“Y ve si hay en m, camino de perversidad, Y guame en el camino eterno” (Salmos 139:24).
Dos nios estaban hablando debajo de un rbol. Uno de ellos dijo: “Ayer fui a la iglesia con mi madre y escuch al pastor decir que cuando somos deshonestos, Dios vuelve la cara y solo nos vuelve a mirar cuando arreglamos nuestro error. Estoy triste porque unos das Hace que fui al mercado y me llev una fruta sin pagar”.
Qu hacemos cuando el Espíritu de Dios nos turba? Cmo reaccionamos cuando el Seor expone nuestros pecados? Los ignoramos, diciendo que son parte del pasado y que no hay nada ms que podamos hacer, o nos ponemos ante el Salvador, pidindole perdn y gua para que podamos hacer algo que sirva para reparar nuestro error?
Cuntas veces sentimos una punzada en el corazn cuando actuamos de maneras que avergenzan al Seor? Cuntas veces afligimos el corazn de Dios al no prestar atencin a algo que nos manda hacer? Con qu frecuencia nos sentimos abatidos por no poder ayudar a alguien a quien Cristo nos indica que hagamos? Cuntas veces perdemos la bendicin porque el Seor nos dice que seamos bendicin y no lo somos?
Qu bueno es estar en la presencia de Jess, escuchar su voz y obedecer sus consejos. Qu bueno es saber que cuando recibimos un toque del Salvador, sobre un pequeo o gran desliz en nuestra vida espiritual, nos arrepentimos y sentimos Su renovacin de la prdida. Qu bueno es tener a Cristo en nuestro corazn.
Gracias, Seor, por amarnos tanto!
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