Ir al contenido

“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

UN PROFETA QUE PROFETICE

UN PROFETA QUE PROFETICE

 

Objetivo: Tomar conciencia de la urgencia de vivir nuestro profetismo como cristianos en nuestra realidad.
Narracin:
Se necesita un profeta que no sea tedioso, que sepa profetizar sin erguirse en nico portavoz del Reino,
que admita en la Iglesia la existencia de otros profetas,
que sepa la diferencia entre profeca y vaticinio,
que hable del futuro sin olvidar elpresenteni el pasado,
que tenga el coraje de abrir la boca an en contra del que lo patrocina,
que no confunda franqueza con mala educacin,
que no piense que basta hablar en contra para salvar una situacin,
que viva aquello que propone a los otros,
que sepa usar las manos para bendecir adems de sealar con el dedo,
que no salga por ah buscando problemas contra los que hay que luchar,
que firme manifiestos en contra, pero que firme tambin otros a favor,
que sea honesto hasta el punto de ver

el lado bueno de los adversarios,

que no coloque fuera del Evangelio al que no canta tonaditas en el mismo tono que l las canta
que no encierre la Palabra dentro de su bolsillo,
que no vuelva hermtica la Palabra del Seor,
que profetice por palabra y no por murmullo,
que tenga la finura de morir a solas por aquellos que predica, sin lanzar a los incautos como presas para los perseguidores del profeta,
que admita que profeca no es sinnimo de infantilismo,
que no sea profeta de un sololibroo de una sola estacin,
que profetice sin odio,
que profetice sin melosidad,
que profetice sin sarcasmo,
que profetice sin malicia,
que profetice con ternura, an en las horas de severidad,
que hable un poco ms de Jesucristo y un poco menos de otros profetas de este tiempo,
que sepa tambin que los profetas prestan atencin, que entienda que no es la fama la que consagra, as como tampoco la controversia la que lo confirma,
que sepa la diferencia entre popularidad y profeca,
que no confunda poltica con fe o credo,
que no cambie el incienso por la metralla,
que no cambie la verdad por el incienso,
En fin, se necesita un profeta que a pesar de ser loco, sepa portarse con lucidez.
Se necesita un profeta que ore, pero que no confunda brazos abiertos delante del tabernculo con piedad.
Se necesita un profeta con un sentido correcto de las dimensiones.
Se necesita un profeta que no se vaya a esconder con Cristo en el sagrario, ignorando su presencia en la poblacin marginal.
Se necesita un profeta que no tenga miedo, pero que no piense que basta provocar para convertirse en buen profeta.
Se necesita un profeta que no sea un nio porfiado y caprichoso.
Se necesita un profeta adulto, maduro, pero suficientemente rebelde como para no dejarse catalogar.
Alguien se ofrece ?
Preguntas para el dilogo:
1. En qu te hace pensar esta reflexin ?
2. Qu frases te impactaron ms ? Por qu ?
3. Cmo son los profetas que has conocido ?
4. Te sientes identificado con el profeta que aqu se describe ? Por qu ?
5. Por qu son importantes los profetas en una sociedad ?
6. Cmo puede un cristiano vivir un profetismo ?

 

13 Visitas totales
13 Visitantes únicos

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading