Archivo de la categoría: PUPPETS

“God Doesn’t Have A Phone Number?!”

“God Doesn’t Have A Phone Number?!”

 

Things Needed- Milo Monster (A Sesame Street Looking Character), Phone Book.

 

(Milo Is On Stage, Looking Through A Phone Book Open To The G’s)

 

Milo: Gentry….. No….. God’s Desire Church…… No……. Godfrey…… No…. Where’s God’s phone number?! (Slaps Phone Book Shut)

 

Milo: Teacher!!!!!!!!! Where are you, Teacher?! Teacher!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Teacher: (Enters) Milo, why are you screaming and yelling?!

 

Milo: Because, I’ve got ta tell ya somefing……

 

Teacher: What do you have to tell me?

 

Milo: You need to call the people who made this phone book.

 

Teacher: Why do you say that, Milo?

 

Milo: They made a BIG mess up!

 

Teacher: What’s the BIG mess up?

 

Milo: They didn’t put God’s phone number in it!

 

Teacher: Milo, they didn’t mess up.

 

Milo: What?! Did God switch to E-mail?

 

Teacher: No. The only way you can get a hold of God is P-R-A-Y-E-R.

 

Milo: Oh……… So God texts?!

 

Teacher: No. Prayer. It’s the only way you can talk to God. People have prayed to God for thousands of years.

 

Milo: Oh…… So it’s the only way you can talk to God, and it’ll never change?

 

Teacher: Right. With prayer, you don’t have to upgrade every time something new comes around. Because it’ll never change.

 

Milo: There’s no “call-waiting” is there?

 

Teacher: No, you don’t have to wait to talk to God. You can talk to Him anytime, anywhere.

 

Milo: Good! Cause I’ve gotta talk to Him wright now!

 

Teacher: What about?

 

Milo: Somebody stole my bike! And I’m gonna ask God if He’ll have somebody steal their bike!

 

Teacher: No, Milo, why don’t you ask God to help you find it?

 

Milo: Or maybe I can ask him for a new one!

 

Teacher: Milo, remember….. God doesn’t have a phone number….

 

Milo: Yeah…… The only way you can talk to God is prwayer! Well, I’ve gotta go….. Bye!

 

Teacher: Bye, Milo.

 

(Milo Exits)

 

Teacher: Okay, Kids…………………. (Go On With Lesson / Show)

 

Copyright Statement

Josh
My e-mail address: joshrowland10@yahoo.com

Use this script as you may. Pass it on. Do not sale. Keep profits made off performances. And keep my name as the writer. Make changes. Do not sell after changes are made! Post videos of performances. Just post that I wrote it.

 

 

 

 

 

 

 

Visitas: 3

“DAD’S GREATEST GIFT” —

"DAD'S GREATEST GIFT" -- Luke 7:36-8:3 -- PUPPETS: Butch & Sally

BUTCH: Hey, do you know what day it is?

SALLY: Yeah, it’s Sunday, June 17, 2001.

BUTCH: No, I don’t mean the date.

SALLY: But it IS Sunday, June 15, 1997.

BUTCH: Okay, but do you know what is special about Sunday, (date)?

SALLY: (Pauses, thinking) Uhhhh...nope!

BUTCH: (Groans)

SALLY: (Giggles)

BUTCH: You are impossible! It’s a wonder you made it past the first grade!

SALLY: Well, I’m still in the first grade...

BUTCH: (Groans again) It’s Father’s Day, Banana brains! Father’s Day!

SALLY: Oh...why didn’t you say so?

BUTCH: I was trying to...

SALLY: Oh no!

BUTCH: What? Why "Oh no"?

SALLY: I haven’t bought a gift for my dad yet. What can I get for him?

BUTCH: I’m gonna get some golf balls for my dad. He’s always losing his. How about some after
shave stuff. We men love that kind of thing. Drives the ladies crazy.

SALLY: Pleeaassee... you drive ‘em crazy without it! Do you have a better idea?

BUTCH: As a matter of fact, I do! You don’t have to spend lots of money on your dad. My dad
says that to us each year and he also says that’s the only time we listen to him. I’m not sure
what that means. But you can get him something that doesn’t cost money.

SALLY: What?

BUTCH: Love!

SALLY: Love? I think your onto something here. But how do you give your dad love?

BUTCH: Lots of ways. Draw him a picture. Sit on his lap. Give him a great big hug. Help him do
things. You can show love in all kinds of ways.

SALLY: I like that idea. That’s what I’ll do. I’ll give my dad love.

BUTCH: Boys and girls, give your dad, granddad, and all those special men in your lives the
best gift of all this Father’s Day. Give them your love. In fact, if your dad, or granddad or
a special uncle or person is here today, why not go right now and give them all a great big
hug!

PUPPETS (SAY TOGETHER) Happy Father’s Day, everyone!

Visitas: 7

La joya perdida

La joya perdida

 

ABRIR RECURSO

PROPÓSITO: EXALTAR LA PALABRA DE DIOS

PERSONAJES: EL REY- GUARDIA-  LA REINA- MONSTRUO-  PICHUCHO-  DETECTIVE

SITUACIÓN: UNA SALA EN EL PALACIO REAL

-(Música-

José Pichucho: Si, muy buenas, les habla su presentador oficial José Pichucho, directamente desde el palacio real. Bueno, ustedes no me ven porque en este caso estoy escondido detrás del refrigerador, que por cierto no es muy cómodo, pero existe un gran motivo por el cual estoy aquí en el palacio donde vive el rey, la reina, el príncipe y los guardias reales… Y es que existe un gran problema. Están faltando cosas en el palacio, por ejemplo antier el rey dijo que le faltaba su corona y sus pantuflas, a la reina las tarjetas de crédito y otras pantuflas, después desaparecieron jarrones, anillos, toallas, papel higiénico y hasta el collar del Bobby. Perdón, les aclaro que el Bobby es la mascota del rey, un hermoso perrito preludito que quedó huerfanito de madre y padre perrunos… Si bien, algunas cosas se han encontrado como la corona del rey, la tenía puesta arriba de la cabeza, algunas ya no se buscan… Como la ojota de la reina, la muy viva le sacó la que le quedó al rey. Todo el palacio está preocupado, puesto que no aparece algo mucho más importante… “La joya real.” La pieza más apreciada por la realeza. Por eso el rey y la reina están preocupadísimos por la gran pérdida.

Por lo pronto se espera una decisión importante de parte del rey (se escuchan pasos), me parece que viene alguien mejor me voy a esconder.

 

-(Música real)-

-(Entra el rey)-

Rey: Pero, ¿Cómo es posible que no haya nadie en el palacio? No hay sirvientes, no hay guardias, pero no puede ser. ¿También habrán desaparecido? ¡Tengo que encontrar una solución a esto! No puedo dejar que continúe esta desapa… desari… des… que se pierdan todas las cosas en mi propio palacio, ¿Y mi esposa dónde está?

-(Entra la reina)-

Reina: ¿Pero dónde te metiste? Hace media hora que te estoy buscando por todo el palacio, ¡Ya está la comida!

Rey: Pero que no te das cuenta el problema por el que estamos pasando, ¡Ni para pensar en comida estoy!

Reina: Ay si, el señor no puede pensar en comida y yo me pregunto: ¿Y los diez kilos que aumentó el señor de que son, de la angustia?

Rey: Bueno… este… yo creo que un buen rey ante todo tiene que demostrar poder y la apariencia es importante…

Reina: Si poder, poder comer, y si es por la apariencia te tengo que decir que no eres el mismo que cuando nos conocimos…

Rey: Pero mi terroncito de azúcar, mi almíbar, mi princesita…

Reyna: ¡¡Mi abuela que!!

Rey: ¿Dónde?

Reina: ¡¡En ningún lado!! Digo que ya no me quieres como antes, el palacio y este reino te importan más que yo… 

Rey: No, estas equivocada, ¡¡Nada en este mundo es más importante para mí que tu, créelo!!

Reina: ¿Lo dices en serio? ¿Esas palabras salen de tu corazón?

Rey: Claro mi tortita quemada, (gesto de oler) snif, snif. Hablando de quemado ¿No te llega un olor a quemado?

Reina: Snif, ¡¡¡mi comida!!! (Sale)

Rey: ¡¡Mi comida!! (Sale)

-(Entretiempo)-

 

Voz José Pichucho: Y es así como esta familia real tiene sus problemas como cualquier familia, pero aunque la reina no lo quiera creer, el principal problema del rey es que todavía no encuentran la joya perdida. Por eso es que el rey anda desesperado, bueno por dos cosas. El primer ¿Cómo recuperar la joya? Y la segunda era si la reina le prepararía otra comida, ¡¡¡Shh ahí viene!!! Nos vemos…

-(Entra el rey)-

Rey: ¡Guardia! ¡Guardia! ¡Guardiaaa! Ay aquí esta.

-(Entra el guardia)-

Guardia: Si su majestad, ¿en qué le puedo ayudar…?

Rey: ¡En nada!

Guardia: Entonces me retiro, con su permiso…

Rey: Venga para acá, digo que en nada puede ayudarme si no son capaces de cuidar de las joyas reales, se puede saber ¿Dónde estaba cuando desapareció la gran joya real?

Guardia: ¿Qué joya?

Rey: ¿Cómo que qué joya? La única que interesa al reino, mi tesoro real. Usted ¿dónde no la ha visto?

Guardia: A ver déjeme pensar, usted habla de ese pedazo grande de vidrio todo rojo, que estaba dentro de una campana transparente, arriba de la mesa del salón central y que todo los invitados cuando hay fiesta en el palacio dicen huuuuu, aaaaaahh, huyyy, ooooooh, y después sale usted y todos le aplauden y usted se hincha como si fuera a reventar del orgullo. ¿Usted está hablando de esa joya?

Rey: Si esa, ¿La vio?

Guardia: No, no la vi.

Rey: ¡¡¡Aaa!!! ¡¡¡Pero qué incompetencia!!!! ¿Cómo es posible que en este reino se pueda perder un tesoro tan valioso? ¡Esto es increíble!

Guardia: Perdone su majestad si usted me permite un consejo…

Rey: ¿Un conejo? ¿Y para que quiero yo un conejo? Déjese de tonterías quiere…

Guardia: ¡¡No, no, no, su majestad!! Un con se jo, no un conejo.

Rey: ¿Consejo? ¿Usted se atreve a querer darle un consejo al gran rey?

Guardia: Pues sí, usted no tiene ninguna solución al problema…

Rey: Bueno, está bien ¿cuál es?

Guardia: ¿Y porque no contrata a un detective?

Rey: Pero no sea ridículo, estamos en el año 1400, no existen los detectives.

Guardia: Ah, pero eso no será problema, yo conozco al autor de la obra, lo arreglaré enseguida…

Rey: ¿Realmente se podrá hacer?

Guardia: Delo por hecho, es conocido mío somos uña y mugre. ¿Qué le parece?

Rey: Está bien, pero no saldrá muy caro ¿verdad?

Guardia: ¿Qué? ¿El detective? Pero no que va… perdón ¿A usted le pagan algo por ser rey en esta obra?

Rey: ¿A quién? ¿A mí? No, por supuesto que no, ¿Quién me va a pagar?

Guardia: Pues ya ve si a usted que es el rey no le dan un peso, ¿cómo le van a pagar a un detective? Déjemelo a mí yo le arreglo el asunto, con su permiso su majestad voy a buscarlo.

Rey: ¿Será posible que un detective sea la solución a este problema?  Uhh ¿Y que aparte sea barato? Me parece raro, pero, bueno, con tal que mi tesoro esté de vuelta conmigo. ¡No soy el rey si no tengo esa joya!

-(Entretiempo)-

-(Pasos en la escalera)-

-(Entra el príncipe y canta el fígaro)-

-(Pasa la reina y grita)-

Reina: ¡¡¡Ay, querido no se puede dormir!!!

-(La reina sigue de largo…le corta la música. El príncipe queda con la boca abierta. Sale detrás de la reina)-

Principe: Ándale ma, déjame cantar.

Reina: ¿Déjame cantar? Pero si es un casete, no es tu voz.

Príncipe: Bueno lo que sea, pero déjame cantar ¿si?

Reina: Y vos déjame dormir.

Príncipe: Pero mamá ¿cómo voy a ser un cantante sino ensayo? ¿Eh? ¿Cómo voy a alcanzar la fama?, ¿Cómo voy a alcanzar el estrellato?

Reina: ¿Así que tú quieres ver el estrellato?

Príncipe: ¡¡¡Siii!!!

Reina: Pues yo te voy a dar tu estrellato ¡¡ándele tome!!

-(Golpes y gritos y por ultimo una explosión)-

-(Suspenso)-

José Pichucho: ¡Oh! Al menos encontré un lugar seguro donde podre esconderme. Es que este castillo está lleno de sótanos y pasadizos, pero volviendo al tema, esta familia está media… loca que digo media loca… está trastornada, si continúan así pasaran los días y la gran joya real no se encontrará,  pero podría haber solución si el guardia trajera al mejor detective (puerta y pasos) ¡Oh! Otra vez me parece que viene alguien. Mejor me meto en el sótano, pero tengo que tener cuidado con el sexto escalón ¿O era el quintoooooooooo?

-(Ruidos de caída)-

-(Música del detective aparece sigilosamente)-

Detective: Es increíble que me hayan llamado, esta es una obra antigua y este traje no combina, además aun no sé qué es lo que voy a buscar. Mi olfato detectivesco me dice que han perdido ¡Una persona!

-(Entra el guardia)-

Guardia: ¿Pero dónde se metió? ¿Oiga qué está haciendo?, ¿No se da cuenta que ese es el público?

Detective: A mí me parecen más bien sospechosos de algún crimen.

Guardia: No hombre, pero si le estoy diciendo que es el…

Detective: ¿Pagaron la entrada?

Guardia: La entrada es libre y gratuita.

Detective: ¡¡Esa es la clave!!

Guardia: ¿La clave de qué?

Detective: La clave del robo, eso es una falla de seguridad, ustedes dejan entrar a cualquiera…

Guardia: Déjese de tonterías y póngase a trabajar, tiene que encontrar el tesoro de la familia y si no lo encuentra, dese por muerto…

Detective: Está bien pero para mí que estos son sospechosos, hablando de eso ¿Me puede dar algunos detalles?

Guardia: Si venga, venga para que le explique

-(Suspenso)-

-(Puerta y pasos)-

-(Entra el príncipe y canta fígaro 2 parte, pero un bastón lo saca gritos y golpes)-

-(Entra el rey)-

Rey: Este castillo cada vez está peor, mi hijo que se cree cantante, mi mujer que no tiene oído para la música, las cosas siguen desapareciendo, ahora hasta mis lentes, no encuentro mis lentes, perdón, ¿Alguien vio mis lentes negros? (Silencio- el público- contesta) Ay, perdón, los tenía puestos, ¿Dónde tengo la cabeza? Ah sí, ya sé donde la tengo y para colmo ese detective que revuelve toda la casa. Aquí está faltando alguien que dirija las cosas, alguien que sea un guía, en esta casa no hay paz, esto es todo un desastre familiar…

-(Entra el detective)-

Detective: ¿Qué acaso no es usted el rey, no es a quien todos le hacen caso, no es la persona con más poder, y la mayor sabiduría? ¿No es cierto que vienen de otros reinos a buscar soluciones que usted les da a sus problemas? ¿Y que por eso es conocido su nombre hasta en las más lejanas tierras?

Rey: ¡Hey! Eso es cierto ¿Y usted cómo sabe eso?

Detective: Porque no soy sordo y escucho todo lo que me sirve. Cuando supe que en el palacio real estaban sucediendo cosas raras, me ofrecí gustosamente para resolver el caso, jeje, pero lo que más me preocupa, es esta situación de intranquilidad. Este debería ser el lugar de mayor seguridad en todo el reino.

Rey: Bueno y al fin ¿qué resulto de su investigación? ¿O todavía no termina? ¿Encontró o no el tesoro perdido?

Detective: Pues mire, en realidad pude encontrar muchas de las cosas que usted había perdido, pero eso lo dejamos para después, y además, buscando entre las cosas que tenía en una recámara, ahí donde su familia guarda recuerdos y cosas viejas, en esas cosas que no se usan más, encontré este libro. Fíjese. (Coloca el libro sobre el caño delantero y comienza a pasar de las hojas) Creo que es la solución para este caso, yo diría para el problema familiar…

Rey: ¿Y qué es ese libro? ¿Por qué tiene tanta importancia?

Detective: ¿No lo reconoce? Es suyo. Le voy a refrescar la memoria -ruido de hojas lee– acá está la dedicatoria y dice: A mi querido nietecito Esteban con mucho amor de quien le mostró el camino al cielo, para que recuerdes las noches en las que leíamos juntos, “Donde está tu tesoro allí estará tu corazón”, tu abuela Adelaida.

Rey: Esa era la biblia de mi abuelita, pero ¿cómo es posible que estuviera tirada y en esas condiciones?

Detective: Perdone que sea sincero, pero es el momento que hablemos de hombre a hombre. ¿Cuál es su verdadero tesoro? ¿El que perdió o este?

Rey: Heeee…ha… Estoy arrepentido. ¿Cómo pude ser tan necio? Debí acordarme de este libro, pero me olvidé totalmente de él. Todo va a cambiar. Este libro será leído de día y de noche por todos los niños de este reino, porque a mí me hizo mucho bien cuando era niño. Pero no solo los niños, también será leído por los padres, por todos. Le prometo que este reino cambiará, así como este rey. Vamos, acompáñeme. Este es un día especial, un día de fiesta para este palacio.

 

-(Salen)-

Voz José Pichucho: Y así fue como este rey, su esposa, su hijo y su reino empezaron a cambiar, porque ellos encontraron un verdadero tesoro y ya no se preocuparán más por la dichosa joyita perdida, porque quien se puede preocupar por algo que no interesa, ah, les aclaro que todas las cosas que no encontraban las tenía el Bobby, ese pequeño perrito peludito, que le encanta jugar. En verdad, es medio bestia pero que se le va a ser. (Gruñidos) Hey Bobby, quieto… quieeeto, le voy a decir al rey hoooo lindo perrito. Les habló José Pichucho desde el sótano del palacio real. Adios adiós, no Bobby, Bobby, Bobbyyyy.

-(gruñidos caídas)-

-(Puerta y pasos)-

-(Entra el príncipe cantando y lo corretea el Bobby)-

-(Aplausos)-

Fin

Usado con permiso.

ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda

Visitas: 32

La culpa culposa

La culpa culposa

ABRIR RECURSO

Propósito: Mostrar la culpa desde el punto de vista de Dios y del mundo.

Personajes: Juan triste: JT -Anciana – Hombre- Rey- Doctora Batata- Niña

Escenografía: La calle – la plaza – etc.

 

Muy buenas, les habla su presentador oficial José Pichucho directamente desde el teatro de títeres. La obra de hoy se refiere a un pobre hombre que vive una vida triste, y con un futuro triste, el pobre da mucha lástima, pero lamentablemente esta es una obra real porque muchos hombres tristes viven así. Les presento la obra…   “La culpa  culposa”.

Entra Juan triste:

 

JT: Ay, ay, ay, ay… ¿Qué voy a hacer con esto?… ¡Ay mi madre como me duele!… ¡Ay, ay, ay!… ¡Cómo pesa esto!… Ay… Ah estaban acá… Hola ¿Qué tal?… ¿Cómo están?, bien… yo no puedo decir lo mismo, perdón me presento. Soy Juan triste y mi apellido lo tengo desde que nací como todas las personas… La única diferencia en mi es que todos los problemas me producen culpa, yo soy culpable de todo, yo soy culpable de mis acciones, de mis pensamientos, hasta cuando desobedezco… Me siento culpable, para colmo de males soy feo. Cuando nací la partera en vez de pegarme en donde todos saben… me pegó en la cara… ¿Qué se le va a hacer?  Ya no tengo solución, y eso no es nada. Aparte cargo con esta culpa que pesa una barbaridad. La tengo desde que nací. Alguien me dijo que yo soy el único hombre en el mundo que carga con su propia culpa, y me parece que tienen razón. Yo veo a los demás que están tan tranquilos. Hacen líos, no les importa nada, matan, roban, lastiman y parece que se divirtieran. Todos están felices y a nadie les importa si son culpables de lo que hicieron. Pero yo no, yo vivo haciéndome problemas por todo lo que me pasa. Hay veces que me arrepiento de lo que hago pero me sigo culpando. ¿Qué se le va hacer si no tiene solución? Ahora que lo pienso, tiene que haber una solución, y a lo mejor yo no sé donde está. Soy un ignorante. Ustedes saben lo que es un ignorante, es un tipo que no sabe, o que no quiere saber, ¿no ves?… Ya soy culpable por no querer saber,  hayyyy… ya empiezo a pesar de nuevo en esta culpa y me dan ganas de pagarle a alguien para que la lleve por mí. Pero no si le pago a alguien por mi culpa me voy a sentir culpable otra vez… mejor me quedo tranquilito y cargo mi culpa, total estoy acostumbrado… ah, pero tampoco me conviene porque si me acostumbro no me preocupo y si no me preocupo voy a ser culpable de llevar esta culpa, ¿no? ¿Qué voy a hacer?… (Llora).

-Entretiempo-

-(Entra la anciana)-

 

Anciana: Oh, pobre hombre… ¿Qué le pasa señor qué le pasa? ¿Se siente mal?

JT: No señora, es solo que cargo con una gran culpa…

Anciana: Ay pobre, de verdad que lo compadezco y, ¿duele mucho?

JT: No señora, más bien pesan las culpas, pesan cada vez más ¿Usted nunca tuvo una culpa?

Anciana: Ay, ¿pero como no voy a tener culpa en mi vida si he tenido tantos problemas? Pero los solucioné enseguida…

JT: Ah y, ¿cómo lo hizo?

Anciana: Le echo la culpa a los demás…

JT: Pero, ¿Cómo puede hacer eso? En alguno de los problemas debe ser culpable…

Anciana: Ay mijo, por supuesto, pero ¿quien se da cuenta de eso? Usted va y le echa la culpa a otra persona y que se las arregle. Que el otro cargue la culpa y adiós. ¿No me diga que usted no le echó la culpa a otro?

JT: No señora, todas mis culpas son mías yo no le tiré ninguna a nadie…

Anciana: Mire, usted está loco y es culpable de sus locuras. Pobrecito, se preocupa mucho. Sabe, que me perdone, que se lo diga, yo había tenido un día lindo hasta que lo vi a usted paradote ahí destrozándose por su culpa como un infeliz, y me hizo sentir mal. Ve, por su culpa se me arruinó el día. Yo me voy, pero espero que esta charla le haya servido. Adiós (sale) (desde lejos grita) ¡¡¡Pobre muchacho!!!

JT: Cada vez pesa más esta culpa.

-(Entretiempo)-

-(Entra un hombre)-

 

Hombre: Un tipo borracho, pero miren lo que logra hacer la bebida. Qué cosa, pobre tipo… (Se acerca). Ey viejo ¿Qué le pasa? ¿Tomó de más?

JT: No, yo no tomo.

Hombre: Ve eso es lo malo, usted nunca va a saber como se siente una persona borracha, usted no se preocupa por los demás…

JT: No, no, no puedo solucionar los problemas míos ¿Cómo voy a solucionar los problemas de otros?

Hombre: Señor, eso es falta de amor al prójimo, usted solo se preocupa por sus problemas.

JT: ¿A si?, y ¿Por qué no se preocupa usted por los míos?

Hombre: Porque usted no me los cuenta. ¿Cómo le voy a solucionar los problemas si usted no me los dice. Vamos hombre, ¿para qué están los amigos?

JT: ¿Cuáles amigos?

Hombre: ¿Cómo que cuáles amigos? Le estoy abriendo mi vida y mi tiempo para que usted se desahogue, vamos hable. ¿Cuál es su problema?

JT: Bueno, yo cargo una culpa muy pesada desde que nací.

Hombre: Bueno, lo lamento, no es culpa mía, jo jo jo jo (sale)

-(Entretiempo- Música  del rey)-

-(Entra el rey)-

 

Rey: ¿Oiga quién es usted?

JT: Juan triste su majestad…

Rey: ¿Usted ha pagado todos los impuestos, si o no?

JT: Heeee… Si su majestad, casi todos.

Rey: Casi todos. ¿Y por qué no pagó los impuestos que le faltan?

JT: Porque cargo esta culpa y me es difícil trabajar tan triste y agobiado…

Rey: Aja, así que tiene una culpa y ¿cuánto hace que la tiene?

JT: Desde que nací su majestad…

Rey: ¿Y no fue al médico? Para mí que eso puede operarse, es más, por orden real declaro que las culpas se arreglan con una operación simple sencilla y barata…

JT: ¿Usted lo cree su majestad?

Rey: Mmmm, no lo creo, pero es la única forma de que usted pague sus impuestos y le aclaro que si no se opera, la culpa siempre será suya es mi palabra real y punto… (Sale)

JT: ¡Ay mi madre, ay mi madre!

-(Entretiempo – sonido de ambulancia)-

-(Entra la doctora Batata)-

 

Dr. Batata: Vamos, vamos no me haga perder el tiempo…

JT: ¿Y usted quién es? ¿Qué quiere?

Dr. Batata: Soy la doctora Malsana Batata, curo cualquier mal y toda barato. Aver, desnúdese.

JT: ¿Cómo me voy desnudar si no sabe lo que tengo?

Dr. Batata: Ah, no sé, eso es porque usted no me lo dijo. Yo no soy adivina después de todo. Si no lo sé es culpa suya

JT: Otra más, pero a usted ¿quién la llamó? Yo no llamé a nadie…

Dr. Batata: ¿Cómo? ¿No escuchó al rey?… Todas las culpas se curan y ya basta, no me haga perder el tiempo…  porque va a ser culpa suya, desvístase…

JT: Yo no me desvisto y punto, y menos delante de los chicos. Por lo menos revíseme antes de operarme…

Dr. Batata: Pero ¿no escuchó al rey? Bueno, ¿dónde está la culpa?

JT: Acá atrás. ¿Dónde la voy a tener?… Me nace de adentro y sale hacia afuera, pero ¿qué digo? Usted tiene que saberlo, es doctora ¿o no?

Dr. Batata: Mire querido, esto de operar culpas es nuevo, así que colaboré porque si no, la culpa es suya…

JT: Ay, ya párele con eso de “la culpa es suya” que cada vez que lo dice esto pesa más y más…

Dr. Batata: Ay, no sea tan quisquilloso, total ahora se la saco y ya…

JT: Si nunca ha sacado una culpa, ¿cómo está tan segura?

Dr. Batata: Porque es una ley real y todo lo que dice el rey se cumple y ya. Si no lo cree, es culpa suya, huy perdone, se me pegó…

JT: Si pues, a mí me dolió, bueno ándele de una vez, que ya no lo aguanto más…

Dr. Batata: A ver, quietecito, a ver… no… no se puede. Tenía razón lo que pasa es que si no veo la culpa no puedo sacarla y el único que conoce las culpas es usted…

Dr. Batata: Me tiene que contar todas las culpas…

JT: ¿Cómo le voy a contar todas las culpas de mi vida? Tardaría meses…

Dr. Batata: Entonces, es imposible… Adiós (sale)

JT: Oiga

Dr. Batata: (Desde lejos) ¿Sabe señor?

JT: ¿Qué?

Dr. Batata: Esto es culpa suya…

-(Sonido de ambulancia)-

 

JT: Ay, yo no tengo solución, yo no tengo solución (llora)

-(Entra la niña cantando)-

Niña: Lara lara la… Hey… Señor ¿Qué le está pasando? ¿Por qué tiene esa cara?

JT: Es que tengo muchos problemas, tú no te imaginas, tengo muchas culpas encima que me pesan…

Niña: ¿Culpas? ¿Y por qué no se las quita?

JT: Es que no sé cómo hacerle, ya no sé qué más se puede hacer, una persona me dijo que se las dé a otro… otra persona se rió de mi… el rey quiere que me opere para que salga de esta depresión, los médicos no me la pueden sacar, y ahora tú esperas que me la quite así nomás…

Niña: Pero, lo que pasa es que usted no conoce al único que puede quitarle las culpas…

JT: ¿Quitarme las culpas? ¿Y cómo puede quitarme las culpas alguien que no conozco?

Niña: Bueno eso es verdad, usted no lo conoce, por eso está así, pero es fácil entender esto. Usted tiene culpas porque ha hecho cosas que no debe y usted sabe que están mal. Mire, delante de Dios usted ha pecado y le dio la espalda a Dios y ni siquiera le importa si esto ofende a Dios ¿O me equivoco?

JT: ¿Y será por eso que me siento culpable?

Niña: Si… Pero es necesario que le diga que Dios lo ama tanto que entregó a su propio Hijo para que muriera en una cruz y pagara por nuestros pecados…. Dios nos dice que aquel que confíe en que su Hijo Jesús derramó su sangre para limpiarnos de todo pecado, pasara de una condición de culpabilidad a inocencia, y además le dará vida eterna junto con él en el cielo. ¿Usted cree esto?

JT: ¿Qué sé yo? Pero ¿qué tengo que hacer?

Niña: Solo tiene que arrepentirse de todo lo que ha hecho en su vida, de todos sus pecados y pedirle perdón a Dios por todo lo que hizo…

JT: ¿Tan fácil? ¿Estás segura?

Niña: Eso pasó en mi vida y mi vida cambió. Hasta le escribí una canción. ¿Quiere que se la cante?

JT: Pero aquí… pero no hay música…

Niña: No se preocupe, en el teatro de títeres se puede hacer cualquier cosa… Espere, deje le digo al titiritero, hey don Robert ¿me pone el CD?

-(Música- canta la canción)-

 

JT: No, a mí esto me parece muy raro, mejor me voy con la doctora Batata a lo mejor aprendió como sacar las culpas… gracias de todas formas… (Sale)

Niña: Pero señor, espere (Sale)

 

-(Música)-

José Pichucho: Y así fue como este hombre se fue con muchas culpas y muchas dudas, ¿Qué será de este pobre hombre? Esperamos que esto no sea el caso de muchos chicos, y si es así no te quedes con esas dudas, ni esas culpas. Les habló José Pichucho desde el teatro de títeres. Por ahora nos despedimos, hasta la próxima amiguitos, adiós.

 

Fin

Obrerofiel.com- Se permite reproducir este artículo siempre y cuando no se venda.

Visitas: 36

Seguridad

Seguridad

 

 

Propósito: Nuestra inseguridad nos hace huir de las soluciones. La seguridad es parte de nuestra vida cristiana.

Personajes: Enfermera – paciente – doctor.

Escenografía: En un consultorio.

(Aparece una enfermera leyendo el papel que tiene en la mano)

 

Enfermera: Ay, que día, parece que hoy todo el mundo se enfermó. Díganme ¿yo tengo la culpa que el chico ese se comió un alfiler, o que al otro mocoso se le ocurra meterse una canica en la nariz? Ay no, y todo por no querérsela prestar al hermano. Y eso no es nada: comparado con el tipo ese que se puso a arreglar el ventilador de techo sin apagarlo. ¿Qué tiene que se haya quedado pelón? Después de todo, está de moda ¿no? Ahora que lo pienso bien, lo mejor fue lo de la madre que estaba limpiando la cocina y el hijo estaba jugando alrededor de ella. Si le hubiera dado un par de nalgadas no se hubiera echado encima todo el detergente. Era el chico más blanco que he visto en mi vida.

 

Es cierto, aquí viene de todo y menos mal que el doctor es un genio, que si no, ya ven qué fácil lo resolvió todo. El alfiler se lo sacó con un imán, la canica fue fácil, le sopló por un agujerito y le salió por el otro, ah y al pelón le hizo un injerto y ya, eso si yo le pregunté si era necesario usar al gato. ¡¡Pobre michí lo que le tardará al pobrecito en crecer el pelo!! Lo que no pude entender fue ¿por qué le puso pomada negra al niño del detergente? Con lo cara que tiene, pero bueno el doctor es el doctor, para eso estudió. Bueno a ver ¿qué tenemos para hoy? -revisa el papel- un cambio de cerebro, enderezar dos pies izquierdos ¿Qué?  ¿Cómo? ¿El tipo va a tener dos pies derechos? Ah… no. Se trata de dos personas, el Sr. Sánchez y el Sr. Gonzáles. Ah si, si a ver, sigamos, colocación de ojo de vidrio en medio. ¿Qué?  ¿Pero acaso va a tener tres ojos? ¿Cómo puede suceder eso? Aaa  no, es al medio día, hablaba del medio día. ¡Es la hora de comer! Bueno, saludos, qué ojo de vidrio ni qué cerebro torcido, adiós. (Sale).-(Se  escucha la voz del doctor de lejos)-

 

Doctor: ¡¡Enfermera, enfermera!! ¿Dónde se mete? Cuando la necesito para algo importante, nunca la encuentro, así cualquiera se recibe de enfermera y la actitud ¿Dónde está la actitud? y la motivación, ¿Dónde está la motivación? Eso también es falta de cerebro, después se quejan diciendo que uno es un mal jefe, pero no aparece cuando le hablo. Esperen, ahorita yo la encuentro. (Sale).

 

Paciente: Ay como me duele. ¿Acaso no hay nadie que me atienda? ¡A ver, quién me va a atender!(grita)

 

Enfermera: Oiga, ¿Pero qué son esos gritos? ¿Dónde cree que esté? ¿En un estadio? ¡Señor, respete el lugar y guarde silencio! ¿Qué le pasa?

 

Paciente: Ay, enfermera, perdone ¿este es el consultorio del Doctor Curatuti?

 

Enfermera: Si señor, el doctor está en consulta, pero ¿a usted qué le pasa?

 

Paciente: ¡¡Me estoy muriendo!!

 

Enfermera: ¿Y por eso hace tanto ruido?, ¿Qué no sabe que los muertos son silenciosos?

 

Paciente: ¡Oiga! ¡¡Yo no estoy muerto!! Y hablando de muertos ¿qué pasa con el doctor? No lo veo por ningún lado. ¿Acaso no tendría que estar en el consultorio?

 

 

 

Enfermera: El doctor está ocupado, pero si lo va a atender, él nunca deja a un paciente mal, ni ninguno se le ha muerto. Él es uno de los mejores doctores que conozco. Él opera con una técnica muy especial, donde el paciente ni se da cuenta, es más yo diría, que no se siente nada, se lo digo porque yo fui operada  por él, y aquí estoy.

 

Paciente: ¿De verdad?  Porque después de ver como quedo, usted me parece que ya no me duele nada, mejor me voy. (Se da vuelta)

 

Enfermera: ¡Oiga!, ¡no sea cobarde!

 

Paciente: ¿Cobarde? Usted no se imagina por las cosas que yo he pasado para venir hasta acá. Primero: le pregunte a muchos pacientes del doctor, y tengo que admitir que me han dado buenas referencias de él y segundo: me queda muy cerca de mi casa, además es muy barato, aunque bueno, eso me hace dudar un poco ¿Es cierto que hubo casos en los que no cobró ni un peso? Porque a mí eso me parece muy raro.

 

Enfermera: Por supuesto, el doctor tiene muchas cualidades las cuales no nombraré para no gastar  saliva y porque además el doctor es muy humilde. Pero la más grande de todas sus cualidades, es que la no pregunta si usted tiene dinero, o no lo que a él le interesa, es que usted sea sanado. Después de todo lo del dinero se arregla fácil, con el doctor todo es sencillo. Bueno, mire, si quiere créeme si no reviente, pero eso si no lo haga aquí porque acabo de limpiar. Si quiere que lo atienda el doctor, vaya y espere sentadito y calladito en la sala de espera, porque esto es un consultorio no un concurso de preguntas y respuestas, ¿me entendió? ¿Fui clara? (enojada)

 

-(El paciente se va sin hablar)-

 

Enfermera: ¿Cómo es posible? Todavía de que lo van a curar, hay que darle explicaciones, bueno me voy a… (Se escucha  muy lejos una voz que le pide asistencia)… Ya voy, ¿qué se creen que una tiene veinte manos?…. (Sale).

-(Entra el doctor)-

 

Doctor: ¡¡Enfermera!!… ¡¡Enfermera!! ¿Pero dónde se metió? ¿Me pueden explicar para qué contrato una enfermera, si cuando la busco no está?

 

Enfermera: Si doctor, ¿En qué lo puedo ayudar?

 

Doctor: ¡¡No quiero que me ayude!!

 

Enfermera: ¿Entonces?

 

Doctor: Quiero que haga su trabajo que para eso le pago. O ¿piensa que lo que recibe todos los meses es una donación? No querida, es un sueldo y los sueldos se reciben por trabajar y según lo que yo veo usted no lo está haciendo. Así que ya mismo se pone a trabajar y me dice ¿donde puse las herramientas de mi casa? Porque me llamó mi señora y quiere que le arregle la pata de la mesa, que porque está torcida.

 

Enfermera: ¿Quién, su señora?

 

Doctor: No, la pata de la mesa.

 

Enfermera: ¿Entonces está mal?

 

Doctor: ¿La pata de la mesa?

 

Enfermera: No, su señora.

 

Doctor: Ya déjese de tonterías, y dígame ¿dónde están las herramientas?

 

Enfermera: En el piso 2, sala 4, debajo de la cama 28.

 

Doctor: ¿Y cómo es que está tan segura?

 

Enfermera: Porque en la cama 27 está la escupidera y en la 29 están la escoba y el balde.

Doctor: ¡Le faltó el trapo de piso!

 

Enfermera: No, eso lo guardado debajo de la 30.

 

Doctor: ¿Pero se puede saber por qué guarda todo debajo de las camas?

 

Enfermera: Porque el paciente de la cama 28 tiene mucha tos y a veces vomita todo lo que come, ¿Y quién se va a atreverse a meterse debajo?… ¡¡Nadie!!

 

Doctor: Bueno voy a buscarla…

 

Enfermera: Ah Doctor, espere, lo que pasa es que tiene, tiene un paciente que dice que se está muriendo del dolor… ¿Qué le digo?

 

Doctor: Que no se muera todavía, que en unos minutos regreso y hágalo pasar. Yo voy a buscar las herramientas, ¿Me dijo cama 28 verdad(Sale)

 

Enfermera: Si Doctor… Bueno me voy a buscar al señor ese… (Sale). Pase señor, venga por acá, siéntese, recuéstese o haga lo que usted quiera, ¡¡Ya viene el doctor para atenderlo!! (Sale)

 

Paciente: Qué manera de atender. Con esos modales yo creo que más bien en vez de enfermera se recibió de general del ejército. Y a ver qué tal el doctor… Será cierto lo que dicen de él, habrá algo de verdad, porque esta enfermera no fue la única que me ha hablado bien del doctor. Bueno es que uno debe de saber bien con quien está siendo atendido y si ese es un buen doctor, qué tal y sale siendo un carnicero y termino peor que como llegué? ¿Y si todo lo que me han dicho resulta ser una mentira? Ya me veo en el cajón, todo muerto de los pies a la cabeza… Pero qué digo, ya estoy echando a volar mi imaginación, seguro que es un hombre consiente, sabio y muy delicado en su trabajo. Pensándolo bien, ¿qué me puede pasar en manos de un especialista así?

Doctor: (Se escucha a lo lejos) ¡Enfermera! Ya estoy listo, tengo todo preparado… ¡¡Por favor dígale al paciente que ya voy!!

 

-(Entra con una herramienta en la mano)-

 

Paciente: (Se asusta cuando lo ve) ¡¡No!! ¡¡Es un carnicero yo tenía razón!! (Sale Gritando)

 

Doctor: (Se queda pensando y mira al público)Este mas bien era un caso de locura persecutoria. ¡¡Enfermera!!  Se nos escapó un paciente sin pagar. ¡¡Enfermera!! (Sale)

 

Fin

 

ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

Visitas: 3

Lo bueno de ser madre

Lo bueno de ser madre

Propósito: Ejemplo de protección humana y divina

Personajes: José Pichucho- José- Paula- Mamá- Tía Clara

Escenografía: Primera parte – el patio de una casa. Segunda parte  el interior de una casa.

 

-Música-

José pichucho: Ya voy, no es necesario que me griten, ¡¡no estaba dormido!! ¿Para qué me querían? Ah. ¿qué tal chicos? ¿Bien? Me parece excelente entonces, les voy a presentar una obra de teatro. Miren, aquí entre nos y no es que yo sea chismoso, pero resulta que en esta casa, vive un chico que es terrible. Bueno mejor mírenlo ustedes mismos, no se vallan… (Se va)

-(La escena es en un patio donde se ve una soga para la ropa. La mama viene con ropa en la mano)-

Madre: No puede ser, entre más lavo, él más ensucia. Me la paso diciendo todo el tiempo ¡No te ensucies la ropa! Y tienes ropa para jugar, pero no te tienes que poner la otra ropa, la que tiene para salir. Ahora no sé qué te vas a poner para ir a la casa de la tía Clara, y yo lavo y lavo, y él, ensucia y ensucia, y ni siquiera le importa si a su madre le duele la espalda. ¿Chicos no vieron la ropa que lave? ¡José ven para acá! ¡Ven para acá!  ¡¡José!!

-(Entra José corriendo)-

José: ¡Si vieja!

Madre: ¿Cómo que vieja? Se dice si mamá. Vieja, viejos los trapos. ¿Me quieres decir dónde estabas que no me escuchabas?

José: Estaba bañando el gato.

Mamá: ¿Bañando el gato? Pero los gatos no se tienen que bañar, ellos se lamen solos con la lengua y ese es su baño. Nosotros no tenemos que bañar a los gatos, ¿verdad chicos? A ellos no les gusta.

José: Pero nuestro gato no tiene ningún problema con que lo bañe, el problema es después.

Mamá: ¿Y cuál es el problema?

José: Secarlo, no se deja que lo exprima, es un gato rebelde…

Mamá: ¿Pero será posible que mi hijo haga cosas así? Anda a soltar ese gato, por favor ¡anda a soltarlo!

José: No, que me muerde.

Mamá: ¡Anda a soltarlo!

José: ¡No… No… No!

Mamá: Ven para acá te voy a dar una…

José: ¡No vieja, no!

Mamá: ¡No corras, cobarde!

José: ¡No!

-(Y corriendo se va, tira la ropa que estaba colgada)-

Mamá: ¡Oh! ¡Mi ropa, otra vez voy a tener que lavarla! ¡Escuincle me la vas a pagar! (Sale llorando)

José Pichucho: Estimado público, esto que han visto es lamentable. ¿Veamos lo que ocurre?

Voz Mamá: ¡Vamos chicos, apúrense, no quiero llegar tarde a la casa de la tía Clara!

Voz Paula: ¡Mamá, mira a José!

Voz Mamá: ¡José! ¡Deja en paz a tu hermana!

Voz José: ¿Y yo qué hice?

Voz Paula: Mamá, mira, mira…

Mamá: A ver hijita, ¿qué te hizo ese salvaje? (entran en escena) ¿Qué te ocurre hija mía?

Paula: Mamá, mira, me pegó un chicle en el cabello, bua… bua… como me duele, bua… bua…

Mamá: ¡Hija! (abraza)

Paula: ¡Mamá! (la abraza)

Mamá: ¡Paula!

Paula: ¡Mamá!

Mamá: ¡Paula!

Paula: ¡Mamá!

José: (Entra imitándolas a las dos) Mamá, Paula, mamá, Paula…

-(Se da cuenta que las dos lo están viendo y están muy enojadas, así que aminora el volumen de burla y sale corriendo perseguido por la madre y Paula con quejas y ruidos)-

 

José Pichucho: ¿Vieron como es este chico? Ya hizo dos en un día. ¿Qué pasará en la casa de la tía Clara?

-(La escena transcurre en la casa de la tía Clara. Entra la mamá)-

 

Mamá: Yo no entiendo a este chico. ¿Por qué no se porta bien? Si no le cuesta nada, lo único que le pido es que cuide la ropa, que no se pelee con su hermana, que nos respete a su padre y a mí… En fin, que se porte bien, pero no, hace todo lo contrario. No sé lo que voy a hacer. Ya sé, sé lo que tengo que hacer: le voy a pedir al Señor que me enseñe y me ayude a tener paciencia. Dios me lo dio y yo soy responsable de su educación.

-(Se va hacia un rincón y entra Paula muy enojada)-

 

Paula: ¡Mamá! ¿Vistes lo que hizo ese loco?

Mamá: Si, pero no le digas loco a tu hermano, respétalo. Yo los quiero a los dos igual, y si tu hermano tiene problemas, hay que ayudarlo.

Paula: Estás viendo como es conmigo, ¿y me dices que hay que ayudarlo? Esto es el colmo. Yo no entiendo nada, así es que mejor me voy afuera, adiós.  (Sale)

Mamá: Paula… No, si yo no doy una con estos dos, resulta que ahora se me enojó ésta. No sé qué pasa con Clara que no llega. Paula se fue toda enojada, José que no sé dónde estará. ¡Esto parece casa de locos! Voy a ver a la recamara… (Sale)

 

-(Entra la tía clara)-

Tía Clara: Ay, cómo pesa esta bolsa y qué colas en la feria, qué cansada estoy y toda sudada, menos mal que mamá me hizo tan linda que si no, no me imagino que mal me vería. Lo que pasa es que todo me queda bien a mí, no como mi hermana que está hecha un desastre, por esos niños que tiene, pero ¿Y esta ropa? ¿De quién es? Una cartera, un bolso. Perdón ¿ustedes saben de quién es todo esto?

-(Espacio para que contesten los chicos , entra la hermana)-

 

Mamá: ¡Clara!

Tía Clara: ¡Hermana!

Mamá: ¿Qué te pasa? Te veo sorprendida. ¿No te dije que venía?

Tía: No, pero justo estaba pensando en voz alta de ti y de tus hijos.

Mamá: Hay no me hables de esos dos. Paula está celosa y José…

Tía Clara: ¿Qué hizo?

Mamá: ¿Qué hizo? Mira, te cuento la última. Se puso a jugar con la manguera del jardín e hizo un cochinero, rompió las plantas, mojó al gato, manchó la entrada con los pies, las paredes con las manos sucias, mojó a dos personas que pasaban por la calle…

Tía Clara: Qué desastre. ¿Y qué le dijo su padre?

Mamá: Nada, ¿Qué le va a decir?

Tía Clara: ¿Cómo que nada? Te hace un desastre en la casa, ¿y no le dice nada? Bueno, en fin yo no me meto total, no fue en mi jardín, ¡fue en el tuyo! Porque fue en el tuyo, ¿verdad? ¿Fue en el mío? ¿Fue en mi jardín? (la mamá asienta con la cabeza) ¡Quiero verlo, quiero verlo!

Mamá: ¿Quieres ver tu jardín?

Tía Clara: No, quiero ver a tu hijo. ¡¡Cuando lo vea, lo voy a agarrar a patadas!!

Mamá: No, espera, ya lo mandé al lavadero a limpiarse los zapatos.

Tía Clara: ¿Al lavadero? ¿Lo mandaste al lavadero? Pero tengo una pila de ropa que acabo de planchar. Tengo que ir antes de que haga otra de las suyas.

Mamá: Espera, espera, cálmate que yo lo voy a buscar.

-(La madre se va para el lado donde se fue José)(La tia se queda en escena y se escucha lo que hablan la hermana con el hijo)-

Voz Mamá: José, ¿qué estás haciendo? ¿Y toda esa ropa qué hace aquí?

Voz José: Espera mamá, no te exaltes. Yo te lo puedo explicar. Mira, vine a limpiarme los zapatos como tú me lo habías dicho y cuando me quité el zapato, salió volando y cayó sobre la tabla de planchar. Cuando fui por mi zapato, sin querer empujé una pila de ropa que no sé quién puso ahí, y se me cayó.

Voz Mamá: ¿Qué sé té cayo?

Voz José: El zapato

Voz Mamá: Ah, ¿Y la ropa?

Voz José: ¡También!

-(Aparece en escena tía Clara y José)-

Tía Clara: ¡Mi ropa!

José: ¡Espera! ¡Espera! ¡Yo levanto la ropa!

Tía Clara: Bueno, por lo menos no te escapaste para no ayudarme.

José: Sí, pero me parece que vas a tener que ponerla al sol otra vez.

Tía Clara: ¿Por qué?

José: Porque se mojó toda.

Tía Clara: ¿Cómo que se mojo?

José: Y pues, tú sabes con las manos sucias y lo de los zapato, pues también se ensució.

Tía Clara: ¡Ay no! ¡Me da! ¡Me da! ¡Me da! Ahhh (se desmaya)

José: ¡Mamá! La tía Clara se desmayó, o sé durmió…

-(Y se va a buscar a la madre por el otro lado-)

Voz José: ¡Mamá, mamá!

-El escenario queda vacío. Viene la madre y se asusta porque ve a la hermana en el suelo-

 

Mamá: ¿Clara? ¡Clara! ¿Qué te pasó? Deja, te echo aire. (La abanica con la mano).  Ay, no se levanta chicos, por favor griten: Clara, Clara, Clara. (Se espera la reacción de los chicos) Clara, Clara. y levanta suavemente)

Tía Clara: ¿Dónde estoy?… ¿Dónde estoy?… Ay, como me duele la cabeza…

Mamá: Te desmayaste por lo que hizo José.

Tía Clara: José, José (grita) déjame que lo agarre y vas a ver cómo lo dejo. (Sale)

-(Sale y la madre detrás de ella)-

 

Mamá: Tranquila, tranquila, lo hizo sin querer.

-(Siguen buscando a José atrás del escenario)-

Voz Tía Clara: ¡Ah, té encontré!

Mamá: ¿Qué hiciste con la ropa?

José: Yo… Pues la estoy arreglando, a ver, esto va aquí, esto también, estoy no, no esto sí, esto no. Esto no.

-(Y tira pedazos de ropa por el aire)-

Tía Clara: Ven a ver lo que tu hijo está haciendo con la ropa. ¡Ven para acá niño!

Mamá: Espera ahorita mismo, yo lo agarro. ¡Ay! Se me escapó!

José: Ay, mi madre ya me voy, porque si no… Adiós.

-(Todos corren hasta que José desaparece y quedan las dos en escena)-

 

Mamá: ¡No puede ser! ¡Desapareció!

Tía Clara: No te digo, este escuincle es un mañoso, casi lo agarro, pero ay, ya me cansé.

Mamá: Pues claro con esa corrida que te aventaste, ya no tienes la misma edad que antes.

Tía Clara: ¿Perdón? Pues déjame que te recuerde, que soy la menor.

Mamá: Sí, ya sé.

Tía Clara: Y la más ordenada.

Mamá: Sí, ya sé.

Tía Clara: Y la más coqueta…

Mamá: Sí, ya sé y la más traviesa…

Tía Clara: Si ya sé, ¿Cómo? Claro que no…

Mamá: No, ¿No te acuerdas cuando pusiste él cerillo prendido en el zapato de la prima Eustaquia?

Tía Clara: Si, y me acuerdo cómo corrió para encontrar agua, pero en verdad me equivoqué y lo reconozco.

Mamá: Ah, muy bien, ¿Lo reconoces?

Tía Clara: Si, fui muy tonta, le hubiera prendido los dos zapatos.

Mamá: Pero ves, eres increíble. ¿Y todavía te quejas de José? Pobrecito.

Tía Clara: ¿Pobrecito? ¿Después de todo lo que hizo?

Mamá: Bueno, pero yo te voy a ayudar, vas a ver, entre tú Paula y yo, arreglamos la ropa sucia.

Tía Clara: Eso, Paulita si es una señorita, hecha y derecha.

Mamá: Capaz que hasta José nos puede ayudar.

Tía Clara: No. ¿Qué, quieres que se nos inunde la casa?

Mamá: ¡Ay, ya perdónalo!

Tía Clara: Bueno, teniendo en cuenta mi nobleza de mujer, mi amor por los niños, mi gran paciencia, mi…

Mamá: Sí, tu modestia también.

Tía Clara: Sí, modestia humildad. Gracias.

Mamá: ¿Lo vas a perdonar?

Tía Clara: (Se queda pensando) Mmmmm ¿Qué hago chicos?, ¿Lo perdono o no? (espera). Bueno está bien lo perdono. Desde ahora tendré paciencia, amor, paz en mi vida y no habrá nada que me inquiete. Después de todo, ese niño es una creación de Dios.

Mamá: ¡Bien clara!

-(Entra Paula)-

 

Paula: Hola tía, ¡beso, beso!

Tía Clara: Ay querida Paulita, cuánto te quiero. Ven acá. (beso)

Paula: Tía, el jarrón ese que tenias en la repisa, ¿es antiguo?

Tía Clara: ¡Sí, nena! Mira ese jarrón se lo regaló mi abuelo a mi padre y mi padre me lo regaló a mí y es carísimo, debe tener más de 100 años, es una joya. ¿Por qué la pregunta?

Paula: Porque ya no está más en la repisa.

Tía Clara: ¿Cómo y dónde está?

Paula: Hecho pedacitos por el suelo. José se puso a jugar al malabarista y pensó que el jarrón rebotaba. Pero no rebotó. Pensaba que era de goma. ¿Tía, estás enojada?

Mamá: Clara, ¿estás enojada? Tranquilízate, acuérdate de lo que acabas de decir.

Tía Clara: No hermanita, solo son niños, tengo que entenderlos y comprender que tienen tanta energía que a veces acurren accidentes.

Mamá: ¿Te sientes bien?

Tía Clara: Si, tan bien que voy a jugar a la pelota.

Mamá: ¿Vas a jugar a la pelota? ¿Con qué?

Tía Clara: ¡Con la cabeza de José! (sale corriendo) ¡José ven acá, cobarde!

Mamá: Ven, Clara tranquila… (sale)

 

-(Mientras todos corren a José, Paula se dirige al publico)-

 

Paula: Señores padres, ha llegado la hora de hablar a protección al menor y yo no me quiero perder el final. (se da vuelta y vuelve) No se pierdan la próxima obra que se llama La familia Clementi, eso si no estoy segura de que José aun siga vivo, hasta pronto. (Sale)

 

Fin

 

 

 

Obrerofiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.

Visitas: 3

EL VALOR DEL PERDÓN

EL VALOR DEL PERDÓN

(Obra de teatro con títeres).

Personajes: Bocota

Papanata

Tintín

Bocota: (sollozando) Snif… snif… snif

Papanata: Bocota, ¿seguís resfriado?

Bocota: Snif… snif… snif, ya se me va a pasar. Y dejame, que estoy ocupado.

Papanata: ¿Si? ¿Qué te pasa?

Bocota: ¿No lo ves? ¿Estás ciego? ¡Estoy llorando!

Papanata: Pero, ¿por qué?

Bocota: ¡Es qué nadie me quiere! Todos me dejan solo…

Papanata: Yo estoy con vos… y tenés un montón de chicos a tu alrededor.

Bocota: Si, pero Tintín, mi compañero de banco, se enojó conmigo porque yo me llevé a mi casa su caja de fibras, ¡me las llevé porque él no quiso prestármelas!

Papanata: Bocota, ¡eso es robar!

Bocota: Entonces, tuve que pelearme con él… le dije de todo, hasta… (Papanata trata de hacerlo callar). Encima le di cinco trompadas y tres patadas. Pero lo peor fue cuando mi mamá se enteró lo que hice. Me dio una flor de paliza, me obligó a devolver las fibras y me prohibió salir a jugar por dos semanas. ¡Buahhhhhh!

Papanata: (a los chicos) Chicos, ¿ustedes le darían un aplauso a Bocota?

Chicos:…………………………………………………………………………………………………….

Bocota: ¿Lo ves? ¡Nadie me quiere!

Papanata: Bocota, creo que el que no quiere a nadie sos vos. ¡Lo que hiciste estuvo muy mal!

Bocota: No me importa. Tintín se merece eso y mucho más, así aprende a no ser tan egoísta.

Papanata: Te estás equivocando Bocota, que feo que pienses así. ¿Te imaginás cómo debe estar Tintín después de lo mal que te portaste con él? (Bocota se hace el distraído). Me parece Bocota que deberías tomar una actitud de perdón para con Tintín.

Bocota: ¡Ni loco! Él tuvo la culpa y ahora que se la aguante.

Papanata: Pedir perdón Bocota no cuesta nada. Pensalo, después nos vemos (se retira).

Bocota: ¡Snif! ¡Snif! ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? Yo no tengo por qué pedir perdón. Tintín se tiene bien merecido las trompadas y las patadas que le di, así se le va lo egoísta. Si vieran chicos como le quedó la cara, ¡ja! ¡ja!

 

(Aparece Tintín).

Tintín: ¡Bocota! ¡Bocota!

Bocota: Eh ¿Quién me llama? ¿Quién está ahí?

Tintín: Soy yo Bocota, Tintín.

Bocota: ¡Qué querés! Ahh ya se, venís a buscar la revancha, bueno dale vení… vení que tengo muchas trompadas y patadas más para darte… vení, vení.

Tintín: No Bocota, no quiero pelear con vos.

Bocota: ¿Y entonces? ¿Para qué me llamabas?

Tintín: Fui un poco egoísta al no querer prestarte las fibras, por eso te traigo toda mi cartuchera con lápices de colores, microfibras, de todo para que puedas dibujar y pintar lo que quieras.

Bocota: Pero… pero yo.

Tintín: Eso sí, devolvémela el lunes porque la voy a necesitar para la escuela.

Bocota: Tintín, pero yo no puedo, yo, yo… (no puede contenerse y se larga a llorar) ¡Buahhhhhh! ¡Qué tonto que fui!

Tintín: ¡Bocota! No llorés, ya pasó.

Bocota: (arrepentido) ¡Perdoname Tintín! Lo que te hice no estuvo bien. Te prometo que no lo voy a hacer nunca más.

Tintín: ¡Claro que te perdono Bocota! (Se dan un abrazo).

 

(Llega Papanata).

Papanata: ¡Bocota! ¡Tintín! ¡Que gusto me da verlos así!

Bocota: ¡Somos amigos de nuevo! ¡Nos perdonamos!

Papanata: ¡Vieron qué lindo se siente por dentro cuando perdonamos y aprendemos a reconocer nuestros errores!

Bocota: ¡La verdad que sí! Ahora me siento mucho mejor.

Tíntín: ¡Yo también!

Papanata: Ya que está todo solucionado, ¿por qué no nos vamos al parque de acá a la vuelta y jugamos un partidito de fútbol?

Bocota: ¡Buenísimo!

Tintín: ¡Sí! Pero yo no voy al arco.

Papanata: Está bien, voy yo.

Bocota: Entonces… ¡vamos a jugar!

TODOS: ¡Chau chicos! (se retiran).

(Un líder o maestro cierra esta obrita de títeres remarcando la importancia de pedir perdón cuando nos portamos mal con alguien, como le sucedió a Bocota. Pero también, es importante pedirle perdón a Dios por nuestras malas acciones. Y Él, como es bueno y amoroso, nos perdona y nos limpia por medio de Jesús).

Sugerencia: Presentar el mensaje de Salvación si hay niños que todavía no han conocido a Cristo Jesús como único y suficiente Salvador de todos sus pecados.

Visitas: 32