Para reflexionar… Conmigo Y Contigo Tambin

“Veo, mis hermanos, aqu en la iglesia, tranquilos. Veo que estoy siempre enfrentando grandes batallas. Siento que nadie tiene tantos problemas financieros como yo. Siento hasta que Dios no se importa mucho conmigo, a pesar de intentar hacer todo para agradar al Seor y glorificar Su nombre”, deca un hermano a otro, antes del culto de la noche.

No s cul fue la respuesta del hermano, pero, creo que ha sido semejante a: “Est engaado. Dios se importa tanto contigo que lo usa con poder y gracia. Yo mismo soy testigo del cunto muchos son bendecidos con su trabajo y su dedicacin. Puede hasta no saber, pero el nmero de aquellos que tuvieron sus vidas transformadas y vieron sus lares edificados por su trabajo, es incalculable. Si el Seor estuviese aqu a su lado, conversando con usted, l dira, “Siervo bueno y fiel. La bendicin de los otros debe ser su gran dicha”.

Quiz usted se identifique con el hermano de nuestra ilustracin. Confieso que me identifico tambin. Hay momentos en los que me siento un fracaso total, un intil, un misionero que, despus ms de 40 aos de trabajo incansable, no consigue ver el resultado que le gustara ver.

S que el Seor Jess es mi Amigo, mi Seor y Salvador, el gran Compaero de todos los momentos. Qu ms yo podra querer? Qu me dara ms placer y felicidad?

S que Dios est conmigo. La tempestad va a pasar. El sol volver a brillar… en mi vida y en su vida tambin. “OH, Seor, Eres mi esperanza, Eres mi alegra!”