Mi tiempo con DIOS…en 6sencillos pasos

Mi tiempo con DIOS…en 6sencillos pasos

1-        Ora a Dios para que en los próximos 10 MINUTOS hable directo a tu corazón.
Abre tu Biblia en: Salmo 89:1 “Dios mío, siempre alabaré tu gran amor, que nunca cambia; siempre hablaré de tu fidelidad, ¡Tan firme como el cielo!”
2-    Lee la siguiente historia : “Cristóbal quiere volar”
Esta es la historia de Cristóbal. (Ojo! Su apellido no era Colón). Cristóbal era un poco travieso. Y su madre siempre lo retaba, pues las cosas que le gustaban hacer, eran siempre riesgosas.
 Su familia tenía un hermoso cabecita negra llamado “Piolinete”. Este pajarito vivía en una jaula, que más que jaula parecía una cucha de rejas, porque era muy espaciosa. Piolinete volaba libremente, bueh! Casi libremente! Por toda la jaula.
A Cristóbal le gustaba ver cómo volaba su mascota y un día se preguntó por qué no podía él tener la misma experiencia. Volar seria asombroso y muy útil para escapar de los castigos que le ponía su mama.
Pensó que el único problema era que él no tenía alas asique tomó a Piolinete de un ala, escabulló sus dedos para tomar una pluma del ala y tiró con fuerza. Aunque Piolinete piaba y piaba sin parar, su mamá no lo oía.
Cristóbal pensaba que aún le faltaba otra pluma pero no era así. De repente la madre de Cristóbal escucha que alguien estaba jugando con la jaula de Piolinete. Ella pensó rápidamente que le estaban robando asique tomó la escoba y se acercó en puntas de pie. Cuando estaba a punto de pegarle al supuesto ladrón en la cabeza, vio que era su hijo, Cristóbal y le dijo, bueno, más bien le gritó:
 -¡Cristóbal! que haces???? Te dije mil veces que no le arranques las plumas a Piolinete!!
-Mamá, interrumpió Cristóbal. Yo quiero volar!
-Volar?? No tienes alas! E intentándolo te puedes llevar el susto de tu vida! Podrías golpearte, lastimarte. Mejor, sal de mi vista y ve a tu habitación, inmediatamente. Te quedarás allí hasta que aprendas la lección!
Cristóbal se tiró en su cama a llorar, frustrado porque no había podido volar, pero además se preguntaba si su mama´ lo quería, pues le había gritado muy fuerte, dijo que salga de su vista y había puesto sus ojos como de bruja mala mientras le sacaba a Piolinete de las manos.
Tanto lloro Cristóbal que mojo´ su almohada preferida. Cuando su mama´ llamó a comer, Cristóbal no quiso salir de su cuarto  porque estaba demasiado triste pensando que su mama´ lo había dejado de amar.
Entonces, su madre golpeó la puerta:
-Cristóbal! Ábreme la puerta.
-No quiero.
-Hijo, qué pasa?
-Estoy triste, mamá
-Por qué? Porque no has podido volar? Quédate tranquilo, para eso están los aviones. Algún día podrás hacerlo.
-No, mami! Ya no me interesa volar si tú ya no me quieres más
-Que no te quiero más? Cómo puedes decir eso?
-Te fallé mami, y vi en tu mirada que ya no me amas más…
-Cristóbal…tú eres mi hijo. Nada de lo que hagas podrá hacer que mi amor por ti cambie. Te amo cuando te portas bien y te amo cuando te portas mal porque mi amor por ti no depende cómo te portes sino de quien eres. Y tú eres mi hijo! Nada de lo que hagas podrá robarte ese título, el de mi hijo.
Cristóbal se secó las lágrimas de sus ojos, y le dio un abrazo de oso a su mamá que casi la deja sin aire. Bajó rápidamente a comer y luego se fue al patio.
De repente se oyó un gran estruendo y un grito de su madre que decía:
-Cristobaaaaaaal!!!!!! Y ahora qué has hecho?”
3-      Medita en tu corazón contestando estas preguntas:
1)        Que quería hacer Cristóbal con PIolinete?
2)      Por qué su mamá le dijo que “desapareciera de su vista”?
3)      Por qué lloraba tanto Cristóbal en su habitación?
4)     Su mamá lo había dejado de amar? Por qué?
5)      Si eres hijo de Dios y actúas de una manera equivocada, crees que Dios deja ser tu Padre? Por qué?
6)      Te deja de amar Dios ante alguna situación?
4-     Escribe lo que crees que Dios te acaba de enseñar con esta historia, pero antes vuelve a leer el texto del salmo 89:1 y piensa como relacionar la historia de Cristóbal y su mamá  con ese versículo.
5-    Ora a Dios y pídele que te ayude a recordar la enseñanza que te acaba de dar.
(La historia de este devocional fue pensada y escrita por Noé, de 8 años, con revisión de su mamá el feriado del 25 de mayo del 2011 en busca de comenzar el día sin pantallas electrónicas!)

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