“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Cuando Se Aprende A Escuchar

Cuando Se Aprende A Escuchar

Written by Max Lucado

Estoy convencido de que nosotros tambin podemos. Equipados con las herramientas apropiadas podemos aprender a escuchar a Dios. Cules son esas herramientas? Las siguientes son las que he hallado tiles.

Un tiempo y lugar regulares . Seleccione un perodo en su horario y un rincn en su mundo, y seprelo para Dios. Para algunostal vez sea mejorhacerlo en la maana. De maana mi oracin se presentar delante de ti ( Salmo 88.13 ). Otros prefieren por la noche y concuerdan con la oracin de David: Suba mi oracin delante de ti como la ofrenda de la tarde ( Salmo 141.2 ). Otros prefieren muchos encuentros durante el da. Al parecer el autor del Salmo 55 lo haca as. Escribi: Tarde y maana y a medioda orar y clamar ( Salmo 55.17 ).

Algunos se sientan debajo de un rbol, otros en la cocina. Tal vez usted tenga que recorrer cierta distancia para ir a su trabajo, o tal vez su hora del almuerzo sea la apropiada. Busque la hora y el lugar apropiados.

Cunto tiempo debe tomar? Todo lo que necesite. Valore la calidad ms que la cantidad. Su tiempo con Dios debe durar lo suficiente como para que usted pueda decir lo que quiere decir y que Dios diga lo que quiere decir. Lo que nos lleva al segundo recurso que usted necesita:una Biblia abierta .

Dios nos habla por medio de su Palabra. El primer paso alleer la Bibliaes pedirle a Dios ayuda para comprenderla. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviar en mi nombre, l os ensear todas las cosas, y os recordar todo lo que yo os he dicho ( Juan 14.26 ).

Antes deleer la Biblia, ore. No se acerque a las Escrituras buscando sus propias ideas; busque las de Dios. Lea la Biblia con oracin. Tambin, lala con cuidado. Jess nos dijo: Buscad, y hallaris ( Mateo 7.7 ). Dios elogia a los que meditan en las Escrituras noche y da (vase Salmo 1.2 ). La Biblia no es un peridico en el que se leen los titulares, sino una mina que hay que aprovechar. Si como a la plata la buscares, y la escudriares como a tesoros, entonces entenders el temor de Jehov, y hallars el conocimiento de Dios ( Proverbios 2.45 ).

Este es un punto prctico. Estudie la Biblia un poco a la vez. Dios parece enviar mensajes como enviaba el man: una porcin para un da a la vez. l provee mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, rengln tras rengln, lnea sobre lnea, un poquito all, otro poquito all ( Isaas 28.10 ). Prefiera profundidad a cantidad. Lea hasta que un versculo le golpee, entonces detngase y medite en l. Copie ese versculo en un papel, o escrbalo en su diario, y reflexione en l varias veces.

La maana en que escrib este captulo, por ejemplo, mi tiempo devocional me hall en Mateo 18 . Haba ledo apenas cuatro versculos cuando le:El ms importante en el Reino de Dios es el que se humilla y se vuelve como este nio . No tuve que seguir adelante. Copi las palabras en mi diario, y he meditado y pensado en ellas durante el da. Varias veces le he preguntado a Dios: Cmo puedo ser ms como un nio? Para el final del da me vino el recuerdo de mi tendencia a andar apurado y mi proclividad a afanarme.

Aprender lo que Dios quiere? Si escucho, lo aprender.

No se desanime si su lectura cosecha poco. Algunos das una porcin menor es todo lo que necesitamos. Una niita regres de su primer da en la escuela. Su mam le pregunt:

-Aprendiste algo?

-Me parece que no -respondi la nia-. Tengo que volver maana, y pasado maana, y todos los das.

Ese es el caso con el aprendizaje. Es el mismo caso con el estudio de la Biblia. La comprensin viene un poco a la vez, y portoda la vida.

Hay un tercer recurso o herramienta para tener un tiempo productivo con Dios. No solo necesitamos un tiempo regular y una Biblia abierta, sino que tambin necesitamosun corazn que escucha . No olvide la amonestacin de Santiago: Pero el que no olvida lo que oye, sino que se fija atentamente en la ley perfecta, que es la ley que nos trae libertad, y permanece firme cumpliendo lo que ella manda, ser feliz en lo que hace ( santiago 1.25 , VP).

Sabemos que estamos escuchando a Dios cuando lo que leemos en la Biblia es lo que otros ven en nuestras vidas. Tal vez usted haya odo el cuento del tonto que vio un anuncio de un crucero. El rtulo en la vitrina de la agencia de viajes deca: Crucero: $100, en efectivo.

Yo tengo los $100 , pens,y me gustara ir en ese viaje . As que entr y dijo lo que quera. El empleado le pidi el dinero, y el tonto empez a contarlo. Cuando lleg a cien, recibi un tremendo garrotazo que lo dej sin sentido. Se despert metido en un barril flotando en un ro. Otro tonto en otro barril pas por all, y el primero le pregunt:

-Oiga, sirven almuerzo en este crucero?

El otro le contest:

-No lo sirvieron el ao pasado.

Una cosa es no saber; es otra muy distinta saber y no aprender. Pablo inst a sus lectores a que pusieran en prctica lo que haban aprendido de l. Pongan en prctica lo que les ense y las instrucciones que les di, lo que me oyeron decir y lo que me vieron hacer, hganlo as ( Filipenses 4.9 , VP).

Si usted quiere ser como Jess, deje que Dios se apodere de usted. Pase tiempo escuchndole hasta que reciba su lección para el da; despus, aplquela.

Tengo otra pregunta para examinar su odo. Lala, y vea cmo le va.

 

Tomado del Libro: “Como Jess”

Autor: Max Lucado

 

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