Ir al contenido

“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Pasos 1 y 2: La comodidad del nio y la identificacin de sus problemas

Pasos 1 y 2: La comodidad del nio y la identificacin de sus problemas

por Sam Doherty
El siguiente artculo es el primero de una serie que nos explica diez pasos que podemos seguir en el momento de conducir a un nio a Cristo. En este artculo, encontramos los dos primeros pasos que nos ayudan a mantener cmodo al nio cuando desea hablar acerca de Jess; adems, nos provee de tres preguntas que nos sirven de gua para saber si un nio realmente desea hacer una conviccin por Cristo.

Primer artculo de la serie: Caminemos para ganarlos

Para guiar a un nio a Cristo es de mucha ayuda tener planificados los pasos a seguir y utilizar un bosquejo. En esta serie, vamos a describir el proceso paso a paso. Al final de la serie hallars tres bosquejos resumidos de este plan de consejera, con distintos grados de detalle. Puedes imprimir uno de ellos y guardarlo dentro de tu Biblia o, mejor an, pegarlo en el interior de la cubierta. As, siempre que ests aconsejando a un nio, puedes echar un vistazo al bosquejo de vez en cuando para recordar cmo sigue.
Sin embargo, aconsejar no es un mero ejercicio mecnico. El Espíritu Santo est obrando para convencer y regenerar. Es necesario, en todo momento, ser flexibles y sensibles a la direccin del Espíritu Santo en respuesta a los problemas y necesidades del nio. Se pueden presentar circunstancias, preguntas y problemas que impidan seguir exactamente este esquema. Pero es de gran ayuda entender bien que este plan es ideal para ser utilizado como base en el proceso de aconsejar.
Hay diez pasos que se deberan intentar seguir para conducir a un nio a Cristo:


Paso 1: Asegurar que el nio se sienta cmodo


Puede que el nio est nervioso y preguntndose qu es lo que va a ocurrir, especialmente si es pequeo. Una risita tonta puede a veces ser un problema (sobre esto, vase la pregunta 2 y su respuesta en la siguiente serie Algunas preguntas y respuestas).

Sonre y tranquilzalo. Dile lo contento que ests de que quiera hablar contigo.


Pregntale cmo se llama y cuntos aos tiene (si no lo sabes), y utiliza su nombre durante el resto de la conversacin.

Averigua si alguien le est esperando o si lo esperan en casa a una hora determinada, y haz los arreglos que sean oportunos.

Te ayudar poder averiguar al principio si es catlico romano, judo, etc. Para ello puedes preguntarle si asiste a catequesis o a alguna iglesia; y, si es as, a cul. En algunas situaciones puede ser de ayuda averiguar tambin a qu colegio asiste.
Adems, se le puede preguntar si le gusta la escuela y cules son sus asignaturas favoritas. Este tipo de conversacin ayuda al nio a estar ms relajado y dispuesto a hablar con menos timidez.
Paso 2: Identificar el problema que tiene el nio

Como si fueras un mdico, debes hacer un diagnstico del problema espiritual del nio antes de poder ayudarle. Un mdico nunca debe recetar una medicina o un tratamiento sin haber examinado antes a su paciente e intentado averiguar lo que le pasa. Lo mismo se aplica en el caso del consejero de nios.

Los cuatro grupos principales de nios


Los nios que acuden a solicitar ayuda y consejo despus de una reunin pertenecen normalmente a uno de estos cuatro grupos o categoras principales, y ante cada uno de ellos se ha de actuar de diferente manera.


Grupo 1: El nio que no es sincero o que no est preparado
Quiz tenga curiosidad. Puede que haya ido a hablar contigo porque otro lo hizo. O que est all slo porque su hermano mayor te quiere hablar. Puede que haya venido porque ha odo que los que lo hacen reciben un libro en forma gratuita. Es posible que haya venido slo porque quiere agradarte. O, incluso, slo para divertirse.

Grupo 2: El nio que no ve su necesidad de salvacin
No comprende lo que es el pecado y no tiene conviccin del mismo. Esa clase de nio suele ser de corta edad.
 


Grupo 3: El nio al que le falta seguridad o que tiene problemas como creyente
Ya ha confiado en Jesucristo como su Seor y Salvador, pero piensa que necesita ser salvo de nuevo. O sabe que es salvo, pero tiene algn problema o pregunta que le preocupa.
 


Grupo 4: El nio que es sincero, que comprende, pero no es salvo, y realmente quiere serlo.
Muchos nios que vienen buscando consejo pertenecen a esta categora, y este es el grupo del que trataremos principalmente en lo que resta de este libro.

Las tres preguntas principales que hay que hacer

A cada nio que se acerca para hablarte debes hacerle tres preguntas, cada una de las cuales est relacionada con uno de los tres primeros grupos a los que hemos hecho referencia en el prrafo anterior. De esta manera, podrs descubrir a qu grupo o categora pertenece, por lo que debes escuchar con atencin sus respuestas.

Primera pregunta: Por qu quieres hablar conmigo?
Esta pregunta se puede formular de diversas maneras: Por qu te quedaste para conversar conmigo? Quieres hablar de algo que hemos dicho en la historia de hoy?, o bien: Qu te gustara que hiciese el Seor Jess por ti?
La respuesta del nio debe mostrarte si es sincero o si pertenece al primer grupo de los mencionados en el apartado anterior. Si su respuesta indica que de verdad quiere creer en Cristo entonces hay que hacerle las siguientes preguntas.
Si, por el contrario, es evidente que no es sincero o que no est dispuesto a proseguir, tmate el tiempo que sea necesario para enfatizarle que confiar en Cristo es el paso ms importante que tiene que dar. Dile que debe pensar con mucha seriedad y que puede creer en Cristo en cualquier momento y en cualquier lugar. Debes hacerle saber tambin que siempre estars dispuesto a hablar de nuevo con l en cualquier momento que lo desee. Esta conversacin con el nio debera ser un primer paso para establecer una relacin con l que podra conducir a su conversin en un futuro.
Pero, por el momento no puedes hacer nada ms.

Si est claro que el nio slo ha acudido a divertirse puedes aadir una palabra de correccin o de reproche; pero al mismo tiempo debes animarlo a tomar en serio y a considerar la posibilidad de confiar en Jesucristo como su Salvador.

Segunda pregunta: Alguna vez has pecado o hecho algo malo?
Esta pregunta tambin puede ser formulada de diversas maneras: Qu es lo que Dios ve cuando mira en tu corazn y en tu vida?; Qu es pecado para ti?; Cules son algunas de las cosas malas que has hecho?.
Preguntas de este tipo permiten tanto al nio como al consejero a hablar acerca del pecado.
Sus respuestas a estas preguntas te ayudarn a saber si el nio comprende que necesita la salvacin. Si no es as, pertenece al segundo grupo de los citados antes y no est dispuesto a proseguir.
No obstante, no basta con que el nio sepa que ha pecado y pueda responder: S a las preguntas anteriores. Debe tener conviccin de pecado, as como un deseo de desecharlo y de ser diferente.
Por tanto, se puede continuar hacindole preguntas como: Quieres seguir siendo as?; Qu quiere Dios que sientas con respecto a las cosas malas que has hecho?; Te gustara cambiar con la ayuda de Dios?, o bien Por qu quieres ser diferente?.

Si el nio no comprende lo que es el pecado o no est convencido de su propia pecaminosidad, pertenece al segundo grupo de nios mencionado anteriormente. No puedes guiarlo a Cristo en este momento. Dile que necesita darse cuenta de su propia pecaminosidad antes de poder confiar en Jesucristo como su Salvador, y que cuando lo haga podr pedirle al Seor Jess que lo salve. Debes hacerle saber tambin que puede volver a hablar contigo con toda libertad si necesita ayuda. Ora con l antes de que se vaya y pdele a Dios que le muestre que es pecador y le ayude a confiar en Jesucristo. Debes tener cuidado, no obstante, de que no se sienta salvo por el mero hecho de que hayas orado con l.
Si, en cambio, parece que ha comprendido y tiene conviccin de pecado, pasa a la tercera pregunta.
 


Tercera pregunta:Le has pedido ya al Seor Jess, con todo tu corazn y tu vida, que perdone tus pecados?,o bien: Habas hecho algo as antes?
 
La respuesta del nio debera mostrar si realmente es salvo.
 
Si el nio responde que no, o si tienes dudas despus de preguntarle si es salvo o no, entonces considralo como un nio que no es salvo pero que entiende. En otras palabras, pertenece al cuarto grupo mencionado anteriormente.
 
Si, en cambio, el nio responde que s, deberas pedirle que te explique cmo ocurri. No aceptes el S en forma inmediata. Puede que haya dicho que s porque siente que eso es lo que quieres que diga; o quiz haya respondido que s porque todas las noches antes de ir a la cama reza alguna pequea oracin. Escucha con cuidado su respuesta y pregntale ms si es necesario. Si ahora ests razonablemente seguro de que en verdad es salvo, pertenece al tercer grupo y debes tratarlo como un nio nacido de nuevo que ha perdido la seguridad de su salvacin y necesita ayuda en su vida cristiana.
 
En cualquiera de los casos, debes intentar averiguar cul es la razn de su falta de seguridad y proporcionarle la solucin a partir de la Palabra de Dios. Puedes hacerlo hacindole preguntas como: Por qu piensas que ya no tienes al Seor Jess en tu corazn y en tu vida?.
 
Las posibles razones de su falta de seguridad son las siguientes:
 

Que haya pecado y crea que por eso Jesucristo lo ha abandonado.
Que haya dejado de lado la comunin con el Seor a travs de la oracin y del estudio bblico.
Que nunca haya entendido o recibido la seguridad de la salvacin debido a que nadie le ha enseado sobre ese tema.
 
Cmo se lo puede ayudar?
 

Explicndole que Jesucristo no lo ha abandonado (que esto no puede ocurrir) y que por tanto no necesita ser salvo de nuevo (Hebreos 13:5).
Mostrndole su necesidad de confesin (1 Juan 1:9).
Enfatizando la importancia de tener un tiempo devocional todas las maanas o en algn momento durante el da.
Resumiendo brevemente lo que ensea la Biblia acerca de la seguridad de la salvacin. Puede estar seguro de que es salvo porque la Biblia lo dice (Hechos 16:31) y tambin porque ha habido un cambio (aunque sea pequeo) en su vida (2 Corintios 5:17).
 
Despus, ora con l, dndole unas palabras de nimo y deja que se vaya.
 


Cuando le hagas las tres preguntas, o series de preguntas, descritas anteriormente, es posible que no ests plenamente seguro de que el nio sea sincero, si comprende o si ya ha confiado en Cristo. En otras palabras, quiz no ests seguro a qu grupo pertenece. En caso de incertidumbre es mejor aconsejarlo y tratarlo como uno del cuarto grupo, a no ser que ests convencido de que pertenece a alguno de los otros tres.


 
 
Tomado y adaptado del libroGanemos a los nios para Cristo,Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 2935
 
Consulte los otros artculos afines de esta serie:


 

  • Pasos 3 y 4: Colores y versculos claves para mostrar el camino de salvacin
  • Pasos 5 y 6: Confianza en Cristo y la oracin de conviccin
  • Paso 7 y 8: La seguridad de la salvacin y la oracin de gratitud
  • Paso 9 y 10: Discipulado y promesas bblicas

Tu tarea acaba de comenzar

 

12 Visitas totales
12 Visitantes únicos

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe to get the latest posts sent to your email.

Deja un comentario

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris

Subscribe now to keep reading and get access to the full archive.

Continue reading