EDUCANDO LIDERES

EDUCANDO
LIDERES

La madurez se define como la
habilidad y disposición de las personas para aceptar la responsabilidad de
dirigir su propio comportamiento.
Un elemento con el que debe de
contar un buen líder y que lo distingue de los demás. Nos hemos dado cuenta que
a lo largo del tiempo y en especial hoy por hoy se requieren de buenos lideres
para sacar adelante las familias, las organizaciones, las empresas, las
instituciones, los países es decir, el mundo en general.
Sin embargo, cabe preguntarse
¿Realmente las personas adultas somos maduras? ¿La educación recibida en la
niñez nos ha facilitado el camino para llegar a la maduración?
Sabemos que conforme vamos
creciendo vamos formando nuestra propia personalidad gracias a las vivencias y
aprendizaje que vamos adquiriendo; para ello debemos recordar que el aprendizaje
significativo es de gran importancia para estos aspectos ya que con éste se
asimilan las vivencias, conceptos y conocimientos siempre implicando con ello un
sentido afectivo. Siendo la infancia la etapa de desarrollo más significativa
para los seres humanos.
Si bien es cierto que es de suma
importancia contar con líderes, también es cierto que no todos lo pueden ser,
puesto que para que alguien sea líder debe de contar con
seguidores.
En la escuela ya se comienzan a
identificar líderes potenciales, niños que ya sobresalen del grupo y que
además pueden y tienen cierto tipo de influencia sobre sus demás compañeros y
que incluso, tal vez tengan una influencia mayor que la del líder formal que en
este caso es el profesor. Estos “niños líderes” deben de ser encauzados
positivamente por sus padres y maestros ya que cuentan con un gran potencial que
si se desarrolla de manera adecuada, se podrán arrojar resultados sumamente
favorables tanto para sus familias como la sociedad en sí, porque serán personas
maduras capaces de lograr los objetivos que se planteen.
Pero todo ello dependerá del
liderazgo y ejemplo que utilicen los padres y/o profesores y es que dependiendo
del estilo de dirección con los que sean dirigidos será el resultado que se
espere obtener. Como ejemplo; si a un niño no se le permite un desarrollo
integral, lo único que se obtendrá es un “niño de su mamá” o una “niña de su
papá” y aun cuando ellos crezcan y cronológicamente sean adultos dependerán de
sus padres para tomar decisiones; situación nada favorable para ellos mismos. En
este caso no se daría un aprendizaje significativo sino que por el contrario, se
bloquea y obstaculiza al niño evitando la obtención de la madurez necesaria para
su desarrollo como persona y ser humano.
El nivel de los estudiantes
(voluntad y capacidad para dirigir su propio aprendizaje y lograr sus propios
incentivos
) se ha ido desarrollando mediante un desplazamiento sistemático
en el estilo de la enseñanza, es decir, que ha llevado un proceso por el cual el
individuo o estudiante va encontrando un sentido a los conceptos y conocimientos
adquiridos en donde el maestro apoya al estudiante pero le da la libertad de
expresar sus propios juicios para que con ello vaya formando su propio criterio,
permitiendo lograr la individualización de la enseñanza y la libertad máxima del
estudiante.
Claro que para que este proceso
se desarrolle de la mejor manera se deben de contar con el apoyo y respaldo de
una educación similar en casa y con ello el individuo no sólo aplicará esto en
la escuela sino en su vida diaria. Lo que se pretende es que los estudiantes
inicien su propia estructura de aprendizaje y el maestro participe únicamente a
solicitud del alumno.
Para el estudiante inmaduro que
carece de la motivación y la capacidad necesaria para dirigir su propio programa
de trabajo este estilo implica un comportamiento de relación y tarea, pero
sabemos que esto puede llegar a ser contraproducente si lo que buscamos es
obtener un aprendizaje significativo, ya que puede fomentar la inmadurez y se
corre el riesgo de que el estudiante conciba esto como un comportamiento
permisivo.
Es aquí en donde los padres y
profesores debemos de aplicar un liderazgo positivo también conocido como
liderazgo situacional que no es otra cosa que el ser empáticos con los alumnos
para poder encontrar la forma de motivarlos para aprender.
Como podemos ver, todo lo
anterior es un aspecto muy sensible y delicado dentro del ámbito de la educación
pero es de vital importancia que se aplique en el educando ya que gracias a esta
forma de aprendizaje podremos obtener y desarrollar lideres positivos para las
familias, sociedades, organizaciones y todos aquellos aspectos que formen parte
de una nación. Serán íntegros, cabales, responsables, capaces, predictibles, en
una palabra serán seres maduros que promuevan familias, organizaciones y
naciones maduras que harán del mundo un lugar mejor para vivir y
desarrollarse.

Yahel Barragán

Maestra y
Comunicóloga
yahelde@yahoo.com

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