¿Es opcional la amistad?

¿Es opcional la amistad?

por Mike Yaconelli

  

¿Tienes amigos? ¿Amigos cercanos realmente? ¿Amigos de por vida? He llegado a una espantosa
revelación hace algunos meses. No tengo amigos. No los tengo. Tengo muchos conocidos pero, además
de mi esposa, realmente no tengo amigos cercanos.
He tenido amigos en el pasado, pero no muchos. Eventualmente algo sucedió —nada siniestro, solo algo
pasó— como mudarse, tener un bebé, cambiar de trabajos, contruir una casa, regresar a la escuela,
cambiar de iglesia; nada malo ni feo, simplemente algo que pasó y cuando me daba cuenta, otra amistad
lentamente se desvanecía.
No me malinterpretes, esisten media docena de individuos con quienes me gusta estar. Son personas con
quienes en alguna ocasión he compartido cosas profundas … y lo haría de nuevo. Son personas que saben
cómo divertirse, que me aceptan tal como soy —sin pretensiones, sin ninguna cara que mantener—
simplemente relaciones significativas.
Pero, ¿un amigo cercano? No. Ninguno. Probablemente te preguntas por qué. Me he preguntado por qué
durante mucho tiempo. Después de una búsqueda dolorosa de mi alma, creo que he descubierto las
razones.
Estoy muy ocupado. Estoy fuera mucho tiempo. Viajo demasiado, hablo demasiado y trabajo demasiado.
He hecho un excelente trabajo convenciendo a la gente que me rodea que estoy muy ocupado —
demasiado ocupado haciendo el trabajo tan importante que estoy haciendo— como para tener tiempo para
las amistades. En otras palabras, he “bloqueado” a todo los que me rodean. Los he convencido para que
crean en el mito de mis ocupaciones a tal grado que la posibilidad de que yo sea su amigo (o ellos los
míos) jamás entra en mi mente. Eso es lo que hacen las personas como yo. Nos encerramos detrás de las
paredes de nuestras ocupaciones para que no tengamos que preocuparnos por nadie que quiera ser nuestro
amigo. A la gente no le gusta imponerse. No quieren robarme a mi esposa y a mí de los momentos
escasos que tenemos para estar juntos, así que nos lo permiten alejándose de nosotros para que nos
mantengamos aún más ocupados.
Esta semana voy a compartir en Inglaterra, la próxima semana en Nueva York, la siguiente en Hawaii,
después en Australia, después en Dallas, después en Vancouver. Y después regreso a casa por algunos
días, exhausto, con el cambio de horario, inútil para todos los que me rodean mientras mi cuerpo y mi
mente se adaptan al nada familiar y nuevo medio ambiente que me rodea —mi hogar. Paso un día con mi
esposa y mis hijos tratando de readaptarme y tratando ansiosamente de llegar a los mensajes telefónicos y
a la correspondencia que se ha retrasado. Estoy en casa, pero no estoy en casa. Estoy presente pero no lo
estoy realmente. Y después una mañana me dispierto y me doy cuenta que estoy solo. Muy solo. Me doy
cuenta que necesito algo en todo esto, entonces corro a alcanzar el avión de mi siguiente viaje, prometo
cambiar cuando regrese a casa.
Pero no lo hago nunca.
¿Cuándo se nos ocurrirá a aquellos de nosotros que estamos en el ministerio, que estamos en la mira
pública, que no podemos seguir haciendo esto? No podemos seguirnos escondiendo detrás de nuestros
horarios ocupados. No podemos seguir actuando como si no tuviéramos otras opciones porque sin
nosotros el mundo se viene abajo.
En vez de que el mundo se venga abajo, nosotros nos venimos abajo … o nuestras familias, o nuestros
hijos, o nuestras congregaciones se vienen abajo. Jamás olvidaré una declaración hecha por Janis Joplin
después de un concierto. “Acabo de hacer el amor con 25,000 personas y me voy a casa sola”.
Déjame hablar tan brutalmente como pueda a todos nosotros, incluyéndome a mí: Si estamos tan
ocupados que no podemos tener amigos, estamos demasiado ocupados. Si estamos tan ocupados y no
tenemos el tiempo para nuestras familias, nuestros hijos o nuestros vecinos, estamos demasiado ocupados.
La mayoría de los que estamos en el ministerio somos los llaneros solitarios, aislados de todos, separados
por nuestra “fama” y nuestros dones. Nos hemos rodeado de empleados cuyo trabajo es mantener a los
peones lejos de nosotros. No cabe duda que por eso muchos ministerios se quiebran. No cabe duda que
por eso muchos ministros terminan teniendo aventuras sexuales o terminan utilizando sus iglesias como
un lugar para rellenar sus carteras y/o construir monumentos de ellos mismos.
La amistad no es una opción para los cristianos. Los discípulos de Jesús eran amigos, no administradores
… aun Judas.
Vamos diciendo la verdad. Vamos a dejar de estar tan ocupados. Toma un sabático. Toma el tiempo que
se requiera para construir el tipo de amistades que duren. Después de todo eso hizo Jesús. No estaba tan
ocupado para no tomar el tiempo de hacer primero amigos y después discípulos. Sólo tenía tres años. ¿No
es esto una de las grandes partes de las buenas nuevas? El Dios del universo —Quien debería de estar
algo ocupado— quiere ser nuestro amigo.
En vez de construir un ministerio de miles, quizás deberíamos construir una amistad con uno. En vez de
predicar 200 veces al año, deberíamos de escuchar a nuestros hijos y a nuestra esposa. Quizás deberíamos
ser conocidos no por cuántos convertidos hacemos o cuántas estaciones de radio adquirimos o cuántas
cruzadas tengamos. Quizás deberíamos ser conocidos como alguien que sabe cómo tener amigos.
He decidido tener algunos amigos.
Significará que tendré que quedarme en casa. Significará que tendré que pasar tiempo con alguien
haciendo absolutamente nada. Significará que tendré que trabajar en algo que no es tan fácil para mí. Pero
no estoy preocupado.
Mi amigo Jesús está dispuesto a ayudarme.
Tomado de El Misionero Bíblico, órgano oficial de la Convención Evangélica de Cuba “Los Pinos Nuevos”.

Visitas: 22

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *