“Las nubes pueden ser negras y sombras, pero no pueden cambiar el hecho de que el sol sigue brillando”.
Nuestro da podra ser el peor da de nuestras vidas. Puede ser que nada haya salido bien, que las frustraciones se hayan acumulado lo suficiente, que nuestros sueos se hayan convertido en terribles pesadillas, que nuestra esperanza nos haya abandonado sin previo aviso, que nuestros ojos se hayan convertido en inmensas cataratas de lgrimas. Nada de esto evita la luz del Sol de Justicia y el amor incomparable de nuestro amado Seor y Salvador Jesucristo.
Los problemas de un da no determinarn nuestra derrota. Sea cual sea la situacin o circunstancia, Cristo permanecer all, muy cerca de nosotros, intercediendo por nuestra victoria final y definitiva. Nada nos alejar del amor de Dios, nada evitar que glorifiquemos Su nombre, nada quitar la bendicin de la salvacin y nuestra vida eterna.
Recuerda que las nubes oscuras pasarn. Tormentas tambin. El amor de Dios … Nunca pasar.
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