Historia de una maestra cristiana
NARRADOR
MAESTRA
ALUMNO MAL PORTADO (JudasAparicio)
MANOLITO
ALUMNOS
NARRADOR. Este da queremos compartir con ustedes una historia que ocurri hace mucho tiempo. El escenario est ambientado en el aula de Escuela Bblica Dominical. Se cuenta que en este aula, la maestra aprendi algo que ella no era capaz de ensear a sus alumnos hasta que pas algo que le abri los ojos. Estn muy atentos y vamos a ver lo que ocurri.
(La escena comienza con los jvenes alborotados que se arrojan unos a otros boletas de papel. Destaca en el relajo Judas Aparicio. Entra la maestra y ve el cuadro.)
MAESTRA. Por favor, ya est bien, comprtense como es debido. (Dando palmas.) Vamos, vamos, cada uno en su sitio.
(Obedecen todos excepto Judas que desde su sitio sigue arrojando bolas de papel.)
MAESTRA. Judas, por favor, quieres estarte quieto? Revolucionas toda la clase.
(Judas obedece.)
MAESTRA. Bendiciones nios hoy vamos aprender algo nuevo de la palabra de Dios. Cierren sus ojos vamos a orar.
(Cierran sus ojos y repiten la oracin con la maestra.)
MAESTRA. Est bien, vamos a cantar para alabar a nuestro Dios
(Todos obedecen y se ponen a cantar junto a la maestra pero Judas sigue molestando a los nios que se encuentran a su alrededor y la maestra solo lo observa.)
MAESTRA. Abrid su cuaderno del alumno y vamos a repasar la historia bblica que corresponde a este da.
(Ojea unos papeles que tiene encima de la mesa. Judas comienza a secretearse con el compaero de al lado. La maestra lo ve y agota su paciencia.)
MAESTRA. Judas, levntate y ponte hacia la pared. Ya me tienes harta. Todos los domingos es igual. (Alzando la voz.) He dicho que te pongas cara la pared!
JUDAS. Pero seorita,Pepitotambin ha hablado
MAESTRA. T eres el culpable de todo. Eres el ngel negro de esta clase. No me repliques y a la pared.
(Judas se levanta y se pone cara a la pared.)
MAESTRA. (Como en sus pensamientos pero en voz alta) Dios mo ya no soporto a este nio, yo no paso a traerlo y l es el primero en estar aqu esperando la clase ya no s que hacer con l. Ojala el prximo domingo no venga!
NARRADOR. Ah en la primera fila se sentaba Judas. La maestra observaba a Judas y haba notado un cambio brusco en su actitud. Tambin vea que su ropa estaba muy descuidada y que no le hara nada mal un buen bao. Digamos que Judas comenzaba a resultarle un tanto desagradable.
(La escena continua en el aula. Judas contina castigado y la maestra comienza a hablar como si estuviera pensando.)
MAESTRA. Vaya con el nio ste! No s qu es lo que le sucede, antes no se comportaba de esta manera era muy atento a la clase y hoy es todo un demonio, ya me es insoportable. Si por m fuera no lo dejaba entrar pero bien tempranito est aqu esperando a que abra para dar la clase y para mi desgracia no falta ni un domingo Ay, Seor! Qu har? Creo que este nio me provocar un infarto Djame descansar un da, Seor, y que no venga a la clase Judas Por favor, Seor!
MAESTRA. Bien, entreguen sus manuales para que se los califique y el prximo domingo se los tendr ya con sus notas.
(Comienza a recoger los cuadernos de los nios, uno por uno. Y los va felicitando a todos. Cuando llega donde Judas le dice, seguramente t tendrs un cero. No sabes hacer nada bueno, solo molestar.)
NARRADOR. Y as pasaban los das, Judas hacindole la vida imposible a la maestra y ella gozando cada vez que tena que ponerle un cero. Pero un da ocurri algo que cambi la vida de los dos. En el da de la celebracin del da del Maestro, los alumnos tienen costumbre de obsequiar un presente a sus maestros.
(Aparece otra vez la escena de la clase. Todos los nios estn en grupo hablando, bromeando y enseando orgullosos los regalos envueltos en preciosos papeles decorados. Todos excepto Judas que est slo afanndose en envolver algunos objetos. Entra la maestra.)
MAESTRA. Bien, muchachos. Se acab la charla. Vamos cada uno a su sitio. (Fijndose en Juan.) Qu raro que est quieto! Algo estar tramando y seguro que no es nada bueno, pero por lo menos est tranquilo que ya es algo Bendiciones, vamos a iniciar la clase de hoy.
(Todos obedecen excepto Judas que contina con su tarea. La maestra lo observa, cuando se le acerca un nio de su clase)
MANOLITO. Hola hermana. Cmo le fue el fin de semana?
MAESTRA. Muy bien, Manolito! Y a ti?
MANOLITO. No muy bien, maestra, porque en esta semana que pas tuve que desvelarme mucho
MAESTRA. Por qu te desvelaste, Manolito? Te dejaron muchas tareas en el Colegio?
MANOLITO. No, maestra. Que no sabe que fue lo que ocurri hace algunos das?
MAESTRA. No, Manolito, cuntame Qu fue lo que ocurri?
MANOLITO. Es que usted sabe que hace muchos meses la mam de Judas ha estado muy enferma y que las cosas en la casa de Judas han estado muy mal, porque han tenido muchos problemas. Tuvieron que gastar mucho dinero por la enfermedad de su mam y ya no tenan quien cuidara de l y de sus hermanos porque su pap tena que trabajar para que ellos comieran (Mientras el nio hablaba la maestra se muestra muy sorprendida, porque ella no estaba enterada de todo lo que Judas haba estado sufriendo) y entonces fue hasta esta semana que su mam se muri y como yo estuve en el velorio de ella, por eso me desvel en esta semana. Ahhh, maestra, y ahora recuerdo que no la vi ni en el entierro!
(El nio se va hacia su asiento.)
MAESTRA. (La maestra se queda pensativa y preocupada.) Ahora encuentro la explicacin a la conducta de este joven. Qu mal me ha portado! En vez de hablar con l para ayudarle slo le he tratado mal y he sido muy grosera con l Dios perdname por mi mala actitud, por no haber sido una buena maestra para Judas.
ALUMNO. Seorita, oiga, seorita.
(La maestra sin or nada contina con sus reflexiones.)
MAESTRA. Qu egosta he sido! Jams me perdonar el comportamiento que he tenido con este joven!
ALUMNO. Seorita, seorita, le ocurre algo?
MAESTRA. (Volviendo en s.) Eh? S?
ALUMNO. Se encuentra bien, seorita?
MAESTRA. Ah, s, s, me encuentro bien. No pasa nada, qu quieres?
ALUMNO. Si le podemos entregar ya los regalos para celebrar su da y la excelente maestra que es.
MAESTRA. S, claro, claro. (Los nios van pasando a entregarle sus regalos. Judas sigue afanndose en envolver lo mejor que puede sus regalos. La maestra va abriendo los regalos y va comentando lo que le han regalado.) Qu bonito, Casimira Bellavista! Muchas gracias. Caramba, Petronila! Es estupendo. Mucho me gusta tu regalo Pepito.
(Los nios empiezan a hablar y a rer entre ellos mientras miran y sealan a Judas.)
MAESTRA. Qu ocurre?
ALUMNO. Ya ver, maestra, qu sorpresa le espera Je, je!
(Judas se levanta con un paquete mal envuelto en un feo papel. La maestra desenvuelve el paquete y encuentra un viejo brazalete y un frasco de perfume a medio terminar. Risas de los nios.)
MAESTRA. (Ponindose el brazalete.) Basta, ya, muchachos! Es un regalo precioso que me queda muy bien. (Oliendo el frasco y echndose un poquito de perfume.)
JUDAS. Los usaba mi madre. Y ahora usted huele como sola oler mi mam.
NARRADOR. Aquel da cuando acab la clase la maestra llor como nunca antes haba llorado. Judas entregndole lo ms precioso que tena y ella incapaz de entregarle un poco de afecto y comprensin. En ese momento la maestra tom una decisin. Se iba a dedicar en alma y cuerpo a ese muchacho y a todos los dems. Comprendi que ensear a los nios es mucho ms que impartirles matemticas, literatura o qumica. Entendi que ensear era compartir las alegras y penas, y ayudarles a superar los momentos difciles de su vida.
(Hacen una pausa para que aparezca en escena Judas y la Maestra Estudiando)
NARRADOR. A partir de entonces la maestra pas mucho tiempo con Judas, conforme comenz a trabajar con l, su cerebro empez a revivir. Mientras ms lo apoyaba, l responda ms rpido. A final del ao Judas se haba convertido en uno de los nios ms aplicados de la clase. Un da, la maestra encontr encima de su mesa una nota firmada por Judas, que deca. Es usted la mejor maestra que he tenido en mi vida.
Pasaron los aos y la maestra y Judas seguan manteniendo relacin mediante cartas.
Judas le iba contando sus progresos y la maestra estaba muy orgullosa de l. La historia no termina aqu
Judas envi una carta a su maestra preferida, dicindole:
QUERIDA MAESTRA
POR FIN HE ACABADO MIS ESTUDIOS EN EL INSTITUTO BBLICO Y AN AS SIGO PENSANDO QUE ES USTED LA MEJOR MAESTRA QUE HE TENIDO EN MI VIDA.
MUCHAS GRACIAS POR CREER EN M, POR HACERME SENTIR IMPORTANTE Y MOSTRARME QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA.
TENGO UNA BUENA NOTICIA QUE DARLE: MI NOVIA Y YO HEMOS DECIDIDO CASARNOS Y YA TENEMOS LA IGLESIA EN LA CUAL SERVIREMOS A DIOS COMO PASTORES, NOS GUSTARA QUE USTED FUERA LA MADRINA DE NUESTRA BODA.
A esta carta la maestra le contest con otra que le deca: ME HIZO MUCHA ILUSIN RECIBIR TU CARTA Y ME ALEGRO DE QUE TE CASES Y POR SUPUESTO, ME ENCANTAR SER TU MADRINA. JUDAS FUISTE T, QUIEN ME ENSE QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA. ADEMS, NO SABA CMO EDUCAR HASTA QUE TE CONOC.
Y as acaba la historia de esta maestra que aprendi una lección que ella no era capaz de impartir.
CONCLUSIN:
Recuerda que donde quiera que vayas y hagas lo que hagas, tendrs la oportunidad de tocar o cambiar los sentimientos de alguien. Trata entonces de hacerlo de a la manera que Jess lo hara
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