Cmo hemos buscado la felicidad para nuestras vidas y nuestro hogar? Esperando que caiga del cielo, sin que tengamos que hacer nada? O nos esforzamos da y noche para que la felicidad nos contemple?
Entonces, la felicidad depende de nosotros y no de Dios? Claro que no! l nos dice que sin l no podemos hacer nada. Debemos estar siempre activos en la presencia del Seor. En su presencia y no solo. l es nuestra fuerza, nuestra direccin, nuestra gracia y uncin en todo lo que hacemos. l hace su parte y nosotros la nuestra.
Las aguas del ro Jordn no se abrieron para que pasara el pueblo de Dios antes de que pusieran las plantas de sus pies en el agua. El Mar Rojo no se abri hasta que Moiss toc las aguas con su vara. Lzaro, hermano de Marta y María, no sali de la tumba antes de que retiraran la piedra de la entrada. La salvacin en Cristo no suceder hasta que abramos nuestro corazn al Salvador.
Quieres estar feliz? Haz tu parte: dile a Cristo que quieres que l sea tu Seor y Salvador para siempre.
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