Una verdadera historia. Era verano y haca mucho calor. Un joven, que venda libros de puerta en puerta, llam a una casa humilde. Hizo esto para ayudar a pagar su educacin. Lo atendi una nia que dijo que su madre no estaba. “Ella fue a la ciudad para hacer algunas compras”, le dijo al vendedor. “Est bien”, dijo, y le pregunt si poda traerle un vaso de agua. “Por supuesto”, respondi ella, “pero no preferiras un vaso de leche?” Acept con gran alegra y luego se fue. Despus de muchos aos, esa nia se convirti en una hermosa nia, siempre muy agradable. Debido a una enfermedad, termin en un hospital y pas varios das all. Cuando estuvo lista para irse a casa, le dijo a la enfermera. “Estoy feliz por la curacin, pero preocupada por la factura del hospital. Debe ser muy alta”. La enfermera le trajo la factura y se sorprendi de lo que estaba escrito de su propia mano por el mdico: “Todo se ha pagado con un vaso de leche que le ofrecieron a uno pobre estudiante en una calurosa tarde de verano”.
Qu hemos sembrado en los aos que hemos vivido? Qu recuerdos tienen nuestros amigos de nuestras actitudes? Qu testimonio hemos dado de nuestra relacin con el Seor Jess?
Hay un dicho: “El que siembra vientos, cosecha tormentas”. Qu cosecharemos si sembramos amor?
Podremos escuchar en aquel gran da: “Ven, siervo bueno y fiel”?
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