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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

La Ciudad en Tiempo de Cosecha

La Ciudad en Tiempo de Cosecha

Written by John Dawson

Porque cmo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podr saquear su casa (Mateo 12:28-29). Si no estamos usando nuestras armas espirituales bblicas, estamos fallndoles a los que intentamos servir.
Una de mis primeras experiencias con el poder de la oraci6n ocurri6 cuando predicaba en colegios secundarios canadienses en el invierno de1973. En cada ciudad ganaba acceso a los estudiantes por medio del club cristiano, y usbamos entonces varias maneras ingeniosas para atraer a la multitud y predicar el evangelio. Tuvimos buenos resultados en todas las escuelas pero una de ellas en Edmonton, Alberta, estaba en una categora nica.

Cuando llegu descubr que todo el club cristiano haba estado ayunando y orando durante varios das antes de la reunin.

El director local de Desafo Juvenil, un ministro pentecostal, haba estado ensendoles a los estudiantes los principios de la oracin.
Sent la presencia del Espíritu Santo tan pronto llegu al lugar.

Ese da el sal6n ms grande de la escuela estaba repleto, y Dios me dio poder para predicar como nunca antes. Al llegar a cierto punto, un joven me abuche6 mofndose de evangelio, pero Dios llen mi mente con detalles de su vida. Le grit una lista de sus pecados ocultos, hasta que finalmente sali6 de la sala.

Termin el mensaje y los estudiantes no queran irse. El sal6n qued6 lleno de pequeos grupos de estudiantes que hacan preguntas serias sobre Jess. Era tiempo de regresar a clase, pero los estudiantes hacan caso omiso del reloj. Finalmente, el director tuvo que tocar la alarma de fuego, desocupar el edificio, alinear a los estudiantes enla nievey hacerlos marchar a clase.

Me senta como Pablo en Efeso durante el alboroto de los fabricantes de !dolos. Ver tales resultados era maravilloso. La verdad es, sin embargo, que este avance sensacional tena poco que ver con mi predicacin. La dura tierra haba sido arada por esos estudiantes que haban ayunado y orado.
El mayor esfuerzo de oraci6n que he visto fue el de Los Angeles durante 1983 y 1984. El esfuerzo durante las Olimpadas es la ilustracin central de este libro, y la estrategia de oraci6n y sus resultados constituyen las historias ms emocionantes.

Sabamos que la atenci6n del mundo estara sobre nuestra ciudad. Esperbamos a cientos de nobles de visitantes extranjeros caminando por nuestras calles. Esa sera una oportunidad nica en la vida para la iglesia norteamericana.

Gente de casi todas las naciones de la tierra llegara a una ciudad con completa libertad religiosa, una ciudad donde residan creyentes de por lo menos cien culturas y grupos idiomticos diferentes.

Finalmente, ms de mil seiscientas iglesias se unieron en una coalicin activa. Diez diferentes subcomits, dedicados a toda forma concebible de evangelizacin, nos dirigi6, pero todos nos unimos para orar.

Representantes de ms de treinta organizaciones se reunieron en un culto de oraci6n e hicieron los planes para el esfuerzo. A continuacin, ms de doscientos pastores y lderes cristianos se reunieron por tres das y noches de oraci6n en el auditorio del Ejrcito de Salvad6n en el Bulevar Hollywood. Redes de oraci6n fueron activadas a lo largo de la naci6n y alrededor del mundo.

Un grupo de mujeres de oraci6n compraron planos detallados de la ciudad. Pasaron meses orando por los habitantes de cada calle. Las congregaciones oraron. Las congregaciones de muchas iglesias oraron juntas en conciertos de oraci6n de toda la ciudad.
Hasta hubo un tiempo de oracin por Los Angeles en conferencia internacional de oracin en Corea con ms de trescientos intercesores presentes. La televisin, las revistas y los peridicos contenan entrevistas y artculos llamando a la oracin para gran cosecha. Lo ms importante es que los pastores de la ciudad comenzaron a reunirse cada mes para orar en el predio de la ciudad olmpica.

Cuando el alcance finalmente comenz, la atmsfera espirituales de la ciudad habla cambiado totalmente. El tiempo de la cosecha haba llegado. Los equipos daban informes de que ms de mil personas aceptaban a Cristo todos los das. Recuerdo que ense, sobre la evangelizacin a seiscientos nuevos obreros reunidos en una iglesia de Long Beach. El poder de Satans sobre la ciudad haba sido roto, les dije. Por causa de toda la oracin, el Espíritu Santo est obrando en la vida de la gente ahora mismo.

Durante el receso entre dos sesiones de enseanza, sal para hacer una llamada y us el telfono de un restaurante cercano. En esos veinte minutos, a travs de una serie de circunstancias notables, pude llevar a Cristo a un ingeniero de Hughes Aircraft. Necesitaba encontrar a alguien hoy que conociera a Dios, me dijo el hombre con lgrimas en los ojos antes de despedirnos. Regres a la clase con una historia que aumentara la fe de mis alumnos en, cuanto a las posibilidades de citas divinas similares. En los das siguientes todos llevaron a alguien a Cristo.

Durante el verano de 1984 los creyentes de Los Angel conocieron brevemente la realidad de una ciudad libre de opresin espiritual. El efecto sobre la ciudad fue una ilustracin maravillosa de lo que se puede lograr en los aos que vienen mientras continuamos en la batalla .Todo en la vida de la ciudad fue afectado. La gente era amable y alegre. Hasta los embotellamientos del trnsito veraniego y la contaminacin del aire dejaron materializarse.

En vez del esperado aumento en el crimen, el ndice de actos criminales en realidad baj.
Uno de mis amigos en el programa de capellana de la academia de polica visit el depsito de cadveres poco despus de este esfuerzo evangelistico. El mdico forense dijo que el depsito reciba normalmente ente setenta y ocho cuerpos por da incluyendo a muchas vctimas de asesinato.
Mi amigo le pregunto -Ha habido alguna vez un cambio radical de estas estadstica?
El forense le respondi con la voz cargada de emocin: – s – dijo l -, durante las dos semanas de los juegos olmpicos no hubo asesinatos.

El legado ms perdurable de este esfuerzo, y quizs el verdadero objetivo de Dios, fue la unin de lderes espirituales, diseminados por toda la ciudad, en un ejrcito coordinado con metas comunes. En esta unidad encontrarnos que tenamos nuevo poder para hacer retroceder a las fuerzas de las tinieblas. Gozamos de gran xito en la evangelizacin. Aprendimos a discernir los espritus territoriales que operaban sobre la ciudad y a romper su yugo mediantela guerra espiritual.

Hay dos pasos fundamentales en la guerra espiritual. Primero, tenemos que discernir la naturaleza de la mentira del enemigo.
Luego tenemos que ejercer la autoridad de Jess para frustrar la actividad satnica.
La Biblia dice que Satans es como un len rugiente. Hay, sin embargo, S6lo un len con verdadera autoridad y es el Len de Jud. ” autoridad de Satans se hace realidad nicamente cuando la gente sucumbe a la acusacin y al engao. La Biblia dice que un da, sorprendidos, veremos al adversario y diremos: “Es ste aquel varn que haca temblar la tierra, que trastornaba los reinos?” (Isaas 14:16). Ser visto en la realidad de lo que es, pequeo e impotente.

En cualquier conflicto por una persona, una familia, una iglesia o una ciudad, discernir la naturaleza de la mentira del enemigo constituye la mitad de la batalla. Una vez que se expone su engao, vemos cmo podemos aplicar las promesas especficas en la Palabra de Dios que son la base de nuestra fe y autoridad. Vernos a Jess resistiendo al diablo de esta manera durante su hora de tentacin en el desierto.
Aun cuando intercedo por gente que abraza y cree en la mentira del enemigo, tal como un musulmn devoto, yo puedo ponerme en la brecha como guerrero de oracin y aislarlo de espritus religiosos o cualquier otra forma de opresin demonaca.

Isaas 60 dice que las naciones de la tierra estn sumidas en densa oscuridad. Se puede imaginar usted una sala oscura llena de gente viendo un espectculo donde estn presentes varios medios de comunicacin, gente que nunca ha experimentado otra cosa que la oscuridad, y de pronto ven los efectos y las luces de los medios de comunicacin titilando frente a ellos? Imagina usted entra a ese lugar, enciende la luz y les pide a t presentes que se den vuelta y observen el equipo re las luces y los efectos especiales. As es como tratamos Satans
El es un operador de efectos especiales, un ilusionista, un engaador, el padre de mentiras.

El discernimiento de la naturaleza de los principados operan en su ciudad pudiera ser tan simple como pedirle a Dios que le diga lo que est ocurriendo. Pero Dios quiere tambin c usemos nuestra mente para razonar en las cosas que l ya nos enseado y para aplicarlas. Gnesis 22.17 dice: ‘Tu descendencia poseer las puertas de sus enemigos.’
En la Biblia, las puertas de la ciudad representan el entrada, de autoridad y de decisi6n. Est prometido que an las puertas del Hades no prevalecern contra la iglesia. En la seccin examinaremos la manera de discernir las puertas de nuestra ciudad.
Antes de intentar reconstruir los muros de Jerusaln, Nehemas examin cuidadosamente el dao (Nehemas 2:13). Tambin debemos ver el cuadro completo antes de correr batalla.

 

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