Nosotros y la generación futura

Nosotros y la generación futura

por Sam Doherty
Trabajar con niños es invertir en el futuro de su iglesia y país. ¿Qué está haciendo usted en su iglesia para ganar los niños para Cristo? El autor Sam Doherty nos hace reflexionar, con un caso de la vida real, acerca de la importancia que tiene el ministerio a la niñez en la Iglesia.
Nosotros y la generación futura
Segundo artículo de la serie: En nuestras manos
 
Esto debería ser un desafío para nuestros corazones. Los niños de hoy son la Iglesia de mañana y el pueblo de mañana; descuidarlos es asumir un grave riesgo. Debemos prepararnos para el mañana alcanzando hoy a nuestros niños con el evangelio. Nuestra inversión en ellos será buena y provechosa, aunque no siempre vemos los resultados de la inversión tan pronto como quisiéramos. Es muy común invertir dinero con la idea de ganancias en el futuro. Habiéndolo hecho, esperamos con paciencia las ganancias aseguradas. De igual manera cosecharemos los resultados de nuestra evangelización de niños, si aprendemos a ser pacientes. Pero de una manera maravillosa Dios con frecuencia nos da muchas ganancias presentes por nuestra inversión. Estas son adicionales a las que recibiremos en el futuro.


Un pastor suizo invierte en el futuro


El Doctor Armin Mauerhofer fue hasta hace poco pastor de una de las iglesias evangélicas libres más grandes de Suiza. Cuando la iglesia era aún pequeña, él vio el gran potencial en los niños de Langenthal, y decidió construir para el futuro. Él y su iglesia planificaron y desarrollaron dos tipos de ministerio a los niños del pueblo y las zonas aledañas:

Una escuela dominical para los hijos de miembros de la iglesia
Varios clubes bíblicos realizados en días de semana en hogares, alcanzando a niños que no formaban parte de la iglesia
Estos dos grandes grupos de niños permanecieron separados hasta llegar a la adolescencia, cuando se unieron bajo el ministerio de jóvenes de la iglesia.
 
El Doctor Mauerhofer dice que su iglesia fue construida sobre la base de este ministerio evangelístico de niños, y que muchos de los que ahora están en la iglesia fueron alcanzados y recibieron la salvación mediante los clubes bíblicos.
 
Él vio que el futuro de la iglesia estaba en manos de los niños, e invirtió en ellos. La inversión finalmente fue muy fructífera.
 
Dice que hoy, como profesor en el Seminario Teológico Evangélico Libre de Basilea, Suiza, él quiere que sus alumnos entiendan que su ministerio más importante será el llevar a niños a Cristo y alcanzar a los niños perdidos de su vecindario. Continuamente enfatiza que los niños creyentes son los misioneros, pastores y líderes del mañana.
 
Repite: «Tenemos que estar conscientes que en verdad vale la pena invertir en los niños». En consecuencia, algunos de sus estudiantes en el seminario le han dicho: «Algún día nosotros seremos pastores y entonces tendremos ministerio entre niños en nuestras iglesias».


Todo obrero entre niños necesita tener lentes bifocales espirituales. Evangeliza a los niños porque ve su necesidad actual de Jesucristo y su salvación. Pero también evangeliza porque ve su potencial para el futuro, y está invirtiendo en ese futuro.


 
Para concluir, recuerde: Evangelizamos a los niños porque el futuro de la iglesia y del país está en sus manos.
 
Carlos Spurgeon escribió:


Una verdad que se deposita en el corazón de un niño fructificará y en su edad adulta se verá su fruto. Aquel niño que en clase oye la suave voz de su maestro puede llegar a ser un Lutero, y sacudir al mundo con su proclamación vehemente de la verdad.
 
Que nadie desprecie a los menores, ni piense que no tienen importancia. Insisto en que se les dé prioridad.
 
Ellos son el futuro del mundo. El pasado ya fue, y no lo podemos cambiar; el presente mismo se va ante nuestra mirada; pero nuestra esperanza está en el futuro; por eso pido lugar para los niños y las niñas.


(Citado de Come Ye Children)
 


¡Maestros, miren lo que pueden hacer! En sus escuelas están los evangelistas del futuro. En esa clase de párvulos hay algún futuro misionero a tierras lejanas. Hermana, ahí bajo tu instrucción hay un futuro apóstol. Hermano, bajo tu enseñanza se hallan los que llevarán los estandartes de nuestro Señor en lo más reñido del combate. Las generaciones tienen la mira en ustedes cada vez que se reúnen con su clase.
(Citado de Come Ye Children)
 


No pienso que las iglesias de Jesucristo serán edificadas principalmente por quienes han vivido una vida de pecado, sino por jóvenes y señoritas quienes han sido criados desde su niñez en el temor del Señor y quienes serán los pilares de la casa de nuestro Dios. Si deseamos ver cristianos fuertes, debemos fijarnos en aquellos que han sido creyentes desde su juventud; los árboles deben ser plantados en los atrios del Señor durante su juventud si han de crecer y prosperar largo tiempo.


(Citado de Words of Counsel for Christian Workers)
 


¿Quién puede imaginar la gloria que Dios recibirá por su causa? Los pueblos paganos los bendecirán. Naciones enteras serán por ellos iluminados…
 
Es correcto que miremos con admiración a los niños convertidos pues no sabemos si irán pronto a estar entre los ángeles, o cuánto brillará su luz entre los hombres. Hermanos y hermanas, démosles a los niños su valor real, y entonces no desearemos impedirlos sino que estaremos ansiosos por guiarlos ya a Jesús.


(Citado de un sermón que predicó el 17 de octubre de 1886)
Tomado y adaptado del libro ¿Por qué evangelizar a los niños?, Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 29–32

 

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