por Sam Doherty

Los nios son piedras preciosas que debemos alcanzar para Cristo, sin embargo, a veces nos preguntamos si hay ciertas personas que pueden realizar esta importante tarea. Quin cree usted que debe evangelizar a los nios? Todos los creyentes? O, los que sienten un llamado a este ministerio? El autor Sam Doherty nos ayuda a responder a esas preguntas.

Quinto artculo de la serie: Evangelicemos a los nios!
Hay varias respuestas a esta pregunta y todas son correctas segn la direccin de Dios y las circunstancias.
Primeramente, creo que es responsabilidad detodo creyente evangelizar a nios segn se presente la oportunidad. La evangelizacin es un mandato para todo cristiano, y no se limita a unos pocos que tengan el don. Todo cristiano tiene contacto con nios de alguna manera, sea en el hogar, la iglesia, o el vecindario.
Atodos nos preocupa el bienestar fsico y social de los nios y hacemos lo posible por ayudar a los que tienen alguna necesidad en esas reas. Acaso no debera ser lo mismo en el mbito espiritual? Cada uno puede como mnimoorar por la salvacin de nios. Adems todos podemos dar un folleto del evangelio a un nio, o invitarle a una reunin para nios. Cada uno puede testificarle a algn nio que conocemos. No necesitamos dones o habilidades especiales para haceralgo para evangelizar a nios!

En segundo lugar estn aquellos que tienen algn puesto de responsabilidad y que tienen oportunidades especiales para evangelizar a nios. Esto incluye a pastores que tienen responsabilidad portoda la comunidad de la iglesia; maestros de escuela dominical y obreros que trabajan voluntariamente con nios, ya sea dentro o fuera de la iglesia; y padres, quienes tienen una responsabilidad muy especial hacia sus propios hijos (Efesios 6:14; Colosenses 3:20,21). Todos estos grupos deben estar alertas a oportunidades para compartir el evangelio con los nios que tienen a su cargo. Juan Bunyan, autor deEl Progreso del Peregrino y tambin pastor, escribi: Deseara estar pescando a nios y nias. Me pregunto si cada uno de nosotros podra decir lo mismo.
En tercer lugar estn aquellos a los que Dios el Espíritu Santo ha llamado a un ministerio a tiempo completo con nios. A estos tambin les ha impartido el don de maestros para este propsito (Romanos 12:7; 1 Corintios 12:28; Efesios 4:11,12) y, en muchos casos, el don de evangelizacin (Efesios 4:11). Estas personas tienen una responsabilidad especial de evangelizar a nios, y toda la comunidad de creyentes debe animarlos y apoyarlos en este su ministerio vital.

Adems, debemos enfatizar nuevamente que nuestra evangelizacin de nios tiene que estar basado absoluta y completamente en la Biblia.Esa es nuestra gua.Ese es el manual inspirado por Dios para la evangelizacin, y en l vemos claramente el MENSAJE que debemos ensear en evangelizacin, y los MTODOS que debemos usar.
Por ltimo, recuerde: Evangelizamos a nios porque el Seor Jess as lo ha mandado (Marcos 16:15)
Carlos Spurgeon escribi

Los nios necesitan el evangelio, todo el evangelio, el evangelio puro; deben conocerlo, y si el Espíritu de Dios les ensea, tienen la misma capacidad de recibirlo que las personas mayores.
Enseen a los pequeos que Jess muri, el Justo por los injustos, a fin de llevarlos a Dios. Tomen nimo; el mismo Dios que ha salvado a tantos nios, salvar a muchos ms, y tendremos gran gozo al ver a centenares acudir a Cristo.
(Citado deCome Ye Children)

Pueden estar doblemente seguros que estn obedeciendo la voluntad de Dios porque hay ciertos preceptos con relacin a los pequeos, tales como: “Apacienta mis corderos” e “Instruye al nio en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonar”.
El amor que los ha redimido a ustedes tambin los constrie. Sienten la sagrada mano en sus hombros, esa mano que fue traspasada, y oyen que su Redentor dice: “Como el Padre me envi a m, as yo los envo a ustedes” y a raz de ese encargo, ustedes buscan a los pequeos en obediencia a su voluntad. El que obedece hace bien, y en ese sentido, el servicio de ustedes entre los pequeos es hacer el bien.

Adems, es hacer el bien porque da gloria a Dios… Siempre que intentemos algo que promueva la gloria divina, estamos haciendo el bien. Cuando damos a conocer la gracia de Jehov, cuando obramos de acuerdo a sus propsitos de amor, cuando hablamos la verdad que honra a su amado Hijo; en toda ocasin cuando el Espíritu Santo da testimonio a travs nuestro de las eternas verdades del evangelio, se hace el bien hacia Dios. No podemos incrementar su gloria intrnseca, si no es a travs de su Espíritu, y una de las mejores maneras de hacer esto es darle suma importancia a ensear a los nios el temor del Seor de modo que ellos sean semillas para servirle y regocijarse en su salvacin.

(Citado deWords of Counsel for Christian Workers)
Tomado y adaptado del libroPor qu evangelizar a los nios?,Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 2426