“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Un evangelio sin obstculos

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Escrito por Pr. Daniel Romo Pinilla
Un Evangelio sin Obstculos

Por: Daniel Romo

Capelln /Pastor de nios

Aunque parezca increble nosotros mismos los religiosos, me refiero a quienes han hecho de la religin su forma de vida y proclamacin; aqu entran todas las corporaciones religiosas divididas por conceptos teolgicos o por puntos de discusin sin acuerdos.

Por alguna razn hemos sido presa de nuestros propios actos de divisin concentrando la mirada mas en nuestras diferencias que en nuestros puntos de acuerdo.

Olvidndonos del principal mandamiento de nuestro hermano, amigo, padre y salvador Jess cuando dijoAma a tu prjimo como a ti mismo.

Quien es el prjimo, no solo aquel que no a conocido a Cristo; sino tambin los que si le conocemos. Muchas veces actuamos con quienes son hijos del mismo Seor con mayor indiferencia y es mas, muchas veces obstaculizamos su labor evangelstica.

A tal punto que nos volvemos mezquinos y premeditamos fracasos a ministerios que no estn bajo nuestro prisma de alcance.

Lo importante es mi ministerio, tu ministerio, el ministerio de los otros que se las arregle como pueda.

Ser eso traer el reino de Dios a la tierra……………….?

Ser eso amar al prjimo……………….?

ser eso el real sentido de lo expuesto en Mateo 7:12 cuando se escribi:

Todas las cosas que queris que los hombres hagan con vosotros, haced tambin vosotros con ellos

Estamos viviendo una generacin que poco se preocupa del prjimo y se esta tornando en amadores de si mismo, y estono lo digo pensando en quienesNO son de alguna religin; sino que lo digo por aquellos que si han aceptado a Cristo en sus corazones ; que con el codo muchas veces borramos lo que hemos escrito con la mano y no seguimos el evangelio de nuestro Seor Jess.

Quienes realmente son los que ponen obstculos para que cada uno en forma particular cumpla con la gran comisin, para que todas las personas conozcan a Jess.

Qu nos une como comunidad? Ser parte de la familia de Dios, Conocer a Jess, tenerlo presente en nuestras vidas en cada momento, sabiendo que l es nuestro hermano y amigo; tener acceso a Dios y tener la experiencia de la presencia de Dios en nuestras vidas, el deseo de seguir a Jesucristo en el camino que nos mostr, el anhelo de vivir como l, de vivir su amor, su misericordia, su generosidad, de romper con las estructuras e ideas fijas, con nuestros propios sistemas de valorar a la gente, de hacer clasificaciones de lo puro e impuro alrededor de nosotros, estructuras y clasificaciones que nos impiden ver en la otra persona el rostro de Dios, de romper con tradiciones que nos encadenan y nos impiden trabajar en la realizacin del reino de Dios, un reino en el cual todos somos iguales delante de Dios, todos somos hermanos y hermanas. Nos une el saber que somos imperfectos, que cometemos errores y que hicimos o hacemos cosas de las cuales nos sentimos culpables, pero que a travs de Jess aun as podemos tener comunin con Dios y que l nos da la fuerza de vivir en comunidad a pesar de nuestras faltas porque nos ayuda a restaurar relaciones y vivir el perdn. Esto nos hace una comunidad Cristiana.

Estoy convencido que la nueva generacin de nios sern los facilitadores para romper con las estructuras de hombre que nos han dividido por tantas generaciones; permitiendo as unificar fuerzas en favor del reino de Dios y su justicia, para que luego todo lo que necesitemos para el cumplimiento del mandato divino sea aadido a cada ministerio en particular con la ayuda participativa de todo el cuerpo de Cristo en la Tierra.

No seas el obstculo, se el facilitador para una solucin rpida

 

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