Oraciones para Niños – Instrucciones

Oraciones para Niños – Instrucciones
Muchos padres se sienten incómodos al hacer oraciones para sus hijos o al enseñar a sus hijos acerca de la oración. Como padres deseamos impartir la profundidad de nuestra fe a medida que ayudamos a nuestros hijos a descubrir su yo espiritual. Todos tenemos esa imagen perfecta de un niño orando — los ojos cerrados, las manos juntas, una expresión llena de paz. Pero, usualmente, en los momentos de oración encontramos a nuestros hijos inquietos mientras tratamos de acallarlos, diciéndoles que inclinen sus cabezas. ¿Existe una fórmula que defina la oración para nuestros hijos de una manera natural y simple?

Hasta el niño más pequeño entiende que la oración significa “hablar con Dios.” A medida que un niño comparta sus preocupaciones, los padres pueden escribir frases simples para ayudarles a recordar. Creando oraciones específicas, los padres pueden tratar las necesidades y preocupaciones individuales del niño. La oración puede ser “estimulada” con muchas cosas — caminando en el parque/bosque (dar gracias), viendo a los incapacitados/ancianos (pedir por su sanación), planeando unas vacaciones (pedir protección). La música crea una conciencia de la cercanía de Dios, ayudando a los niños a enfocarse en sus sentimientos (Colosenses 3:16). Con el tiempo, los niños aprenden que la oración es un momento especial de acción de gracias con un Amigo.

El orar en voz alta es importante — Dios dijo Su Palabra en voz alta. Hay poder en la oración, especialmente cuando incorporamos la Palabra hablada de Dios. Es muy útil para los niños el memorizar versículos de la Biblia. Esto les da a los padres la oportunidad de ver cómo el Espíritu Santo ayuda a sus hijos a recordar las verdades de Dios (Juan 14:26). Unos cuantos ejemplos de oraciones para niños basadas en las escrituras podrían incluir:

  • Gracias Dios, por librarme de mis pecados y ayudarme a vivir correctamente (1ra de Pedro 2:24).
  • Ayúdame a conocer el amor de Jesús y a sentir Tu poder en mi (Efesios 3:19).
  • Confío en que Dios siempre me protegerá (Salmos 91:11, 14).
  • Dios, enséñame a ser honesto con mis pecados para que pueda confesarlos y ser perdonado (1ra de Juan 1:9).
  • Quiero cantar y decirle a todo el mundo lo maravilloso que eres (Salmo 150).

 

Oraciones para Niños – Inversión
Las oraciones para niños pueden ser una inversión en la vida de sus hijos. La tecnología les proporciona a los padres una conexión electrónica continua con sus hijos (monitores, teléfonos celulares). Sólo la oración refuerza una conexión de por vida entre el Padre Celestial, los padres, y los hijos. Los padres a menudo oran por la sanación o protección de sus hijos, pero la seguridad espiritual debería tener una mayor prioridad. Ore para que su niño tenga el coraje de seguir a Jesús (salvación), tenga un espíritu apacible (obediencia), y sabiduría para utilizar los dones que Dios le dé para Su gloria (compromiso).

Desde el nacimiento, los padres invierten en la seguridad espiritual de sus hijos. Hasta los recién nacidos son involucrados en la oración cuando los carga, orando e introduciéndolos al amor de Dios (Mateo 19:14–15). Nadie orará más fervientemente por sus hijos que usted. Nadie invertirá más tiempo en formar los valores de sus hijos. La relación de un padre a menudo modela la base de un niño para una relación con el Padre Celestial (Lucas 11:11–13). Las madres que le piden a Dios paciencia encuentran sabiduría cuando disciplinan (Hebreos 12:6). Al orar con su niño después de la disciplina, ambos padres y los niños experimentan el perdón de Dios y una misericordia abundante. El tiempo invertido en buscar a Dios a través de la oración con sus hijos producirá un gran dividendo (Salmo 103:17–18).

Oraciones para Niños – Involucrados
¿Alguna vez sus hijos le han observado orando durante sus actividades diarias? Así como Cristo fue nuestro ejemplo, los padres están llamados a ser modelos para sus hijos, guiados por el Espíritu (2 Timoteo 3:15–17). Cuando nuestro hijo e hija eran pequeños, orábamos por ellos, mientras ellos escuchaban. Pronto, ellos estaban orando por nosotros, mientras nosotros escuchábamos. A medida que nuestros hijos aprendían más acerca del carácter de Dios, Él estaba moldeando su carácter también. Sus conversaciones con Dios se convirtieron en la “voz de sus corazones” — a veces detalladas, a veces sin pretensiones, siempre fervientes.

La oración no es una fórmula. Es la anticipación a la respuesta de Dios mientras hablamos con Él. Representa una genuina expresión de devoción y fe como de niño. Las oraciones para niños y con los niños, les dan a los padres una oportunidad de pasar el legado de su compromiso y fe a la próxima generación (Deuteronomio 6:5–7).

 

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