“Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo, el SEOR tu Dios soy contigo en donde quiera que fueres” (Josu 1:9).
“No importa el tamao de la montaa, ella no puede tapar el sol.”
Todos nosotros, de alguna manera, enfrentamos grandes obstculos en nuestra caminata en busca de nuestros sueos en este mundo. A veces las batallas son pequeas y otras, muy grandes. Hay momentos que hasta pensamos en desistir por pensar que los obstculos son imposibles de transponer. Pero ninguna lucha es mayor que el poder del Seor para vencerla y ninguna dificultad puede ser capaz de impedir nuestra victoria.
Siempre que miramos hacia arriba, por la fe, vemos a nuestro Dios a decirnos: “No temas que te ayudo”. Es lo que importa para nosotros y no el tamao de nuestro problema. El Seor es mayor que la montaa, que el problema, que la lucha, que la batalla que nuestro sentimiento de debilidad. Al sostenernos en sus manos, nos sentimos fuertes, nos sentimos motivados a seguir adelante, sean cuales sean las circunstancias.
Cul es el tamao de la montaa de su dificultad? Cul es el tamao de su fe?
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