“Venid a m todos los que estis trabajados y cargados, que yo os har descansar” (Mateo 11:28).
Un joven, acostumbrado a la fiesta con amigos, tuvo un encuentro con Jess en un da especial. Cambiando sus hbitos, dej sus adicciones y comenz a ir a la iglesia todos los fines de semana, llevando su Biblia con gran alegra por la calle. Un da se encontr con un grupo de viejos camaradas que, rindose de l, le preguntaron: “Ya que ahora eres cristiano, qu tan lejos est de la tierra al cielo?” El joven, an con una hermosa sonrisa en los labios, respondi: “Es muy corto. Un solo paso”.
Es cierto, solo un paso para que un pecador deje el mundo y llegue al cielo. Un solo paso para Jess. Un solo paso hacia una vida abundante y bendecida. Un solo paso hacia la vida eterna.
Y qu se necesita para dar este paso? Casi nada! Solo tienes que quererlo, solo crelo, solo arrepintete y busca al Salvador. Jess se ofreci a pagar el precio por nuestros pecados. Cuando reconocemos lo que l ha hecho y le abrimos nuestro corazn para que entre y sea el Seor de nuestras vidas, estamos dando el paso hacia la salvacin y la felicidad eterna. Cuando damos este paso espiritual hacia el Seor, levantamos nuestros pies en el mundo y lo colocamos en el Cielo.
Es el paso ms grande que podemos dar en la vida y es una decisin que nunca olvidaremos.
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