Drama/títeres para ensenar Lo bueno de ser madre

Lo bueno de ser madre

por Titeres Jesus Es Tu Amigo

 

Propósito: Ejemplo de protección humana y divina

Personajes: José Pichucho- José- Paula- Mamá- Tía Clara

Escenografía: Primera parte – el patio de una casa. Segunda parte  el interior de una casa.

 

-Música-

José pichucho: Ya voy, no es necesario que me griten, ¡¡no estaba dormido!! ¿Para qué me querían? Ah. ¿qué tal chicos? ¿Bien? Me parece excelente entonces, les voy a presentar una obra de teatro. Miren, aquí entre nos y no es que yo sea chismoso, pero resulta que en esta casa, vive un chico que es terrible. Bueno mejor mírenlo ustedes mismos, no se vallan… (Se va)

-(La escena es en un patio donde se ve una soga para la ropa. La mama viene con ropa en la mano)-

Madre: No puede ser, entre más lavo, él más ensucia. Me la paso diciendo todo el tiempo ¡No te ensucies la ropa! Y tienes ropa para jugar, pero no te tienes que poner la otra ropa, la que tiene para salir. Ahora no sé qué te vas a poner para ir a la casa de la tía Clara, y yo lavo y lavo, y él, ensucia y ensucia, y ni siquiera le importa si a su madre le duele la espalda. ¿Chicos no vieron la ropa que lave? ¡José ven para acá! ¡Ven para acá!  ¡¡José!!

-(Entra José corriendo)-

José: ¡Si vieja!

Madre: ¿Cómo que vieja? Se dice si mamá. Vieja, viejos los trapos. ¿Me quieres decir dónde estabas que no me escuchabas?

José: Estaba bañando el gato.

Mamá: ¿Bañando el gato? Pero los gatos no se tienen que bañar, ellos se lamen solos con la lengua y ese es su baño. Nosotros no tenemos que bañar a los gatos, ¿verdad chicos? A ellos no les gusta.

José: Pero nuestro gato no tiene ningún problema con que lo bañe, el problema es después.

Mamá: ¿Y cuál es el problema?

José: Secarlo, no se deja que lo exprima, es un gato rebelde…

Mamá: ¿Pero será posible que mi hijo haga cosas así? Anda a soltar ese gato, por favor ¡anda a soltarlo!

José: No, que me muerde.

Mamá: ¡Anda a soltarlo!

José: ¡No… No… No!

Mamá: Ven para acá te voy a dar una…

José: ¡No vieja, no!

Mamá: ¡No corras, cobarde!

José: ¡No!

-(Y corriendo se va, tira la ropa que estaba colgada)-

Mamá: ¡Oh! ¡Mi ropa, otra vez voy a tener que lavarla! ¡Escuincle me la vas a pagar! (Sale llorando)

José Pichucho: Estimado público, esto que han visto es lamentable. ¿Veamos lo que ocurre?

Voz Mamá: ¡Vamos chicos, apúrense, no quiero llegar tarde a la casa de la tía Clara!

Voz Paula: ¡Mamá, mira a José!

Voz Mamá: ¡José! ¡Deja en paz a tu hermana!

Voz José: ¿Y yo qué hice?

Voz Paula: Mamá, mira, mira…

Mamá: A ver hijita, ¿qué te hizo ese salvaje? (entran en escena) ¿Qué te ocurre hija mía?

Paula: Mamá, mira, me pegó un chicle en el cabello, bua… bua… como me duele, bua… bua…

Mamá: ¡Hija! (abraza)

Paula: ¡Mamá! (la abraza)

Mamá: ¡Paula!

Paula: ¡Mamá!

Mamá: ¡Paula!

Paula: ¡Mamá!

José: (Entra imitándolas a las dos) Mamá, Paula, mamá, Paula…

-(Se da cuenta que las dos lo están viendo y están muy enojadas, así que aminora el volumen de burla y sale corriendo perseguido por la madre y Paula con quejas y ruidos)-

 

José Pichucho: ¿Vieron como es este chico? Ya hizo dos en un día. ¿Qué pasará en la casa de la tía Clara?

-(La escena transcurre en la casa de la tía Clara. Entra la mamá)-

 

Mamá: Yo no entiendo a este chico. ¿Por qué no se porta bien? Si no le cuesta nada, lo único que le pido es que cuide la ropa, que no se pelee con su hermana, que nos respete a su padre y a mí… En fin, que se porte bien, pero no, hace todo lo contrario. No sé lo que voy a hacer. Ya sé, sé lo que tengo que hacer: le voy a pedir al Señor que me enseñe y me ayude a tener paciencia. Dios me lo dio y yo soy responsable de su educación.

-(Se va hacia un rincón y entra Paula muy enojada)-

 

Paula: ¡Mamá! ¿Vistes lo que hizo ese loco?

Mamá: Si, pero no le digas loco a tu hermano, respétalo. Yo los quiero a los dos igual, y si tu hermano tiene problemas, hay que ayudarlo.

Paula: Estás viendo como es conmigo, ¿y me dices que hay que ayudarlo? Esto es el colmo. Yo no entiendo nada, así es que mejor me voy afuera, adiós.  (Sale)

Mamá: Paula… No, si yo no doy una con estos dos, resulta que ahora se me enojó ésta. No sé qué pasa con Clara que no llega. Paula se fue toda enojada, José que no sé dónde estará. ¡Esto parece casa de locos! Voy a ver a la recamara… (Sale)

 

-(Entra la tía clara)-

Tía Clara: Ay, cómo pesa esta bolsa y qué colas en la feria, qué cansada estoy y toda sudada, menos mal que mamá me hizo tan linda que si no, no me imagino que mal me vería. Lo que pasa es que todo me queda bien a mí, no como mi hermana que está hecha un desastre, por esos niños que tiene, pero ¿Y esta ropa? ¿De quién es? Una cartera, un bolso. Perdón ¿ustedes saben de quién es todo esto?

-(Espacio para que contesten los chicos , entra la hermana)-

 

Mamá: ¡Clara!

Tía Clara: ¡Hermana!

Mamá: ¿Qué te pasa? Te veo sorprendida. ¿No te dije que venía?

Tía: No, pero justo estaba pensando en voz alta de ti y de tus hijos.

Mamá: Hay no me hables de esos dos. Paula está celosa y José…

Tía Clara: ¿Qué hizo?

Mamá: ¿Qué hizo? Mira, te cuento la última. Se puso a jugar con la manguera del jardín e hizo un cochinero, rompió las plantas, mojó al gato, manchó la entrada con los pies, las paredes con las manos sucias, mojó a dos personas que pasaban por la calle…

Tía Clara: Qué desastre. ¿Y qué le dijo su padre?

Mamá: Nada, ¿Qué le va a decir?

Tía Clara: ¿Cómo que nada? Te hace un desastre en la casa, ¿y no le dice nada? Bueno, en fin yo no me meto total, no fue en mi jardín, ¡fue en el tuyo! Porque fue en el tuyo, ¿verdad? ¿Fue en el mío? ¿Fue en mi jardín? (la mamá asienta con la cabeza) ¡Quiero verlo, quiero verlo!

Mamá: ¿Quieres ver tu jardín?

Tía Clara: No, quiero ver a tu hijo. ¡¡Cuando lo vea, lo voy a agarrar a patadas!!

Mamá: No, espera, ya lo mandé al lavadero a limpiarse los zapatos.

Tía Clara: ¿Al lavadero? ¿Lo mandaste al lavadero? Pero tengo una pila de ropa que acabo de planchar. Tengo que ir antes de que haga otra de las suyas.

Mamá: Espera, espera, cálmate que yo lo voy a buscar.

-(La madre se va para el lado donde se fue José)(La tia se queda en escena y se escucha lo que hablan la hermana con el hijo)-

Voz Mamá: José, ¿qué estás haciendo? ¿Y toda esa ropa qué hace aquí?

Voz José: Espera mamá, no te exaltes. Yo te lo puedo explicar. Mira, vine a limpiarme los zapatos como tú me lo habías dicho y cuando me quité el zapato, salió volando y cayó sobre la tabla de planchar. Cuando fui por mi zapato, sin querer empujé una pila de ropa que no sé quién puso ahí, y se me cayó.

Voz Mamá: ¿Qué sé té cayo?

Voz José: El zapato

Voz Mamá: Ah, ¿Y la ropa?

Voz José: ¡También!

-(Aparece en escena tía Clara y José)-

Tía Clara: ¡Mi ropa!

José: ¡Espera! ¡Espera! ¡Yo levanto la ropa!

Tía Clara: Bueno, por lo menos no te escapaste para no ayudarme.

José: Sí, pero me parece que vas a tener que ponerla al sol otra vez.

Tía Clara: ¿Por qué?

José: Porque se mojó toda.

Tía Clara: ¿Cómo que se mojo?

José: Y pues, tú sabes con las manos sucias y lo de los zapato, pues también se ensució.

Tía Clara: ¡Ay no! ¡Me da! ¡Me da! ¡Me da! Ahhh (se desmaya)

José: ¡Mamá! La tía Clara se desmayó, o sé durmió…

-(Y se va a buscar a la madre por el otro lado-)

Voz José: ¡Mamá, mamá!

-El escenario queda vacío. Viene la madre y se asusta porque ve a la hermana en el suelo-

 

Mamá: ¿Clara? ¡Clara! ¿Qué te pasó? Deja, te echo aire. (La abanica con la mano).  Ay, no se levanta chicos, por favor griten: Clara, Clara, Clara. (Se espera la reacción de los chicos) Clara, Clara. y levanta suavemente)

Tía Clara: ¿Dónde estoy?… ¿Dónde estoy?… Ay, como me duele la cabeza…

Mamá: Te desmayaste por lo que hizo José.

Tía Clara: José, José (grita) déjame que lo agarre y vas a ver cómo lo dejo. (Sale)

-(Sale y la madre detrás de ella)-

 

Mamá: Tranquila, tranquila, lo hizo sin querer.

-(Siguen buscando a José atrás del escenario)-

Voz Tía Clara: ¡Ah, té encontré!

Mamá: ¿Qué hiciste con la ropa?

José: Yo… Pues la estoy arreglando, a ver, esto va aquí, esto también, estoy no, no esto sí, esto no. Esto no.

-(Y tira pedazos de ropa por el aire)-

Tía Clara: Ven a ver lo que tu hijo está haciendo con la ropa. ¡Ven para acá niño!

Mamá: Espera ahorita mismo, yo lo agarro. ¡Ay! Se me escapó!

José: Ay, mi madre ya me voy, porque si no… Adiós.

-(Todos corren hasta que José desaparece y quedan las dos en escena)-

 

Mamá: ¡No puede ser! ¡Desapareció!

Tía Clara: No te digo, este escuincle es un mañoso, casi lo agarro, pero ay, ya me cansé.

Mamá: Pues claro con esa corrida que te aventaste, ya no tienes la misma edad que antes.

Tía Clara: ¿Perdón? Pues déjame que te recuerde, que soy la menor.

Mamá: Sí, ya sé.

Tía Clara: Y la más ordenada.

Mamá: Sí, ya sé.

Tía Clara: Y la más coqueta…

Mamá: Sí, ya sé y la más traviesa…

Tía Clara: Si ya sé, ¿Cómo? Claro que no…

Mamá: No, ¿No te acuerdas cuando pusiste él cerillo prendido en el zapato de la prima Eustaquia?

Tía Clara: Si, y me acuerdo cómo corrió para encontrar agua, pero en verdad me equivoqué y lo reconozco.

Mamá: Ah, muy bien, ¿Lo reconoces?

Tía Clara: Si, fui muy tonta, le hubiera prendido los dos zapatos.

Mamá: Pero ves, eres increíble. ¿Y todavía te quejas de José? Pobrecito.

Tía Clara: ¿Pobrecito? ¿Después de todo lo que hizo?

Mamá: Bueno, pero yo te voy a ayudar, vas a ver, entre tú Paula y yo, arreglamos la ropa sucia.

Tía Clara: Eso, Paulita si es una señorita, hecha y derecha.

Mamá: Capaz que hasta José nos puede ayudar.

Tía Clara: No. ¿Qué, quieres que se nos inunde la casa?

Mamá: ¡Ay, ya perdónalo!

Tía Clara: Bueno, teniendo en cuenta mi nobleza de mujer, mi amor por los niños, mi gran paciencia, mi…

Mamá: Sí, tu modestia también.

Tía Clara: Sí, modestia humildad. Gracias.

Mamá: ¿Lo vas a perdonar?

Tía Clara: (Se queda pensando) Mmmmm ¿Qué hago chicos?, ¿Lo perdono o no? (espera). Bueno está bien lo perdono. Desde ahora tendré paciencia, amor, paz en mi vida y no habrá nada que me inquiete. Después de todo, ese niño es una creación de Dios.

Mamá: ¡Bien clara!

-(Entra Paula)-

 

Paula: Hola tía, ¡beso, beso!

Tía Clara: Ay querida Paulita, cuánto te quiero. Ven acá. (beso)

Paula: Tía, el jarrón ese que tenias en la repisa, ¿es antiguo?

Tía Clara: ¡Sí, nena! Mira ese jarrón se lo regaló mi abuelo a mi padre y mi padre me lo regaló a mí y es carísimo, debe tener más de 100 años, es una joya. ¿Por qué la pregunta?

Paula: Porque ya no está más en la repisa.

Tía Clara: ¿Cómo y dónde está?

Paula: Hecho pedacitos por el suelo. José se puso a jugar al malabarista y pensó que el jarrón rebotaba. Pero no rebotó. Pensaba que era de goma. ¿Tía, estás enojada?

Mamá: Clara, ¿estás enojada? Tranquilízate, acuérdate de lo que acabas de decir.

Tía Clara: No hermanita, solo son niños, tengo que entenderlos y comprender que tienen tanta energía que a veces acurren accidentes.

Mamá: ¿Te sientes bien?

Tía Clara: Si, tan bien que voy a jugar a la pelota.

Mamá: ¿Vas a jugar a la pelota? ¿Con qué?

Tía Clara: ¡Con la cabeza de José! (sale corriendo) ¡José ven acá, cobarde!

Mamá: Ven, Clara tranquila… (sale)

 

-(Mientras todos corren a José, Paula se dirige al publico)-

 

Paula: Señores padres, ha llegado la hora de hablar a protección al menor y yo no me quiero perder el final. (se da vuelta y vuelve) No se pierdan la próxima obra que se llama La familia Clementi, eso si no estoy segura de que José aun siga vivo, hasta pronto. (Sale)

 

Fin

 

 

Visitas: 9

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *