“y cmo nada que fuese til he rehuido de anunciaros y ensearos, pblicamente y por las casas” (Hechos 20:20).
Barcos averiados son remolcados para un astillero para ser arreglados. Despus los reparos, podrn navegar satisfactoriamente por los mares del mundo.
Somos, muchas veces, como esos barcos averiados. Necesitamos una transformacin, que nos permita vivir dignamente en este mundo. Somos hijos del Dios Todopoderoso y, por eso, necesitamos estar bien pintados, brillantes, sin herrumbre y sin defectos que avergencen nuestro Creador. Necesitamos pasar por el “astillero” del Seor, para que podamos salir por el mundo conduciendo personas al puerto de la salvacin en Cristo.
Cuando el barco de nuestras vidas recibe los atenciones en el astillero del Seor, puede pasar de muelle en muelle, de casa en casa, de calle en calle, llevando la alegra de una vida nueva, llena de verdaderos placeres espirituales. Restaurados, nuestros barcos pueden mostrar a todos, el camino que conduce a la vida eterna.
Si estamos averiados, no somos capaces de ir a lugar alguno y ni de conducir personas al puerto de sus bendiciones. Estamos siempre con problemas y causando problemas. Nadie confa en nosotros y todos perciben que nuestro barco est ahondando. Y salir del fondo no es nada fcil! Mejor es aceptar ser restaurado en el “astillero” de nuestro amoroso Salvador.
El barco de su vida an necesita reparos o ya est conduciendo los perdidos al puerto de la felicidad?
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