Qué ves cuando los ves

Qué ves cuando los ves

La autoestima es un tema de moda en la actualidad. Más allá de la moda, siempre es valioso tenerlo en cuenta a la hora de pensar en nuestros hijos. La autoestima es la propia valoración que cada uno tiene de sí mismo. Es una manera de ser en el mundo, que se construye en relación con los otros.

 

¿Qué ves cuando los ves?

Una autoestima sana, aumenta la confianza del niño para enfrentar diferentes desafíos.

“No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16.7

La autoestima es un tema de moda en la actualidad. Más allá de la moda, siempre es valioso tenerlo en cuenta a la hora de pensar en nuestros hijos.
La autoestima es la propia valoración que cada uno tiene de sí mismo. Es una manera de ser en el mundo, que se construye en relación con los otros.

Desde que nacemos estamos en contacto con los otros. El vínculo más importante y trascendente en la vida de una persona son los padres, y ellos son los primeros formadores de la autoestima de su hijo.
El Dr. Dobson dice en su libro Criemos a niños seguros de sí mismos que “como padres, gran parte del concepto que nuestro hijo tiene de sí mismo se desarrolla como resultado de la manera en que el niño cree que tú lo “ves” a él.”

Entonces, es bueno que pensemos y observemos dos aspectos:
El primer aspecto es en relación a nosotros como padres. Cuando miramos a nuestro hijo, ¿qué vemos? Te pregunto: ¿qué ves en él? ¿Cuáles son los aspectos que valoras? ¿Qué aspectos rechazas? Una autoestima saludable contribuirá también a formar su identidad, a aceptarse y amarse tal cual es y eso, sin lugar a dudas, comienza en casa.

El segundo aspecto tiene que ver directamente con nuestros hijos, ¿qué sabemos de ellos? Te pregunto, ¿lo conoces realmente? ¿Cómo crees que es su autoestima?, ¿qué piensa de sí mismo?, ¿qué piensa que los demás piensan de él?, ¿cómo son sus vínculos dentro del contexto familiar y fuera de él? ¿Esos vínculos refuerzan o dañan su autoestima?

Otro tema a tener en cuenta, en relación con la autoestima de nuestros hijos, es el comienzo de la escolaridad. Esta etapa es un paso de autonomía en la vida de ellos, y es el momento en el que se pone en juego lo aprendido en el hogar. El respeto, el amor, la contención y los límites que reciba de nosotros como padres, lo ayudarán para enfrentar los distintos desafíos que la escolaridad le plantee.

¿Cómo nos damos cuenta que nuestro hijo no tiene una autoestima sana? En primer lugar, tomémonos un tiempo para observar su comportamiento, preguntarle cómo ha sido su día en la escuela, interesarnos por sus compañeros y cómo es la relación con ellos.
Algunos comentarios que escucho en la clínica son las quejas de los niños víctimas de burlas, apodos ofensivos, bulling escolar (acoso violento), etcétera. Todo aquello que desvaloriza al niño lo llena de tristeza y, muchas veces, es la causa de la resistencia a ir al colegio.
Cuando detectamos comentarios o situaciones que incomodan a nuestros niños, debemos actuar a tiempo para revertir eso, y no permitir que su autoestima sea dañada.

Como padres tenemos que acercarnos para conocer mejor a nuestro hijo, dedicar tiempo para escucharlo, para preguntarle, para conversar con él, para que él pueda construir una autoestima sana, basada en el amor de Dios, en el amor de sus padres y en el respeto de quiénes lo rodean. Esto es lo mejor que le puede pasar.

María de los Ángeles Urlacher
Licenciada en Psicología
Consultorio Particular en Villa Ballester
Pertenece al ministerio Fortalecer Familias,
Centro de Apoyo y orientación familiar

 

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