Un hombre, muy enfermo, fue visitado por otros hermanos de la iglesia. En cierto momento de su conversacin, el enfermo pregunt: “Los encontrar a todos all en el Cielo si muero?” Uno de los hermanos respondi inmediatamente: “S, por la sangre derramada de nuestro Seor Jesucristo, todos nosotros Nos encontraremos all”.
Cristo es en verdad el Camino a las moradas celestiales. Todos los que lo amamos y lo recibimos con alegra en nuestro corazn, estaremos un da con l en las moradas que ha preparado para todos nosotros. All viviremos por toda la eternidad.
Y mientras no seamos llamados al encuentro final con Dios, experimentaremos la misma felicidad aqu mismo en el mundo. Todava no estamos en el Cielo con Cristo, pero l est con nosotros todos los das de nuestra vida.
Vivir con Jess es una experiencia maravillosa y una bendicin que nos mostrar cunto nos regocijaremos cuando estemos con l en nuestro hogar celestial.
Quiero experimentar el Cielo mientras estoy aqu en el mundo, y quiero estar con Cristo despus de mi muerte, para siempre. Y t?
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