Fui citada junto con mi esposo por la maestra de mi hijo, debido a que el es muy muy inquieto, el no tiene fin jugando y ese es el mundo obviamente de un pequeño como el…el dia que fuimos la maestra quiso que el estuviese presente para que el no fuera a decir que nada de lo que el decía no era cierto…
Mi hijo estaba sentado con una mirada de todo un “acusado”, yo deseaba abrazarle pero no podía hacerlo, ya suficiente me dicen que por mi el es todo un consentido, escuché todo lo que decía la maestra, mi esposo miraba fijamente a mi hijo y el no negó absolutamente que le gustaba platicar mucho, que se ha estado parando en las clases y que juega fútbol interminablemente…
En ese momento sentí tanto amor por mi hijo, deseaba que no le pasara lo que le pasaba, yo se que le gusta jugar, pero sabiendolo llevar el trabaja, porque el es así un niño que juega y juega, rie, es libre y felíz…y en mi interior con todo mi ser quería abrazarle…
Se que hay que corregir a nuestros hijos, decirles que es correcto y que no, pero la sensación de estar en medio siendo juzgado me causó un sentimiento que parecerá exagerado para algunos pero no es así…simplemente mi amor por el me hacía ver que no queria volver a verle en esa situación y que trabajaríamos más duro para evitar que esto sucediera…
Cuando nos fuimos decía para mí, Señor tu dices en tu palabra que nosotros siendo malos podemos desear cosas buenas para nuestros hijos, cuánto no tu que eres Dios y que tu amor no se parece en nada al amor que nosotros podemos tener…
Tu amor no tiene límites, no tiene forma de medirse, y sin embargo no gustas de ver que estemos mal, por eso tu mismo nos has puesto los límites de lo que nos conviene y que no…
No dudo que tu amor es grande, si nosotros que somos imperfectos, fallamos podemos tener esa capacidad de amar, que grande es tu amor, que grande es tu misericordia, que imensa es tu gloria…
Solo habiendo conocido tu amor, caminado en tus caminos, y recibido de tu gracia, misericordia y perdón podemos conocerte aún más…pero más aún sabiendo que tu eres mayor que todo eso…tu amor no tiene límites…y no nos ves como nosotros como padres vemos a nuestros hijos…tu Jesús…eres mayor que todo eso…
…Por
…Cristina Hidalgo de Marroquín
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