“Vino luego a sus discpulos, y los hall durmiendo, y dijo a Pedro: As que no habis podido velar conmigo una hora?” (Mateo 26:40)
Un ministro estaba visitando a una familia que se haba perdido la reunin de la iglesia durante el fin de semana. De repente mir el reloj en la pared y se levant de su silla. “Bueno, veo que es hora de ir”, dijo. El hijo de seis aos de la familia dijo: “No se apure, reverendo. Mi padre adelant el reloj una hora entera cuando lo vio llegar!”
Por qu tenemos la costumbre de apurarnos acerca de las cosas espirituales? Por qu nos cansa una hora en la iglesia y no cuando estamos en una fiesta, en el ftbol o charlando con un vecino? Cmo podemos pasar la eternidad con Dios si no podemos orar por una hora?
Habra hecho lo mismo el padre de nuestra ilustracin si el visitante fuera un viejo amigo de farras? Habra hecho lo mismo si lo visitante veniese contar aventuras de pesca? Tendra la misma prisa si la visita fuera de amigos a un pequeo juego?
Cuando Jess es el Seor de nuestras vidas y camina a nuestro lado donde quiera que vayamos, nos complace su presencia y no queremos que vaya en ningn momento.
Cuando recibamos al Seor en nuestro hogar, giraremos el reloj hacia la pared para que el tiempo no pase y l nunca se vaya.
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