Un nio estaba cenando con sus padres en la casa de un anciano. El nio vio al anciano curvar la cabeza y hablar en voz baja. El joven se volvi y le pregunt a su madre: “Qu le dijo el seor Jorge al plato?”
A menudo nos olvidamos de dar gracias a Dios por todo lo que nos da. Es as a la hora de comer, a la hora de comprar un coche, a la hora de comprar ropa nueva, al ir al mercado a hacer las compras del mes, etc. Pedimos mucho, pero agradecemos muy poco.
Pedimos un buen trabajo y el Seor nos lo da. Nos acordamos de agradecerle por una bendicin tan grande? Pedimos una casa en un lugar mejor y l nos atiende. Hablamos de nuestro gozo con todos los familiares y amigos, pero recordamos que ha sido Dios quien nos bendijo? Nos tomamos un momento para decirle al Seor: “Gracias”? Recordamos, al menos, glorificar a Dios por tener el dinero para el autobs que nos lleva al trabajo, la universidad, la iglesia?
El mayor problema para el hombre es buscar a Dios solo cuando lo necesita. Nunca se acuerda de magnificar el nombre de Jess porque no necesita nada. Todos somos as! Pero tenemos que cambiar nuestra actitud.
Si Dios nos da tanto, siendo ingratos, cmo sera si furamos hijos agradecidos y obedientes, como l quiere que seamos?
Sin Dios, no podemos hacer nada.
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