“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

UNA TORMENTA CONVERTIDA EN BENDICION

UNA TORMENTA CONVERTIDA EN BENDICION

A lo largo de mi vida, haba escuchado, que despus de la tormentaviene la calma, que las noches oscuras aunque parecen largas e interminables, tienen que ceder ante la luz de un nuevo da. Y as tambin, he podido escuchar cantos, que nos afirman; que podemos llegar a tener <>

En una de las etapas de la vida de Jess, en la cual l, procuraba la formacin del carcter de sus discpulos, les hizo pasar por una de estas adversidades que a diario nos presenta la vida.

VEAMOS LA HISTORIA:

Al terminar de ensear a mucha gente que le segua, donde haba ocurrido uno de los grandes milagros, pues les haba dado de comer a miles de personas, Jess pidi a sus discpulos, que se fueran en su barca hasta Betsaida; en tanto que l despeda a la gran multitud, a los cuales haba sanado y alimentado de una manera maravillosa. Jess no sigui con los discpulos, l se fue a un tiempo de oracin.
Estando Jess orando, el Espíritu le revel que sus discpulos vivan momentos de dificultad, en medio de una tormenta. Y en el instante ms crucial, Jess se acerc hasta ellos caminando en el mar. Los discpulos estaban experimentando su afliccin por temor a perder su vida y no miraban a su Maestro, hasta lo confundieron con un fantasma. Pero se escuch la voz de poder que les deca: Alentados Yo soy; no temis. Entonces le respondi Pedro y dijo, Seor si T eres manda que yo vaya a Ti sobre las aguas. Y l le dijo, ven, y descendiendo Pedro del barco, andaba sobre las aguas para ir a Jess. Ms viendo el viento fuerte, tuvo miedo. Y comenzndose a hundir, dio voces, diciendo, Seor slvame. Jess extendi su mano, lo agarr y le dijo, oh hombre de poca fe. Por qu dudaste? Y cuando ellos entraron en el barco se calm el viento. Entonces los que estaban en el barco, vinieron y le adoraron , diciendo, verdaderamente eres Hijo de Dios. Mateo 14:22-33 Marcos 6:45-52

Queridos lectores: Nosotros tambin vamos por el -mar de la vida- y aunque pareciera que Jess no est ms con nosotros en nuestra barca, pues l est preparando un lugar especial para cada uno de nosotros, l prometi que, no nos dejara solos, y nos ha dejado la presencia de su Espíritu para que nos acompae a lo largo de nuestra travesa; precisamente por este mar de nuestras vidas.
Y, en cada instante que las aguas de nuestro mar se vean agitadas y perdamos la calma en nuestro diario vivir. Tambin en cada instante estaremos escuchando la voz de Jess que nos recuerda que no estamos solos, que nos alienta a seguir adelante, que debemos hacer frente a las circunstancias adversas, con nimo, sabiendo bien, que el Seor se encargar de la cualquier situacin, por muy difcil que esta se presente. Tan solo recuerda la lección, que nos da Pedro, nuestra mirada deber estar puesta siempre en Jess y no en el temor a los vientos que nos acechan. Y cuantas veces estemos en dificultad, clamemos como clam Pedro: Slvame Maestro! lo cual, cuantas veces le pidamos que nos salve, ser una oracin que el Seor siempre estar dispuesto a contestarnos.

Nuestra oracin para el da de hoy: Que no permitamos, que las circunstancias nos causen duda, que sepamos, que vamos tomados de la mano del Seor y que, debemos reconocerle en todo los actos de nuestra vidas, como nuestro Seor y Salvador.
Viviendo en paz en medio de las tormentas que nos presenta la vida: Pastores Herber e Irma Tovar.
www.elabcdelevangelio.com

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