“El cinco por ciento de la gente piensa; el diez por ciento de la gente piensa que piensa. El otro ochenta y cinco por ciento preferiría morir antes que pensar”. (Thomas Edison)
Me pareció interesante esta cita del inventor de la lámpara eléctrica e hice lo que decía en su texto: comencé a pensar. Pensé en aquellos que dicen tener a Jesús en sus vidas. Algunos dicen que tienen a Jesús en sus corazones y sus actitudes prueban que dicen la verdad. Algunos dicen que no quieren a Jesús y nadie lo duda. Muchos dicen que ya son cristianos y que Cristo está en sus corazones y, en realidad, nunca lo conocieron.
Y que decimos ¿Podemos decir, sin restricciones, que Jesús es nuestro Señor y Salvador? ¿Podemos confirmar lo que decimos, tanto durante los servicios religiosos, en casa, en el trabajo, en el mercado y en cualquier otro lugar donde estemos? ¿Podemos testificar a los que no conocen a Cristo de lo felices que somos de haberlo invitado a nuestras vidas para siempre? Si nuestras respuestas son “no”, es hora de invitarlo nuevamente y pedirle que cambie nuestras actitudes y nos haga brillar en este mundo oscuro.
Invita a Jesús a tu corazón y nunca te arrepentirás de esa decisión.
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