacitaba a los doce discípulos.
Los distintivos de estos principios se concentran en el diseño, es decir el cómo del proceso de
enseñanza-aprendizaje dirigido específicamente a los adultos, quienes por su edad y experiencia
en la vida, pueden contribuir más directamente al proceso. Por lo contrario, el diseño del proceso
educativo para niños y adolescentes es diferente, porque ellos carecen de la experiencia y el
entendimiento de un adulto. De manera que más y más, el término pedagogía se refiere
estrictamente a la educación de niños y adolescentes, y el término andragogía se refiere a la
educación de adultos, siendo dos procesos muy distintos. Ahora son reconocidas tanto la
andralogía como la pedagogía como especializaciones en las facultades universitarias de
educación.
La educación de adultos, es decir la andralogía, se basa en el diálogo entre maestro (o facilitador)
y el que quiere aprender. Diálogo quiere decir “la palabra entre varias personas”. Este proceso
de diálogo llega a ser puente entre los adultos que ayudan unos a otros en el aprendizaje. Todos
participan en el proceso, ninguno es sólo receptor pasivo de información. El trabajo en equipo damayor resultado que la suma de lo que cada uno puede hacer a solas. Este intercambio resulta en
la sinergía en el grupo.
Por otro lado, la educación normal en escuela, colegio y aún en la universidad es como una
escalera en que los estudiantes ascienden grado por grado hacia mayores niveles de
entendimiento y reflexión. Por último los padres de familia y la sociedad en general componen
una tercera forma de educación: el informal, que es el mismo medio ambiente en el cual la
persona es formada en sus valores y manera de pensar. Cuando proponemos diseñar un
programa de capacitación tenemos que tomar en cuenta que todos somos producto de estas tres
formas de educación, y que ellas ejercen influencia en nosotros continuamente. Cada forma tiene
su contribución en nuestra vida. Nosotros los educadores hemos de buscar aprovechar las formas
más apropiadas para la capacitación de líderes en las iglesias.
Para resumir estos párrafos: Son tres métodos o formas de educación; formal, informal, y no-
formal. Los principios de andralogía, la educación de adultos, pueden ser aplicados en los tres
métodos.
Los principios en la educación de adultos, la andralogía
Jane Vella, educador y autor, ha publicado tres libros sobre la filosofía de la educación de
adultos. Los libros son de enfoque netamente práctico, ya que ella escribe después de más de 40
años de experiencia en la docencia a nivel mundial. Ahora es director de Socios Mundiales en el
Aprendizaje (Global Learning Partners), una organización dedicada a la capacitación de
entrenadores en organizaciones comerciales y religiosas en todo el mundo. Estas entidades están
mejorando constantemente las competencias de su personal, tanto los obreros como los
supervisores y entrenadores. Ella escribe al respecto: “La vía de entrada a la educación de adultos
basada en estos principios (las múltiples facetas del diálogo) reconoce que los adultos tienen
suficiente experiencia en la vida como para dialogar con cualquier maestro sobre cualquier tema.
Ellos aprenderán mejor los nuevos conocimientos, actitudes, o competencias en el contexto de
sus propias experiencias en la vida.” (Learning to Listen, Learning to Teach, The Power of
Dialogue in Educating Adults [Aprendiendo a Escuchar, Aprendiendo a Enseñar, El poder del
Diálogo en la Educación de Adultos], Jane Vella, Jossey-Bass Publishers, San Francisco, 1994;
p. 3; from Knowles, 1970)
A continuación se presenta un breve resumen y algunas aplicaciones de los doce principios de
Vella. En el libro se presentan en el contexto de doce cursillos que ella enseñó y que sirven para
ilustrar en forma realista los principios en su aplicación o su falta de ello.
1. Evaluación de necesidades:
Los que han de aprender participan en planear lo que han de aprender. Es el pensum basado en
las necesidades y mucho más. La aplicación de este principio resulta crítica en el caso de los que
apenas están comenzando un proceso de capacitación de liderazgo. Si ellos han de perseverar en
ello, es esencial que los estudios estén tallados a sus circunstancias y pasiones en ministerio.2. Sentirse seguros en el proceso de aprendizaje:
Está bien hacer preguntas y expresar opiniones en el estudio. La libertad del debate es básica, y
es responsabilidad del maestro fomentar este sentir de libertad y seguridad.
3. Relación sana en el diálogo entre aprendiz y maestro:
Es necesario sentirse seguro; un ambiente de respeto mutuo caracterizado por escuchar
atentamente el uno al otro, intercambio libre, y humildad.
4. Secuencia y refuerzo en el proceso:
En el diseño, el estudiante pasa de lo fácil a lo más difícil; de lo simple a lo complejo, de lo
conocido a lo desconocido y con tiempo suficiente para repaso, refuerzo, y retroalimentación.
5. Praxis:
Praxis es más que práctica o ensayo. Es un ciclo continuo de aprendizaje: de reflexión o
asimilación; luego hacer o aplicar lo que uno está aprendiendo; de allí uno vuelve a reflexionar
sobre los resultados, hace los ajustes necesarios, y vuelve hacer o aplicar el conocimiento o
competencias, o actitudes en vía de aprenderse.
6. Respeto para el que aprende como sujeto en el proceso, no el objeto del proceso:
Como sujetos, los aprendices son participantes activos en el proceso, en lugar de ser objetos de la
enseñanza o receptores pasivos de conocimientos. Los adultos quieren participar en las
decisiones sobre qué, por qué, cómo, y cuándo ellos aprenden.
7. Aprendizaje incluye ideas (conocimientos), sentimientos (actitudes), y acciones (el hacer o el
aplicar lo aprendido):
El aprendizaje es más que conocer algo; implica el uso apropiado del conocimiento; tal como el
oir o escuchar implica responder u obedecer. El conocimiento queda inactivo a menos que por
los sentimientos o las actitudes una acepta la importancia y relevancia del conocimiento.
Además uno por voluntad propia tiene que responder activamente o cambiar su manera de
pensar ante el nuevo conocimiento. Es un error asumir que al recibir un conocimiento uno lo
aplica apropiadamente en forma automática. El conocer junto con el sentir y el responder son
partes del aprendizaje, y el diseño de la enseñanza tiene que incluir las tres.
8. Uso inmediato:
Los que estudian quieren ver luego la utilidad de lo que están aprendiendo, sean conocimientos,
competencias, o nuevas actitudes en ministerios. Es importante que el por qué y el para qué sean
claros a cualquier nivel de estudio, pero mucho más en los que comienzan el proceso de
entrenamiento para ministerio. Los candidatos para liderazgo laico tienen trabajo a tiempo
completo para sostener y cuidar a la familia. Los días ya están sobrecargados sin pensar en
ministerios. Requiere gran disciplina de tiempo y energía hacer lugar para estudios. Así que los
estudios deben ser de uso y relevancia inmediatos. De otra manera será difícil darles la prioridad
que merecen. Los buenos resultados en cualquier esfuerzo desarrollan perseverancia. Para
comenzar la selectividad en los estudios y su relevancia evidente son más deseables que los
estudios que cubren en forma exhaustiva un tema.9. Papeles definidos del aprendiz y el maestro:
Los dos son socios iguales en el proceso, pero ejercen papeles (roles) distintos en el transcurso de
los estudios. El maestro tendría un papel consultivo en la selección de lo que se va a estudiar,
mientras el alumno tiene un papel decisivo. Para el diseño del curso (el cómo), el maestro tiene
la palabra decisiva mientras el alumno ocupa el papel consultivo. Es responsabilidad del maestro
mantener la claridad de su papel en cada fase y el diálogo abierto y cooperativo.
10. Trabajo en equipo:
El trabajo en equipos pequeños de estudiantes es un principio y también un proceso; un método
del maestro y del estudiante. Provee la seguridad de responsabilidad compartida entre el grupo
de alumnos donde a veces hay más credibilidad que entre alumno y maestro. La meta en el
trabajo en equipo no es la formación de un equipo ideal con cada miembro ubicado a la
perfección. La meta es que el adulto desarrolle una actutud positiva hacia el trabajo en equipo,
actitud necesaria en todas las actividades de la vida. Tal “espíritu de equipo” requiere humildad
y la disposición de escuchar a los demás y ayudarse unos a otros.
11. Compromiso firme:
El que quiere aprender tiene que participar activamente en el proceso. Un espectador pasivo
debilita la motivación y entusiasmo de los demás. Cuando no hay buena voluntad y compromiso,
mejor que tal persona se retire del curso. En algunos casos habrá necesidad de firmar un contrato
de compromiso en un cursillo intensivo donde la cooperación 100% es esencial.
12. Responsabilidad:
El maestro que diseña el estudio es responsable ante los estudiantes de ver que ellos “saben que
lo saben” porque pueden hacer o aplicar lo que han aprendido. “Esta responsabilidad es uno de
los principios más importantes en la educación de adultos. El diseño del proceso educativo debe
dar resultado en los que aprenden. Lo que se propone enseñar, se debe enseñar. Lo que se ha de
aprender, debe aprenderse. Las competencias prometidas tienen que ser evidentes; el
conocimiento ofrecido debe manifestarse en la manera de hablar y razonar de parte del
estudiante. Esta clase de responsabilidad es un principio integrante-resultado del uso de los otros
principios y el comienzo de la acción [aprendizaje].
PARA NUESTRA CONSIDERACIÓN COMO EDUCADORES
Algunas implicaciones saltan a la vista al pensar en la aplicación de estos principios; entre ellos:
Requiere de una labor intensiva.
Enfatiza estudios a la medida del aprendiz.
Prefiere selectividad y relevancia más que generalización extensa.
¿Cuáles ideas (en los principios descritos arriba) hicieron impacto en usted? Tome ahora unos
minutos para recordar algunas de las experiencias mas significativas en su educación. ¿Cuáles
factores hicieron que esas experiencias fueran especiales para usted? ¿Habrá sido la aplicación
sabia de algunas de aquellos principios?Observo que cuando nos detenemos a reflexionar en estos principios y verlos por escrito,
parecen ser tan obvios, con sentido común, y fundamentales en la educación eficaz. Pero a veces
olvidamos lo básico y necesitamos una llamada de atención fuerte para volver a lo fundamental
del ministerio.
Considero que estos principios forman en gran parte el corazón metodológico de nuestro
ministerio. Casi la totalidad de nuestro trabajo es de naturaleza educativa. Desde el estudio
bíblico evangelístico en casa hasta los estudios a nivel doctoral, estamos ayudando a los adultos a
aprender la verdad para luego aplicarla y obedecerla.
Es más, para los que apenas comienzan en la vida cristiana y para los laicos que quieren entrar en
ministerio, no podemos hacer menos que ayudarles a aprender de la manera mas relevante y
eficaz. Así tenemos la esperanza de acelerar el proceso de capacitación de liderazgo en las
iglesias. Donde las iglesias crecen, las demandas de un liderazgo capacitado crecen, y en la
actualidad, estamos atrasados.

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