Predicacion: Dios Quiere Perdonarte

Predicacion: Dios Quiere Perdonarte

Cuantas veces se nos olvida que nosotros si tenemos abogado, que no estamos solo delante de un juez que nos castigara, sino que Jesus esta con nosotros para defendernos y nos lleva sujetos de su mano. Este estudio trata este tema, cuando aun en una cruz, Jesus todavia intercedio como el mejor de los abogados, por aquellos que le golpeaban, cuanto mas no hara por nosotros, quienes le amamos de corazon.

Lucas 23:40-43
40 Respondiendo el otro, le reprendi, diciendo: Ni aun temes t a Dios, estando en la misma condenacin? 41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas ste ningn mal hizo. 42 Y dijo a Jess: Acurdate de m cuando vengas en tu reino. 43 Entonces Jess le dijo: De cierto te digo que hoy estars conmigo en el paraso.

Toda conversin genuina es impactante. Jams se vuelve a ser igual.

Zaqueo– Hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Lejos estaba Zaqueo de saber que despus de aquella maana, el siendo injusto se habra de encontrar con la justicia; el siendo ladrn se habra de encontrar con el dador de Vida eterna.

Pedro–Desde hoy todos tus valores, todas tus prioridades por todo lo que has soado, vivido y trabaja cambiara radicalmente–desde hoy sers pescador de hombres.

Saulo–Saulo, Saulo por que me persigues? Quien eres Seor?

Saulo tanto me celas, sin embargo no me conoces; tanta letra estudias, sin embargo, persigues al verbo de Dios; tanto argumentas en mi nombre, sin embargo no entiendes que yo soy Santo, el alpha y la omega el principio y el fin.

Zaqueo se convirti al que resucitóaba los muertos y echaba fuera los demonios con tan solo decir la palabra.

Pedro se convirti al Maestro con palabra de Vida. Al Mesas, al Salvador del mundo. Al hombre que hablaba como ningn otro hombre haba hablado jams!

Saulo vio el resplandor de su gloria.

Pero este hombre cuando alzo sus ojos vio a un hombre colgado de un madero, sus manos traspasadas por clavos, su rostro desfigurado, un hombre que apenas tenia fuerzas para susurrar unas palabras. Mientras Zaqueo se suba a un rbol para verlo pasar, ahora Jess era el espectculo de todos los que al pasar meneaban sus cabezas y decan: a otros salvo y a el mismo no puede salvar.

Cuando Zaqueo crey, este se encontraba gozando de prosperidad, agilidad y salud.

Cuando Pedro crey este tena a hombres bajo su mando.

Cuando Saulo crey, gozaba de buena reputacin y un alto lugar de honor en la sociedad.

Pero este ladrn moribundo estaba en agonizante dolor. Todos sus miembros estaban clavados. Era un ser despreciable, derrotado, un nadie.

Y quizs haba escuchado que aquel hombre que se encontraba colgado a su lado, haba comido con los publicanos, haba sido rechazado por los Fariseos y doctores de la ley, haba venido a buscar no a la oveja engordada, sino a la perdida.

O tal vez, fue que miro un poco mas arriba, y crey lo que ley:

ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS

Mi espritu se estremece.

Cuando veo al despreciado ser recogido por Jess.

Al triste ser consolado por su espritu.

Al cansado y fatigado ser llevado en los brazos del Altsimo.

Por que al igual que el ladrn moribundo, muchos de nosotros tuvimos que ser crucificados por este mundo antes de voltear nuestra vista.

Y al voltear nuestras vistas se nos presenta como consuelo a un hombre, llamado el hijo de Dios, colgado en un madero. Y se nos dice: ah esta tu respuesta.

Y al igual que el ladrn moribundo, nuestra vida esta en angustia, dolor, decepcin, derrota. No vemos el milagro, no vemos lgica explicacin. Vemos a un hombre colgado en un maderopero creemos el titulo que lleva:

Este Es El Rey De Reyes Y Seor De Seores

ACUERDATE DE MI JESUS CUANDO VENGAS EN TU REINO.

En mi cruz esta condenacin Seor, pero en tu cruz esta mi salvacin.

No importa cuanto haga este mundo para crucificarme y acabar con mi vida, mientras t te acuerdes de m!

El corazon arrepentido reconoce que ha pecado. Hoy mi Dios yo te presento cada corazon arrepentido que esta leyendo estas lineas y te pido que lo recibas en el nombre de Jesus.
Ten confianza amado hermano y hermana, que el es fiel y justo para perdonarte. Recibe hoy al igual que aquel ladron arrepentido el perdon de Dios Y LA LIBERTAD QUE ESE PERDON TRAE.

Dios te bendiga.