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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Para reflexionar… La Verdadera Navidad Debe Tener Amor

“Oh hombre, l te ha declarado qu sea lo bueno, y qu pide de ti el SEOR: solamente hacer juicio [recto], y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios”
(Miqueas 6:8).

Durante ms de 20 aos trabaj como zapatero en el mismo lugar. A todos les gustaba mucho por ser carioso y generoso siempre que era posible. Todos lo llamaban to Media Suela, por su oficio, y se divirti mucho con el apodo.

Era Nochebuena y se dirigi a una estantera donde guardaba un zapatito blanco. All, solo, pens: “Si Jess naciera maana, aqu en mi ciudad, le regalara este zapatito. María estara muy feliz! Fue mi mejor trabajo en 20 aos”. Luego sonri y se dijo a s mismo: “Viejo tonto. Jess no necesita tu regalo”. Cerr su pequeo taller y se fue a dormir. Durante la noche so que alguien lo llamaba: “To Media Suela, tanto quieres que te visite. Maana pasar por tu ventana y si me invitas entrar y me sumar a tu mesa”. Muy emocionado, el zapatero ya no dorma. Se levant y puso su casa en orden lo mejor que pudo. Orden su cocina y puso todo lo que tena sobre la mesa. Despus de todo, ese da tendra un visitante muy distinguido.

Se par junto a la ventana para esperar. Pronto vio a un barrendero limpiando la calle donde viva. Pens que podra tener hambre. Lo llam y le dijo que pasara a tomar una taza de caf con una rebanada de pan. El hombre acept y se fue de all muy contento. Cuando volvi a la ventana, el to Meia Sola vio a una mujer harapienta con un nio en brazos. Con cansancio, se sent a la puerta del taller. Con mucho amor en su corazn, el anciano la llam, le pidi que entrara a comer algo y le diera leche al nio. Vio que el nio estaba descalzo y le ofreci el zapatito blanco a la madre que, con gran alegra y lgrimas de gratitud, sali de esa casa llena de amor.

El anciano regres a la ventana, esperando a su invitado especial. A lo largo del da ayud a muchas personas necesitadas que pasaban antes que l, siempre con el corazn lleno de generosidad. Por la noche, regres a su cama, diciendo: “Fue slo un sueo. Cre, pero no vino”. Durante la noche, tuvo otro hermoso sueo. Vio a todas las personas a las que ayud, pasar junto a su ventana y decir: “Me viste? He estado contigo todo el da”.

Esta debe ser nuestra Navidad … con mucho amor en nuestros corazones.

Feliz Navidad para todos!

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