“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).
El filósofo alemán Nietzsche dijo una vez: “No creeré al Redentor de los cristianos hasta que me demuestren que son redimidos”.
A pesar de ser ateo, no conocendo las maravillosas bendiciones del Señor Jesús, Nietzsche dijo algo verdadero: No podemos decir que Jesús nos salvó si no mostramos el resultado de una salvación tan grande.
¿Cuál es el valor de nuestro testimonio cristiano si venimos a la iglesia o incluso a un amigo en la calle, diciendo que nos hemos transformado cuando recibimos al Salvador en nuestros corazones si continuamos con las mismas actitudes y costumbres de nuestra vieja naturaleza?
¿Cómo podemos iluminar el mundo si estamos completamente apagados? ¿Cómo podemos estimular a nuestros amigos de trabajo si nuestras prácticas son semejantes a de ellos o peores? O somos nuevas criaturas o estamos engañando a muchos y especialmente a nosotros mismos.
Cuando demostramos a todos que ha habido una transformación en nuestras vidas, muchos son bendecidos y somos realmente felices.
Visitas: 15