NUESTRO HOGAR

NUESTRO HOGAR

El temor del SEOR es el principio de la sabidura; los necios desprecian la sabidura y la instruccin. (Proverbios 1:7 LBLA)

Billy Graham dice de una mujer que le pregunt: “Por qu necesito una casa?” Ella dijo: “Yo nac en un hospital, educada en un colegio, cortejada en un automvil, se caso en una iglesia. Yo vivo fuera de una tienda de delicatessen, latas y bolsas de papel. Me paso mis maanas en el campo de golf, mis tardes en la mesa del restaurante del puente, y en las pelculas. Y cuando me muera voy a ser incinerada y enterrada en una urna de bronce. Todo lo que realmente necesito es un garaje. “

Trgicamente, millones viven como esta mujer. Nuestros hogares son a menudo lugares de aparcamiento en el que pasamos una parte de la noche, son lugares donde pasamos con nuestra familia como barcos en un puerto. Pero estamos pagando un gran precio por nuestras vidas en la distraccin. Una buena parte de la violencia y el caos son los resultados de la sociedad de estos hogares inestables. Dios nunca quiso que nuestros hogares fueran meros lugares de estacionamiento para nuestros cuerpos que necesitan descanso y abastecer nuestras necesidades fisiologicas. Por el contrario, los hogares tienen otro fin, y la Palabra de Dios contiene las instrucciones para su uso adecuado.

Dios plane el matrimonio para que dos personas pueden llegar a ser juntos lo que nunca podran estando solo. Cada individuo completa la otra a medida que se convierten en una unidad. Sin embargo, el matrimonio no puede ser realmente completa sin una relacin viva con Dios por medio de Jesucristo. Dios cre el matrimonio, y es absurdo pensar que nunca sera completa sin l como el fundamento de nuestro hogar..