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“No somos un ministerio grande, pero sí somos un gran ministerio”

Inocencia…

Inocencia…

gotitas de vivencia…

Sus hermosos ojos almendrados miraban inquietos a su madre, esperaba inpacienteel momentode su exmen final de piano…la pequea decia que seria pianista y cantante cuando fuera grande, a veces su inquietud de nia la llevaba a no querer estudiar, preferia jugar y jugar por interminables horas…aquella pequea, dulce, parlanchina y cero prejuicios creca y crecia…su madre estaba a su lado antes de entrar a su exmen le dice por favor lee un poquito las notas, crees que me van a preguntar eso le dice la nia?…no lo s responde su madre, pero por si acaso estudia eso…

Llegado su turno aquella nia entr su madre impaciente esperaba que saliera mientra la evaluaban los maestros de la ctedra de piano, al salir traia sus ojos iluminados su madre le pregunto: como te fu? la nia segura le contesta bien mami, bien…

Nunca apagues la ilusin de un nio por satisfacer tus pretenciones egoistas, nunca apagues la esperanza de un nio por que se haga tu capricho, nunca obligues a un nio a hacer cosas que van contrarias a su naturaleza…

Extiende su mano, apyale, dale seguridad, brindale tu comprensin y sobre todo cree que puede hacerlo…

A mi me ha costado hacerlo, he renegado muchas veces, he perdido la paciencia y por momentos he llorado de decepcin, pero alvergo una esperanza, jams les he castigado por una mala nota aunque me moleste me disguste como dicen solo amenazo pero no cumplo mis amenzas, porque esta no refleja lo que saben y cuando salen muy bien, les digo ves que si podes hacerlo…

En nuestras manos est destruir sus ilusiones, frustrarlos o hacerlos sentir la peor de las niz, ellos tienen derecho a ser felices, ellos tienen derecho a sentir que llegan, quienes somos nosotros para evitarlo?…ellos pueden, Dios los ha hecho capaces, y no pensemos que por prepararlos a afrontar este mundo los obligaremos a pasar horas y horas de estudio, y no permitirles que se diviertan, vivan y disfruten su niez…

Nio solo se esuna vez en la vida, los aos pasan y con ello las premuras de crecer…dejemolos jugar, patalear, reir, disfrutar…junto con ello inculcarles la disciplina, el hbito de estudio y responsabilidad, pero no olvidemos que si hacemos algo ms muy dificilmente podemos devolverles la seguridad y habremos cometido un grave error para siempre…

Nio… nia…solo se es una vez, dejemos la imaginacin en ellos volar, dejemolos respirar…ellos se lo merecen, merecen sentirse plenos, felices, cmodos y dichosos, merecen tener los mejores y memorables recuerdos de infancia…

…por
…Cristina Hidalgo de Marroquin

 

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