La conversin de un nio: una experiencia real
Tercer artculo de la serie: Ellos necesitan convertirse
El hecho de que el Espíritu Santo puede regenerar a nios se evidencia en las vidas de muchos que confiaron en Jesucristosiendo an nios.Estoy seguro que varios de los que leen este libro daran fe de haber confiado en Jesucristo siendo an nios. Adems, algunos de ustedes conocen a personas que afirman haber confiado en Jesucristo siendo an nios. Algunos de ustedes han trado a nios a los pies de Jesucristo, y han visto verdadero crecimiento espiritual en sus vidas. Es un hecho reconocido que varios cristianos de renombre vinieron a Cristosiendo an nios. Esta lista incluye a Corrie Ten Boom, Jim Elliot, Leighton Ford, Ruth de Graham, Jonathan Edwards, Isaac Watts, Mateo Henry, Stephen Olford, Richard Baxter y Lord Shaftesbury. S que podran agregarse muchos otros nombres a esta lista, de numerosos pases alrededor del mundo, incluyendo el suyo.
Apostolos Bliates, un conocido pastor y lder evanglico en Grecia, naci en un hogar dnde se practicaba con devocin la religin griega ortodoxa. l describe cmo un vecino evanglico le present el evangelio cuando era nio pequeo, y afirma que a los seis aos de edad confi personalmente en Jesucristo como su Seor y Salvador. Cuando inform a sus padres de su decisin tuvo que soportar su ira y oposicin pero nunca vacil en su nueva fe, y aos ms tarde tuvo el gozo de ver que ambos padres confiaran tambin en Jesucristo.
Es quiz sorprendente que tantos nios hayan confiado en Jesucristo como su Salvador dadas las dudas que tienen algunos evanglicos en cuanto a la conversin de nios. Hay algunos cristianos, quiz muchos, que creen que los nios no pueden realmente entender el camino de la salvacin y que no pueden confiar en Cristo. Sin embargo, subestiman la capacidad que tiene un nio para comprender. Los nios comprenden mucho ms de lo que nosotros pensamos. Adems, subestiman la capacidad del Espíritu Santo para darles el entendimiento espiritual que necesitan, y para regenerarlos. La consecuencia es que los que no creen que los nios pueden ser salvos, o tienen serias dudas en cuanto al tema, generalmente no los evangelizan.
Juan Wesley, fundador del metodismo, obviamente crea que los nios podan confiar en Jesucristo y tener experiencias genuinas con Dios. Escribe en uno de sus diarios: En Newburgh, una caleta pesquera a unos 25 km de Aberdeen, la sociedad (metodista) aumenta rpidamente, no slo hombres y mujeres sino un buen nmero de nios se regocijan en Dios o estn sedientos de l.
Jorge Whitfield, el renombrado predicador y evangelista ingls, escribi: El jueves por la noche prediqu a los nios de la ciudad y hubo una congregacin de cerca de 20,000 en el parque. Es notorio que muchos nios estn convencidos de su pecado, y en todo lugar gran poder y aparente xito acompa la palabra predicada.
Una carta dirigida a Jorge Whitfield en cuanto a su ministerio dice: Ahora vemos a un gran nmero de los menores que son iluminados para ver al Seor y clamar a Jess, y el nmero va en aumento. Muchas personas de muy corta edad fueron recibidas a la mesa del Seor el primer domingo de este mes.
Whitfield escribe: Tres de los nios que se convirtieron en mi visita anterior se me acercaron y lloraron y me suplicaron que orara por ellos y con ellos.
Un informe acerca de una de las visitas que hizo D.L. Moody, el conocido evangelista norteamericano, a Escocia, dice: Las reuniones de los sbados al medioda se han adecuado especialmente para nios. Moody ha intentado en estas ocasiones que estos jvenes recibanahora a Cristo como su Salvador personal, mediante una presentacin muy simple de la verdad del evangelio, con ejemplos, con llamados directos a la consciencia, y mediante splicas fervientes, y entendemos que ha tenido mucha bendicin y xito.
Las siguientes declaraciones tambin se hicieron en torno a las reuniones que realiz Moody en Escocia:
Se ven a padres junto con sus hijos buscando sinceramente a Jess.
Tres nias y dos nios cuyas edades estaban comprendidas entre los 8 y los 16 aos, lloraban amargamente y suplicaban al Seor que los convirtiera.
Se ha dado una evidente obra de gracia en la escuela dominical. Muchos se quedan para poder conversar. Los que han sido convertidos han empezado una reunin de oracin.
Muchos nios pequeos han sentido las agudas flechas del Rey en sus corazones y se han rendido ante su cetro.
Mateo Henry, el famoso comentarista de la Biblia, al predicar en 1713, dijo: Oh, que nosotros los pastores tuviramos celo por el bienestar espiritual y la eterna salvacin de los jvenes, y una preocupacin por la nueva generacin, y si hiciramos todo lo posible segn nuestras habilidades y oportunidades para llenar las mentes de los pequeos, desde temprana edad, con el conocimiento de Cristo, y establecerlos en Cristo para que la siguiente generacin sea mejor que sta.
Al ver la realidad de la conversin infantil nos damos cuenta que nuestro ministerio a los nios no debe consistir slo de contarles cuentos, aunque sean cuentos bblicos. No es slo cuestin de mantenerlos callados e interesados o lograr que hagan algo. No es slo un ministerio de enseanza o sembrar la semilla, aunque estos estarn incluidos en el ministerio. Nuestro ministerio, nuestra primera responsabilidad debe ser principalmenteevangelizarlos,claro est, sin ejercer ninguna presin sobre ellos. Nuestra oracin y nuestra meta deben ser que confen en Jesucristo como su Salvador y que puedan nacer de nuevo mediante el Espíritu Santo cuando an sean de tierna edad.
Para concluir, recuerde: Evangelizamos a nios porque creemos que es posible que el Espíritu Santo obre en sus corazones para que confen en Cristo y sean salvos.
Carlos Spurgeon escribi:
Doy gracias a Dios que en nuestra Escuela Dominical creemos en la salvacin de nios mientras son an nios. Ha sido mi gran gozo ver a muchos nios y nias pasar adelante para confesar su fe en Cristo! Y deseo reiterar que los mejores conversos, los de conversin ms clara, los ms inteligentes que hemos tenido han sido los ms jvenes.
(Citado deCome Ye Children)
Confo ms en la vida espiritual de los nios a quienes he recibido en esta iglesia que en la vida espiritual de los adultos a quienes he recibido. Es ms, dir que en general he hallado un mejor conocimiento del evangelio y un amor ms clido a Cristo en los que se convierten de nios que en los que se convierten de adultos. Les asombrar aun ms al decir que en algunos casos he hallado una experiencia espiritual ms profunda en nios de diez o doce aos que en algunas personas de cincuenta o sesenta aos de edad.
(Citado de un sermn predicado el 17 de octubre de 1886)
Querido maestro, debes creer que Dios salvar a tus nios. No te conformes con sembrar en sus mentes principios que posiblemente maduren en aos posteriores, sino apunta hacia la conversin inmediata. Espera ver fruto en tus nios mientras sean an nios. Ora por ellos para que no corran hacia el mundo y caigan en los males del pecado externo, para volver con los huesos fracturados al Buen Pastor, sino que ms bien, por la gracia de Dios sean preservados de los caminos del destructor, y que crezcan en el redil de Cristo, primero como corderos de su rebao, y luego como ovejas de su mano.
(Citado deBiblical Basis of Child Evangelism Fellowship publicado por European Child Evangelism Fellowship)
Si un nio se puede perder tambin puede ser salvo. Tan pronto como un nio puede pecar tambin puede, por la gracia de Dios, creer y recibir la Palabra de Dios. Tan pronto como los nios pueden aprender el mal, no cabe duda que tambin pueden, por la enseanza del Espíritu Santo, aprender el bien.
Yo afirmo que los nios pueden ser salvos. Aquel que por su soberana divina rescat al envejecido pecador de sus caminos equivocados, puede hacer que el joven se vuelva de sus necedades juveniles.
(Citado deCome Ye Children)
Esperamos ver que se conviertan nios, y de hecho esto es lo que sucede.
(Citado de un sermn predicado el 17 de octubre de 1886)
No afirmar a qu edad los nios son capaces de recibir el conocimiento de Cristo, pero es una edad mucho ms temprana de lo que muchos suponen; y hemos visto y conocido a nios quienes han dado abundante evidencia que han recibido a Cristo y han credo en l a una edad muy tierna.
(Citado deCome Ye Children)
Nos hemos esforzado por la conversin de los nios como lo hacemos por los adultos? Dime, si realmente te importara la salvacin de las almas, no te parecera de poca importancia empezar con los nios y las nias? As piensan muchos; es un error muy comn.
(Citado de un sermn predicado el 17 de octubre de 1886)
Debemos retomar la enseanza clara y sencilla, y debemos rogar y orar por la conversin de los nios al Seor Jesucristo. El Espíritu de Dios espera para ayudarnos en este esfuerzo.
Qu han estado haciendo para la salvacin de nios cada uno de ustedes? Qu han hecho para la salvacin de sus propios hijos?
(Citado deWords of Counsel for Christian Workers)
En muchas iglesias y congregaciones no se espera la conversin de nios. Es decir, no se espera que los nios se conviertan siendo nios. La idea es que si podemos inculcar en las mentes juveniles ideas que ms adelante puedan servirles, entonces hemos hecho bastante. Pero que los nios se conviertan siendo an nios, y considerar que son creyentes al igual que los mayores, se considera absurdo. A esta idea supuestamente absurda yo me aferro de todo corazn.
(Citado de un sermn predicado el 17 de octubre de 1886)
Estimado Seor:
Yo estoy convencido que los que se convierten de nios son de los mejores que tenemos. Considero que han sido genuinos en mayor proporcin, ms constantes y a la larga, mejores discpulos.
Me refiero a los que son probados y protegidos bajo el ala de la iglesia.
(Citado de una carta escrita por Carlos Spurgeon al Rev. Payson Hammond,
el evangelista que realizaba grandes campaas para nios en el Metropolitan Tabernacle)
Spurgeon dijo cierta vez que haba estado recibiendo en su iglesia, cada ao, a treinta o cuarenta nios (nacidos de nuevo); y que en esos aos tuvo que excomulgar a unos cuantos adultos, pero que nunca haba tenido que excomulgar a uno de los que haba recibido en los primeros aos de la niez.
(Citado deThe Conversion Of Childrenpor el Rev. E. Payson Hammond)
Tomado y adaptado del libroPor qu evangelizar a los nios?,Sam Doherty, Desarrollo Cristiano Internacional, 2002, pp. 4045
Discover more from Ministerio Infantil Arcoíris
Subscribe to get the latest posts sent to your email.