Una historia de protección completa de Dios…

Sucedió unos meses atrás, una familia completa se dirigía del Salvador hacia México vía tierra…decidieron irse así pues llevaban unos perritos con ellos, vendieron todo lo que tenían e iban a instalarse a otro país…
En el trayecto aún en territorio Guatemalteco fueron intersectados por un grupo de personas enmascaradas y armadas quienes fuertemente, bajo amenazas de gritos y golpes…les obligaron a bajar del microbús que los llevaba a punta de armas les amenazaron, golpearon y dijeron que tenían órdenes de matar a los adultos y dejar vivos a los niños…
Los asaltantes les gritaban que no los miraran, a uno de los jóvenes que iban entre los pasajeros lo golpearon por eso, el siendo jóven y no habiendo pasado por tremenda situación los miró y lo golpearon y amarraron al igual que a sus hermanos, su madre y padre y las otras dos personas que les acompañaban…
La madre les suplicaba en nombre de Dios que porfavor no les hiciesen nada, que se llevaran todo lo que llevaban pero que porfavor no los matase, el padre fue tagante y les preguntó:¿Nos van a matar?, los hombres sin ningún escrúpulo le dijo que tenían órdenes de quitarles las cosas que llevaban y de matar a los adultos, que solo dejarían vivir los niños…
Fue así como aquella madre comenzo a hacer sus oraciones con Dios, a pedirle que porfavor no les pasara nada, en su mente pasaban muchas cosas, recuerdo la primera vez que me contó la historia, y siempre grabe en mi mente cuando me comentaba que le decía al Señor: “Se que no es tu voluntad que nuestra muerte sea en manos de estas personas”, hace poco mientras hablamos y me comentaba nuevamente la historia, me decía que lo que más feo sentía era que a su padre, un Señor ya entrado en edad, le hablesen por teléfono en El Salvador para decirle que fuera a recoger el cuerpo de su hija y su familia…pensaba en las historias de los indocumentados…obviamente ella iba con sus papeles en regla al igual que su familia…pero en fin la historia era similar para ella…el fín que veía venir no era alentador…aún así gritaba, “yo rezaba me decía”…le pedía a Dios que nos ayudara…
Los hombres al rato de tenerlos amarrados y vendados, tirados en el suelo, recibieron una llamada, en la que les decían que se habían equivocado de personas, que no eran ellos a los que debían matar…que no les hicieran nada…
Fueron grandes noticias para ellos, sobre todo porque estaban a la incertidumbre, esperando en Dios un milagro…el cual no siempre es como nosotros pensamos, pero en fin siempre llega…así…los hombres les dijeron que no se quitaran las vendas de los ojos, que se estuvieran ahí por tres horas y que ni se atrevieran a denunciar, pues ellos tenían gente en todas partes…
Así lo hicieron…esperaron el tiempo que consideraron, los hombres ya no se encontraban cerca, y tan pronto pudieron y solo con las únicas referencias que estos hombres les dejaron: A la izquierda es El Salvador, a la derecha México…continuaron y atravesaron la frontera, pues sus papeles no se los quitaron, únicamente dinero y pertenencias…
Así llegaron hacia un lugar después de cruzar la frontera de México, en donde una señora les pedía cuarenta pesos y así les prestaba su teléfono para llamar, ellos le decían que no tenían nada, por fín pudo llamar a los familiares de su esposo en México y pudieron salir de aquellas tres o cuatro amargas horas…que cambiarían sus vidas y les hicieron pasar momentos en los que solo Dios pudo hacerlo todo…
Recientemente me contaba, y me decía “Yo sentí que en esos momentos mientras estaba atada de manos, con mi hijo pequeño también atado junto a mí, y todos no sabía como estaba, solo oía a mi hija llorar, y todo lo que ocurría me decía…pude sentir como Dios estaba a la par mía”…
Obviamente no puedo dar nombres, no puedo decir quienes son…pero Dios si lo sabe, fue Dios quien los cuidó y guardó, la historia es más dura…pero como le dije a esta mujer mientras hablamos hoy a distancias enormes…efectivamente fué Dios quien los cuidó…porque como le dijeron a ella, aquí no dejan a nadie con vida, y Dios si permitió que ellos hoy aún lo estén…
Y es que Dios es el único que hace cosas que para algunos podrían ser historias de películas, en las que dificilmente saldrían con bien…y es siempre que Dios está cerca de todo aquel que le clama, que le busca, y que sabe que el es Dios y su única salida…
Pueda que las dificultades abrumen, los problemas no tengan salida, que la enfermedad parezca que gana el juego, que el miedo aterroriza una vida…pero aún y con todo eso, Dios siempre está ahí…el es Bueno, el es Misericordioso, no hay otro como el, cuando nadie puede hacer nada, cuando todas las personas se van, cuando todos dicen ya no doy nada por tí…el siempre lo da todo, nunca se va, siempre está presente…y cuando más solo piensas estar…es cuando el más cerca se encuentra…
No hay otro como Dios…no hay otro como Jesús…si todas las personas: Desde Políticos, religiosos, la sociedad entera…entendiera que la solución no la tienen las personas, que las batallas se ganan solo confiando, orando, creyendo, esperando y clamando…entenderían que Dios es suficiente para cambiar todas las cosas…pues solo con su venida a este mundo haciendose pequeño, haciendose niño…Jesús pudo cambiarlo todo…
No hay mayor protección que el…en el estamos confiados, y aún algunas veces para el mundo y las personas en general podemos estar derrotados, pero solo Jesús sabe cuando todo hará…porque el todo lo puede hacer…
El fue el que protegió esta familia…el es quien si tu llama, clamas, buscas, está, escucha, y según su voluntad la cual es buena, agradable, perfecta…responde…muchas veces no nos da lo que queremos, pues solo el sabe lo que nos conviene, y tiene cosas mejores para darnos, siempre cerca de el…
Dios es bueno, el es protección, el es sobrenatural…hace todo lo que nuestros ojos naturales ven y más allá de eso…porque todo lo sobrenatural es obra suya…Solo el puede hacerlo todo…y nosotros sin el nada podemos hacer…el es bueno…y a el nos encomendamos sus hijos, pues sabemos que nuestra protección no viene ni de policías ni de vigilantes, ni de ministerios de seguridad ni de presidentes…nuestra seguridad está solo en él…y solo en el esperamos sus hijos…
…por
…Cristina Hidalgo de Marroquín

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