Para reflexionar… Reforma Total

“y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, serás bendición” (Génesis 12:2).

“Dios siempre inicia una reforma en nosotros antes de usarnos para reformarnos a nuestro alrededor”.

Recuerdo un relato que leí hace más de treinta años. Un hombre en Argentina oraba a diario, pidiendo a Dios que lo usara para producir un avivamiento espiritual en su país. Oró y oró, lloró a los pies del Señor. Después de un tiempo, Dios le habló claramente a su corazón: “¿Qué pasa si quiero traer ese avivamiento que quieres, pero usando a otra persona?” Según el texto leído, el hombre ya no oraba por ese asunto.

Dios no nos usará para hacer las grandes cosas que quiere hacer en este mundo si no estamos dispuestos a ofrecerle que lo haga primero en nosotros mismos.

Solo alguien que se somete a la voluntad del Señor puede ser un canal de bendición para los demás. Solo alguien que obedezca las leyes de la Palabra de Dios podrá llevar a muchos a la presencia del Señor. Solo alguien que esté verdaderamente comprometido con la obra de Dios puede iluminar y transformar el mundo.

¿Quieres bendecir al mundo con las maravillas del Señor? Así que deje que el Señor trabaje en su vida para que pueda ser una bendición antes de comenzar su trabajo.

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