“Si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído” (Colosenses 1:23).
Pedro estaba orando: “Señor, ninguno de mis sueños ha sido realizado. Al contrario, veo que están muy lejos de mí. Siento que están en las nubes”. Le pareció oír claramente: “Si están en las nubes, están en el lugar correcto. Basta ahora construir los fundamentos para alcanzarlos.”
Y nuestros sueños, donde están? ¿Muy lejos de nosotros? ¿Muy altos para ser alcanzados? ¿Imposibles de ser realizados? ¿O apenas a un extender de manos del Señor?
Cuando confiamos sólo en nosotros mismos para la realización de nuestros sueños, se vuelven más difíciles e inalcanzables. Cuando confiamos en otros para que nos ayuden, probablemente no tendremos éxito. Cuando desistimos, juzgando que no eran para nosotros, allí la derrota será total. Pero cuando miramos hacia arriba y entregamos todo en las manos del Señor, entonces todo será posible.
Nuestros sueños serán realizados si siempre son motivo de alabanza y engrandecimiento del nombre de Jesús. Con el Señor seremos vencedores en la construcción de nuestros sueños y en la felicidad que nos traen.
¿Ya está construyendo los fundamentos de sus sueños?
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