“Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron:  Es  necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

“Me  preocupa  lo  que  sucede  en  mi  trabajo.  Mi    jefe constantemente me pide que diga a los clientes cosas que  no son ciertas. Me siento mal”, dijo Gino a un  hermano  de  la iglesia. El hermano aconsejó: “Sé que los  trabajos  no  son fáciles de  encontrar,  pero  otro  Señor  es  imposible  de encontrar. Intenta hablar con tu jefe pidiéndole que  no  te haga mentir. Di que eres cristiano y te sientes mal haciendo lo que haces”. Si aún así requiere que no esté  bien  en  su trabajo, será mejor que comience a buscar un otro”.

Jesucristo nos dice que Él es la Verdad. Y también dice  que la verdad liberta. ¿Qué sería  peor,  perder  tu  trabajo  o perder a Jesús? Y cuando perdemos a Jesús, también  perdemos la salvación, la alegría, la paz y todas las bendiciones que el Señor nos ha dado.

Es la voluntad del Señor que caminemos en su  presencia.  Es Su voluntad que siempre  digamos  la  verdad  y  hagamos  lo correcto.  Y  cuando  obedecemos  Su  Palabra,  Él  nos   da victorias y bendiciones en  cualquier  situación.  Si  somos fieles, podemos confiar plenamente  en  que  Él  actuará  en nuestro nombre.

Hacer la voluntad de Cristo es mejor que hacer  la  voluntad de los hombres. Y si lo hacemos, Él cambia a los  hombres  y todo, solo para bendecirnos.

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