Las respuestas de los nios fueron interesantes. Y de qu lado estamos nosotros, de los que estn decepcionados por los pecados cometidos o los frustrados por no volver a cometerlos? Nos sentimos ms felices cuando nos alejamos del Seor, o ahora que, lejos del pecado, tenemos Su proteccin, Su cuidado y Sus bendiciones?
Casi nadie preferira “las cosas viejas”. No tenamos paz, la alegra era falsa y fugaz, caminbamos sin rumbo fijo y no sabamos para dnde ir. Con Cristo, caminamos con seguridad, l nos levanta cuando caemos, tenemos una paz sin igual, un gozo que nos fortalece, un futuro glorioso por delante, con el Seor, por toda la eternidad. Con nuestros nombres escritos en el Libro del Cielo, no queremos recordar ni un momento de los tiempos mundanos, llenos de incertidumbre y desesperanza.
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