“La alegría es el gran secreto del cristiano”. (G. Chesterton)
La Biblia nos habla de este gozo. Ella es nuestra fuerza, nuestro consuelo, nuestra esperanza en las tribulaciones, el manantial que nos mueve hacia adelante cuando todo parece imposible. El gozo del Señor promueve la transformación de vidas, saca del abismo a los desesperados, hace renacer lo que ya estaba muerto. Cuando estamos felices, todo lo que nos rodea se queda entusiasmado.
Nuestra alegría es un secreto que no dejamos de compartir, que queremos que todos sepan, que sembramos para que todos tengan el mismo gigantesco secreto.
Me encantaba cantar una canción en mi juventud: “Si quieres saber por qué vivo para cantar, presta atención … Te lo diré. Una luz intensa brilla en mi alma, desde que acepté a Jesús”. ¡Qué verdad era esa canción! ¡Cómo me gustaba compartir mi secreto!
¿Tienes el mismo secreto? ¿Le has estado contando a todo el mundo tu secreto?
Visitas: 14